La Sociedad Británica de Psicología ha publicado una nueva guía dirigida a los profesionales que trabajan con personas vulnerables con necesidades especiales a medida que abandonan la situación de confinamiento. Para las personas con necesidades complejas, como aquellas que presentan problemas de aprendizaje, trastornos del espectro autista o personas con demencia, el confinamiento ha implicado una serie de desafíos y dificultades adicionales, generando una mayor ansiedad y potenciando su aislamiento social, así como mayores exigencias en su capacidad de atención. Tal y como señala el texto, a medida que se eliminan las restricciones de movilidad y se incorporan nuevas pautas de comportamiento, estos colectivos con necesidades de comunicación especiales pueden tener mayores dificultades que el resto de la población para comprender e incorporar las nuevas reglas de conducta. |
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Asimismo, estas personas a menudo pueden tener mayor confusión a la hora de saber qué se espera de su comportamiento o del de los demás para garantizar su seguridad o pueden tener mayores problemas para seguir las pautas de salud recomendadas tras el confinamiento, como la distancia social y el uso correcto de las mascarillas. A esta dificultad se añade el hecho de que las rutinas habituales y sus redes de apoyo se pueden haber visto afectadas por la situación de emergencia sanitaria, de manera que no se encuentren disponibles o que no sea posible el acceso a ningún tipo de ayuda o a una adaptación de estos recursos en versión de teleasistencia. Por este motivo, la guía de la BPS ofrece recomendaciones a los profesionales que trabajan con estos colectivos, con el objetivo de:
La guía puede descargarse en el siguiente enlace: | ||||
Salud mental y derechos sociales-Semana Europea de la Salud Mental
La salud mental no existe de forma aislada. Está condicionada por diversos factores como la pobreza, la desigualdad, la educación, el empleo y otros factores de la vida (…)