El mundo está en un proceso de transformación hacia un desarrollo realmente sostenible. El balance entre mitigación y adaptación es clave y, para ello, es necesaria la participación, tanto de los Estados Miembros como de los gobiernos locales y el sector privado. Bajo esta premisa, desde el pasado día 2 de diciembre y durante los próximos 11 días, se celebra en Madrid la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), un evento a través del cual se pretende revisar los avances en la lucha climática y proponer, evaluar y aprobar nuevos instrumentos de actuación, incidiendo en la necesidad de que todos los países incrementen sus compromisos para limitar el calentamiento global, garantizando un proceso inclusivo para todas las partes y la integración formal del mundo científico y del sector privado. |
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La COP25, conocida como la COP del Tiempo de Actuar, coincide con la publicación de datos que muestran que la emergencia climática empeora paulatinamente – aumento del nivel del mar, el incremento de la sequía, las olas de calor, etc.-, y supone la mayor amenaza, hoy en día, para el desarrollo sostenible, conllevando efectos negativos sobre las vidas y la supervivencia en el mundo. Esta grave situación ya fue puesta de relieve el pasado mes de noviembre, durante la celebración de la primera Cumbre Internacional sobre Psicología y Salud Global, un evento internacional en el que participaron los líderes y CEOs de más de 40 asociaciones de Psicología, -entre ellas, el Consejo General de la Psicología-, y en el que se contó con la presencia del presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa. Como ya informó Infocop en su momento, dicho encuentro, organizado en torno a diferentes sesiones de trabajo, conferencias y foros de discusión, fue una iniciativa conjunta de la Asociación Americana de Psicología (APA-American Psychological Association) y la Ordem dos Psicologos Portugueses, con el fin de poner de relieve el rol que desempeña la Psicología en la creación de cambios positivos a nivel mundial y promover su participación en los objetivos de desarrollo sostenible marcados por las Naciones Unidas y, más específicamente, el Objetivo 13, relacionado con la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y su impacto. A lo largo de esta Cumbre, se puso de manifiesto el papel fundamental que están jugando la conducta y las decisiones humanas en la aceleración del cambio climático, así como las perjudiciales consecuencias que tiene el mismo, tanto en el entorno natural y la salud física, como sobre la salud mental y el bienestar. Los datos expuestos por los distintos ponentes, evidenciaron, entre otras cosas, que el cambio climático puede amenazar un sentido de identidad personal y profesional, impedir las estructuras de apoyo social e incrementar los sentimientos de impotencia, miedo y fatalismo. Asimismo, tanto a corto como a largo plazo, contribuye a la pérdida de la cohesión social e incluso a elevar la hostilidad y la agresión interpersonal e intergrupal. De acuerdo con lo anterior, todos los presentes coincidieron en afirmar que la ciencia psicológica no solo ofrece soluciones eficaces para impulsar conductas ecológicas, sino que también es importante para apoyar a las personas a adaptarse al cambio climático. En este sentido, los psicólogos pueden ayudar a desarrollar la resiliencia, fomentar el optimismo, cultivar el afrontamiento activo, aumentar la preparación y enfatizar las conexiones sociales. Igualmente, aquellos psicólogos que desarrollan su labor en los servicios de salud, pueden brindar atención a personas que padecen trastorno por estrés postraumático y otros problemas de salud mental, relacionados con eventos relacionados con el cambio climático. En el marco de este importante encuentro, tanto el COP como las más de 40 asociaciones de Psicología presentes, suscribieron una Declaración conjunta, dirigida a emprender actuaciones específicas en favor de la lucha contra el cambio climático. Esta Declaración se acompañó de una Resolución adicional -a la que el COP se adhirió también-, y que transcribimos a continuación:
Como broche final a la Cumbre, tanto el Secretario de Estado de Salud de Portugal, António Sales, como el Presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, dieron sendos discursos, mediante los cuales quisieron agradecer el apoyo y la asistencia de todos los presentes y reiterarse en la trascendencia de la Psicología en la lucha contra el cambio climático y en la mitigación de su impacto. A este respecto, el Secretario de Estado de Salud, señaló la importancia del acuerdo y el compromiso que supone la Resolución anterior, especialmente, para ofrecer a la sociedad las habilidades y conocimientos de la Psicología en la lucha contra el cambio climático y manejar las consecuencias para la salud global. El representante del Ministerio de Salud de Portugal, recordó que la crisis climática no es un problema futuro, sino actual, que requiere acciones inmediatas, y aplaudió la brillante y ambiciosa iniciativa de establecer una agenda nacional e internacional para debatir el rol de los psicólogos en relación con los desafíos del cambio climático. En este sentido, expuso las tres dimensiones clave en las que reside la importancia de la Psicología y los psicólogos para responder al cambio climático y cumplir los objetivos de desarrollo sostenible:
Por su parte, el Presidente de la República de Portugal, afirmando que no hay salud, sin salud mental, puso en valor el papel de la Psicología y la contribución de los psicólogos, en todos los ámbitos y, concretamente, en el del cambio climático. Con el fin de manejar eficazmente esta problemática, subrayó la necesidad de dar una respuesta global, y de tener en cuenta la Psicología, para enfrentar a los desafíos globales actuales. Asimismo, en aras de evitar parte de los problemas, y dada la gran conexión entre salud y educación, incidió en la relevancia de educar para la prevención desde la infancia. En línea con las conclusiones de la primera Cumbre sobre Psicología y Salud Global, y con el fin de materializar el espíritu de la declaración y la resolución gestadas durante la misma, el Consejo General de la Psicología ha manifestado su compromiso de desarrollar, en la medida de sus posibilidades, una serie de acciones, entre ellas: poner al servicio de la prevención del cambio climático aquellos recursos profesionales, científicos, educativos, culturales y aplicados que sean necesarios; animar a la Conferencia de Decanos de Facultades de Psicología a que valoren la posibilidad de incluir formación relacionada con la prevención del cambio climático en los programas académicos; y continuar difundiendo el conocimiento psicológico y la evidencia científica disponible sobre las claves del cambio comportamental, garantizando que esta información llega a todas las instancias que juegan un papel relevante en la prevención del cambio climático y la reducción de emisiones, así como asegurando que incorporan una visión interdisciplinar a la hora abordar las políticas y acciones contra el cambio climático. La Organización Colegial ha adelantado también, la próxima implementación de un plan de actuación para la prevención del cambio climático que incluya, entre otras acciones, la creación de un grupo nacional de trabajo sobre prevención de cambio climático, la progresiva transformación del COP en una corporación verde, dar visibilidad al problema del cambio climático y la promoción de formación específica para los profesionales de la Psicología en temas relacionados con esta problemática. Se puede acceder al vídeo de la Cumbre a través del siguiente enlace: Psicología y Salud Global Fuente: International Summit on Psychology and Global Health |
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