Avances en la psicoterapia para la psicosis
04 Jul 2025

La psicoterapia se ha convertido en un pilar fundamental del tratamiento de la psicosis, complementando la medicación y mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes. Así lo recoge un reciente artículo de revisión publicado en la revista Psychiatric Annals, que repasa las intervenciones psicoterapéuticas basadas en la evidencia, sus técnicas más eficaces y los desafíos pendientes, especialmente en poblaciones vulnerables con psicosis.

¿Qué es la psicosis y por qué importa?

Tal y como exponen los autores, la psicosis afecta aproximadamente al 3% de la población, con síntomas que incluyen alucinaciones, delirios, afecto plano y anhedonia. Su aparición suele producirse en la adolescencia tardía o adultez temprana, presentando un profundo impacto en áreas clave de la vida como el trabajo, la vida familiar y las relaciones sociales.

Foto: freepik. Diseño: freepik. Fecha: 02/06/25
Intervenciones psicoterapéuticas basadas en la evidencia

Según se explica en el texto, durante la última década, la psiquiatría ha evolucionado hacia la inclusión de la psicoterapia como una parte crucial del tratamiento centrado en el paciente para la psicosis, enfatizando enfoques basados en la evidencia. Esto implica la combinación del uso de la medicación con psicoterapia personalizada para obtener resultados óptimos.

Las prácticas modernas también destacan la validación de las experiencias personales (incluido el trauma) y las circunstancias personales, así como el respeto a la autonomía individual, señalan los autores.

Aportaciones de la terapia cognitivo-conductual para la psicosis

En relación con las intervenciones psicológicas basadas en la evidencia para la psicosis, el artículo destaca las siguientes:

La CBTp (terapia cognitivo-conductual para la psicosis). Se trata de la intervención psicológica más respaldada. Esta terapia parte de la premisa de que tanto los síntomas positivos como los negativos de la psicosis pueden ser modulados mediante cambios en las creencias y comportamientos del paciente. Por tanto, la intervención busca reducir el malestar y mejorar la funcionalidad, utilizando técnicas como experimentos conductuales, reestructuración cognitiva y entrenamiento en habilidades para la vida diaria.

La terapia cognitivo-conductual sigue una estructura flexible dividida en fases, que implican el establecimiento de la alianza terapéutica, la psicoeducación, el desarrollo de habilidades e insight y la prevención de recaídas. Según la revisión realizada por los autores, múltiples metaanálisis han demostrado la eficacia de esta terapia, con efectos pequeños a moderados en la reducción de síntomas psicóticos, especialmente en los delirios, donde su eficacia ha aumentado con el tiempo. De hecho, tal y como se comentó a través de Infocop, la terapia cognitivo conductual constituye un estándar de calidad para la atención de adultos con psicosis, de acuerdo con el  Instituto Nacional de Excelencia para la Salud y los Cuidados (National Institute for Health and Care Excellence, NICE) (más información aquí).

Otras terapias destacadas

La terapia familiar, por su parte, ha demostrado también ser muy útil, especialmente cuando se integra con CBTp o se implementa mediante programas de psicoeducación, grupos multifamiliares o consultas familiares, según la revisión realizada. Su objetivo es ampliar la red de apoyo del paciente y reforzar el impacto del tratamiento psicoterapéutico.

El entrenamiento en habilidades sociales es otra estrategia eficaz, sobre todo, para los síntomas negativos de la psicosis. Mediante el desarrollo de habilidades comunicativas, entrenamiento en asertividad y conciencia emocional, esta intervención ayuda a mejorar las relaciones interpersonales y la inserción social del paciente.

Técnicas terapéuticas: herramientas prácticas para el cambio

Los autores también explican las técnicas clave de la terapia cognitivo-conductual para la psicosis (CBTp), que incluyen:

  • Pruebas de realidad, que consisten en cuestionar creencias psicóticas y confrontarlas con la realidad a través de experiencias controladas.
  • Formulación compartida, donde terapeuta y paciente identifican juntos los desencadenantes, creencias y reacciones emocionales y conductuales, para intervenir en puntos clave.
  • Elementos de la terapia de aceptación y compromiso (ACT), que fomentan una relación diferente con los pensamientos y sensaciones psicóticas. En lugar de eliminar los síntomas, se busca reducir el sufrimiento cambiando la forma en que el paciente se relaciona con ellos.

