¿Qué claves proporciona la Psicología para promover conductas proambientales? Esta cuestión se aborda en la guía Responding to the climate crisis: applying behavioural science. La guía ha sido elaborada por Oliver Williams y Ashley Gould, psicólogos expertos de Reino Unido y miembros de la unidad de ciencia del comportamiento del centro de Colaboración de la OMS para la salud y el bienestar.
Según se subraya en la guía, la crisis climática es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad y que requiere una acción urgente y coordinada a nivel mundial. La publicación advierte que el cambio climático ya está teniendo un impacto significativo en la salud humana, el medio ambiente y la economía. Asimismo, subraya que para hacer frente a la crisis climática se requieren cambios conductuales.
Esto supone un importante desafío debido a la escala global del problema y la necesidad de actuar ahora para obtener beneficios a largo plazo. Sin embargo, en la medida en que millones de personas lleven a cabo cambios individuales esto tendrá un impacto significativo en la reducción de nuestra huella de carbono y en nuestra capacidad para adaptarnos a la emergencia climática.
De acuerdo con la guía, estos son los principios que deben conducir las campañas de promoción de conductas proambientales:
- Promover los beneficios inmediatos de los comportamientos climáticos positivos que conseguirán los individuos: pensar en minutos, días y semanas, en lugar de años y décadas.
- Centrarse en otros beneficios colaterales que los individuos obtendrán de su cambio de comportamiento y que son importantes y relevantes para ellos, además de los futuros impactos climáticos.
- Obtener el compromiso del público objetivo, idealmente en público, para adoptar un comportamiento positivo para el clima en el futuro.
- Animar al público objetivo a planificar los pasos de su cambio de comportamiento, con indicaciones a lo largo del camino.
- Combatir los hábitos haciendo que los comportamientos climáticos positivos sean normales, fáciles, atractivos y rutinarios. Los hábitos pueden impedir la adopción de nuevos comportamientos climáticos positivos.
- Para llevar a cabo un comportamiento proambiental, las personas deben saber cómo hacerlo (capacidad), tener la oportunidad de hacerlo (oportunidad) y querer hacerlo (motivación).
- Utilizar un lenguaje positivo y emotivo en las normativas, los servicios y, sobre todo, en las comunicaciones, para invocar la alegría y el orgullo y fomentar comportamientos climáticos positivos.
- Asegurarse de que la actividad de cambio de comportamiento climático gira en torno al público objetivo (y a personas similares) para que les resulte más fácil relacionarse y comprometerse con la tarea.
- Aprovechar las ventanas de oportunidad para optimizar el cambio de conducta. Estas ventanas constituyen periodos de transición en nuestras vidas, como mudarse de casa o cambiar de trabajo. Se trata del momento idóneo para realizar intervenciones dirigidas a promover un comportamiento proambiental.
En la guía se desarrollan cada uno de los principios de actuación mencionados. Se proporciona, además, una guía rápida para poner en marcha una planificación de cambio conductual, teniendo en cuenta el modelo APEASE. Este modelo comprende un conjunto de criterios que se utilizan para planificar intervenciones de cambio de comportamiento, teniendo en cuenta los criterios de Aceptabilidad, Practicabilidad, Efectividad, Asequibilidad, Seguridad y Equidad.