Pablo Briñol, psicólogo social y profesor de la UAM
¿Qué es la persuasión y qué implicaciones tiene desde el punto de vista psicológico? ¿Podemos influir en la capacidad de decisión de una persona? ¿Qué elementos influyen en ese cambio de opinión?
Para dar respuesta a estas y otras cuestiones, Infocop ha entrevistado a Pablo Briñol Turnes, psicólogo social y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, quien lleva años dedicándose a estudiar el fenómeno de la persuasión y es un experto en la materia. Una entrevista enriquecedora y práctica para conocer hasta qué punto los seres humanos somos susceptibles de cambiar nuestros pensamientos o creencias sobre casi cualquier asunto.
No en vano, Briñol define la persuasión, como “un cambio mental, es decir, consiste en cambiar lo que la gente opina, sus evaluaciones, puede ser lo que piensa sobre un tema, sobre una propuesta, sobre una idea, pero también lo que se opina sobre una persona, o sobre una organización, o sobre uno mismo”.
Y aquí cualquier cosa, según el experto, “puede ser objeto de evaluación, no hace falta que sea una propuesta persuasiva, o un anuncio comercial, o un candidato político, cualquier cosa, incluso los constructos mentales pueden ser objeto de evaluación”.
En este sentido, y en la medida en que la persuasión se define como “un cambio mental”, el psicólogo social destaca que el elemento más importante para que se produzca ese cambio recae en “el receptor”, porque, explica, “por mucho que haga el emisor, el cambio lo tiene que hacer el receptor, que es de hecho donde se va a medir si se ha producido la persuasión”.
Esta idea coincide, además, con un cambio de paradigma en el ámbito de la psicología, una, como la define Briñol, “revolución cognitiva” que se traduce en que “no es el mensaje, no son sólo los argumentos, no es el emisor, no es que todo lo haya hecho bien, es que si mientras yo te estoy hablando tú estás contraargumentando por dentro, lo que va a importar al final del día es lo que hayas pensado tú, no lo que yo te haya dicho”, y por eso, argumenta, “lo importante de la persuasión siempre es el otro”.
¿Y si ese otro está muy polarizado y tiene actitudes muy extremas, se le puede persuadir para que cambie? Para el profesor de la UAM, la respuesta es clara, “sí”. De hecho, según nos confía, ver de qué manera estos cambios se producen forma parte de “una nueva generación de trabajos que estamos haciendo en muchas universidades, dado que el clima que hay ahora implica no sólo receptores con actitudes polarizadas muy extremas, sino también emisores cada vez más extremos con unos mensajes cada vez más radicales y a través de unos medios que cada vez son también más extremistas”.
Entrevista completa en el siguiente enlace: