Los inmigrantes tienen una probabilidad desproporcionada de experimentar estrés y otros problemas de salud mental, que pueden agravarse por políticas públicas dañinas, particularmente, aquellas que imponen la separación familiar. Así lo advierte la Asociación Americana de Psicología (APA-American Psychological Association), en un comunicado emitido en su página Web, a través del cual aboga por políticas de inmigración humanas y de sentido común, que tengan en consideración las necesidades de los inmigrantes y concretamente a las familias, enfocándose en minimizar el impacto psicológico negativo que resulta de la separación de familias inmigrantes a causa de las deportaciones. Como bien señala la APA, los flujos migratorios masivos no suceden por casualidad; tres razones principales impelen a estas personas a emigrar: la búsqueda de trabajo y mejores condiciones socioeconómicas, de refugio humanitario (escapando de la guerra, la violencia y/o las catástrofes ambientales), y de reunificación familiar. |
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De forma específica, alerta de que la deportación puede conllevar largas separaciones familiares, con importantes consecuencias psicológicas, y expone los siguientes datos al respecto:
Por todo lo anterior, la APA expresa su oposición rotunda a las políticas actuales en EE.UU. que facilitan la deportación a los inmigrantes y separan a las familias, ya que éstas agravan el estrés y el trauma ya de por sí experimentado por las poblaciones en riesgo de discriminación, además de aumentar el estigma. Las familias que se encuentran en centros de detención sienten temor ante la deportación y la separación, y esta circunstancia incrementa su vulnerabilidad al estrés psicológico, con un mayor riesgo de depresión y otros síntomas de salud mental directamente proporcional al tiempo que permanezcan en situación de detención. A parte de un cambio en las políticas mencionadas, la Asociación Americana pide que se lleven a cabo diversas acciones, tales como la inversión de fondos suficientes para garantizar que los jóvenes inmigrantes reciban servicios médicos y de salud mental apropiados, o la financiación de investigaciones sobre los efectos nocivos de los prejuicios, los estereotipos y la discriminación, tanto de las víctimas como de los perpetradores, de cara al desarrollo de intervenciones para contrarrestarlos, entre otras. |
Es imperativo abordar la violencia contra las mujeres con discapacidad
Es ampliamente reconocido que las mujeres con discapacidad experimentan una susceptibilidad desproporcionada a experimentar violencia por parte de diversos perpetradores (…)