Aspectos de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) también pueden incorporarse en la CBTp, tal y como explica el artículo. La ACT aporta técnicas como la defusión cognitiva, la aceptación, la atención plena y la acción guiada por valores, que mejoran la flexibilidad psicológica y la capacidad de afrontamiento.

Retos en el tratamiento: comorbilidades, estigma y acceso desigual

Entre los obstáculos para el tratamiento de la psicosis, el texto menciona los factores sociales como el estigma, las creencias culturales, las dificultades económicas y las estructuras familiares restrictivas. Según explican los autores, estas barreras prolongan la duración de la psicosis no tratada, empeorando los resultados clínicos.

Asimismo, la comorbilidad con trastornos por uso de sustancias es especialmente problemática: entre un 20% y un 60% de los pacientes psicóticos también presentan este tipo de trastorno. Esta combinación agrava los síntomas, reduce la eficacia de los tratamientos y puede prolongar el malestar emocional.

Psicoterapia para poblaciones especiales: brechas de conocimiento y necesidad de adaptación

Los autores analizan también las poblaciones que presentan desafíos únicos para el abordaje de la psicosis, mencionando los siguientes grupos:

Niños y adolescentes: Hay escasa evidencia sobre la eficacia de las terapias psicoterapéuticas en estas edades. Aunque la terapia de remediación cognitiva muestra algo de efectividad, hacen falta estudios más amplios y rigurosos para establecer conclusiones sólidas.

Adultos mayores: Existen pocas investigaciones sobre psicosis de inicio tardío, si bien la CBT y los programas de ejercicio físico han mostrado beneficios, aunque sin reducir alucinaciones o delirios.

Minorías étnicas y raciales: Aunque la CBT ha demostrado eficacia en síntomas psicóticos, las tasas de acceso son menores entre pacientes negros e hispanos. Este problema se asocia a barreras socioeconómicas y racismo estructural. Es fundamental integrar enfoques culturalmente sensibles y programas contra la adversidad relacionada con el racismo, según se sugiere en el texto..

Personas transgénero: Esta población sufre una mayor prevalencia de síntomas psicóticos, probablemente asociada a niveles más altos de trauma. El estigma dual por identidad de género y diagnóstico psiquiátrico conlleva menor adherencia al tratamiento. Además, barreras como la falta de habitaciones afirmativas en unidades psiquiátricas dificultan el acceso y la continuidad del cuidado. Por ello, es vital que los terapeutas brinden una atención afirmativa e inclusiva.

Conclusiones: hacia una atención más humana, eficaz e inclusiva

En definitiva, el artículo de revisión reconoce que la psicoterapia se ha consolidado como un componente clave en el tratamiento integral de la psicosis. Terapias como la CBTp, la ACT, el trabajo familiar y el entrenamiento en habilidades sociales no solo alivian síntomas, sino que aumentan el sentimiento de autoeficacia de los pacientes y mejoran su calidad de vida, señalan los autores.

Asimismo, para avanzar en los tratamientos y superar los desafíos aún presentes, se requiere el desarrollo de modelos de atención más integrales, culturalmente competentes e inclusivos. A este respecto, los autores recomiendan que la investigación futura se centre en reducir estas brechas, adaptando los tratamientos a las realidades diversas de las personas con psicosis. Solo así será posible avanzar hacia un modelo de atención verdaderamente centrado en la persona, donde cada paciente, sin importar su edad, origen o identidad, tenga acceso a intervenciones eficaces, respetuosas y transformadoras, tal y como señalan los autores.

Referencia:

Candelari, A. E., Wojcik, K. D., Williams, J., Operskalski, J. T., Safavi, R., & Ojeda, A. A. (2025). Psychotherapy and Psychosis. Psychiatric Annals, 55(1), e14–e18.

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