El síndrome de Gilles de la Tourette y otros trastornos por tics crónicos son trastornos del desarrollo neurológico caracterizados por la presencia de tics y/u otros problemas asociados. Si bien la evidencia indica que estas condiciones pueden afectar la calidad de vida de las personas afectadas, el alcance de su impacto a lo largo del ciclo vital es poco conocido. Con esta introducción, se presenta el estudio The effects of Gilles de la Tourette syndrome and other chronic tic disorders on quality of life across the lifespan: a systematic review (Los efectos del síndrome de Gilles de la Tourette y otros trastornos por tics crónicos sobre la calidad de vida a lo largo del ciclo vital: una revisión sistemática), cuyo objetivo es el de evaluar de forma exhaustiva los efectos de estas condiciones sobre la calidad de vida en diversos grupos de edad. El estudio, llevado a cabo por investigadores de Reino Unido, consiste en una revisión sistemática de la literatura publicada sobre este ámbito. A este respecto, diferentes estudios clínicos y comunitarios ponen de relieve cómo el Síndrome de la Tourette (ST) se asocia con otros problemas, tales como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), ansiedad y trastornos afectivos en alrededor del 90% de los pacientes (Cavanna et al., 2009, Robertson MM, 2000, Khalifa et al., 2005, y Mol Debes NM et al., 2008). |
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Asimismo, la calidad de vida percibida es peor en las personas con un diagnóstico de ST y de trastorno por tics crónicos (Smith, H., 2015; Hassan, N., 2012). De forma específica, algunos estudios han revelado que la presencia de problemas conductuales comórbidos puede estar asociada con una calidad de vida más baja, principalmente en los niños (Cavanna et al., 2013). Atendiendo a los datos que se desprenden de las diferentes investigaciones, los autores de este estudio, han detectado un profundo impacto del ST y el trastorno por tics crónicos sobre la calidad de vida de las personas, cuya percepción varía significativamente con la edad, en paralelo con el curso natural de los síntomas específicos de estos trastornos. A continuación, recogemos algunas de las conclusiones halladas tras la revisión de los estudios, estructuradas en función de los diferentes aspectos de la calidad de vida que se ven comprometidos:
Los autores concluyen señalando que la calidad de vida puede ser percibida de manera diferente por niños y adultos, y que estas diferencias sugieren que un enfoque adaptado podría ser la estrategia más fructífera para el manejo del ST y otros trastornos por tics crónicos durante toda la vida. |
Las personas con enfermedades crónicas reportan peor salud mental, según la OECD
El 85% de las personas usuarias de atención primaria de 45 o más años vive con, al menos, una enfermedad crónica. De ellas, el 52% presenta 2 o más condiciones crónicas. Estas personas, a menudo, se enfrentan no solo a las limitaciones físicas impuestas por sus...