Cómo prevenir y actuar frente al ciberacoso
14 Jun 2023

¿Qué se puede hacer para prevenir y actuar de manera temprana frente al ciberacoso en menores? Existen diferentes acciones que se pueden llevar a cabo en la escuela y en el hogar para proteger a los menores frente al ciberacoso. En este sentido, los adultos cercanos al menor son fuentes de apoyo fundamentales. Así lo establece la National Association of School Psychologists (NASP) en una reciente publicación titulada Cyberbullying: Prevention and Intervention Strategies.

El ciberacoso se define como el daño intencional y repetitivo a través del uso de la tecnología, lo que incluye mensajes de texto, redes sociales y otros medios como foros o videojuegos. A este respecto, se consideran comportamientos de ciberacoso aquellos que se realizan a propósito y se repiten con el tiempo.

Ciberacoso
Fuente: Pexels. Autor: Natan Karnushin. Fecha: 29/05/2023

Según el documento, se trata de una conducta violenta que tiene efectos negativos a corto y largo plazo en las víctimas. Entre estas consecuencias, se encuentra el abuso de sustancias, la depresión (con ideación suicida), la ansiedad y el aislamiento, así como una baja autoestima y una disminución del rendimiento académico.

Existen múltiples manifestaciones de este tipo de conductas. La NASP incluye las siguientes:

  • Flaming, es decir, enviar mensajes hostiles o vulgares para provocar a alguien.
  • Acoso en línea: envío repetido de mensajes ofensivos.
  • Ciberstalking, es decir, utilizar la tecnología para intimidar, amenazar con hacer daño o hacer temer por la seguridad de alguien.
  • Denigración (publicar afirmaciones falsas o chismes sobre alguien).
  • Hacerse pasar por otra persona o crear cuentas falsas en las redes sociales.
  • Engañar a alguien para que comparta información sensible y luego compartirla públicamente.
  • Exclusión, es decir, dejar deliberadamente a alguien fuera de un grupo en línea.

La publicación identifica algunos puntos clave para entender esta conducta violenta:

  • Los adolescentes mayores de 15 años tienen más probabilidades de verse involucrados en el ciberacoso que los adolescentes más jóvenes.
  • Los menores que están involucrados en el acoso cara a cara tienen más probabilidades de estar involucradas en ciberacoso.
  • El uso más frecuente de la tecnología aumenta la probabilidad de estar involucrado en ciberacoso.
  • Los estudiantes de grupos vulnerables (por ejemplo, estudiantes LGBTQ+, estudiantes con discapacidades o estudiantes pertenecientes a minorías raciales) corren un mayor riesgo de estar involucrados en ciberacoso.

Los padres, las madres y los adultos cercanos juegan un papel esencial frente al ciberacoso, según la NASP. En este sentido, es fundamental la supervisión del uso que hacen sus hijos e hijas de la tecnología y estar atentos a cualquier indicio de ciberacoso. Entre estos indicios que pueden alertar de la sospecha de ciberacoso se encuentran el aumento de la irritabilidad del menor tras el uso de Internet, intentos de ocultar sus actividades online o mostrar insensibilidad hacia los compañeros o compañeras. Asimismo, es conveniente que los padres, madres o tutores expliquen a sus hijos e hijas desde el principio y con frecuencia cómo asegurar su seguridad online y hacer un uso respetuoso de estos medios.  

Los centros educativos también tienen que adoptar una postura responsable frente a este tipo de conductas violentas. Entre las sugerencias que establece la NASP, tras la revisión de la literatura científica, se encuentran:

  • Implementar programas escolares de prevención del ciberacoso, especialmente programas con componentes interactivos (por ejemplo, debates en clase, juegos de rol u otras actividades de aprendizaje social) y programas dirigidos por expertos en contenidos curriculares (por ejemplo, psicólogos formados).
  • Utilizar programas de aprendizaje socioemocional para promover un clima escolar saludable y reducir el acoso.
  • Utilizar prácticas restaurativas en lugar de prácticas punitivas para remediar cualquier situación de acoso.
  • Enseñar a los alumnos habilidades de ciudadanía digital (es decir, habilidades para adoptar un comportamiento en línea seguro y responsable).
  • Supervisar la actividad de la tecnología escolar e identificar las señales de advertencia de ciberacoso.
  • También es importante comprender, según la NASP, que las políticas de tolerancia cero no son efectivas en todos los casos y que se deben considerar el contexto y las dinámicas de poder entre los estudiantes al abordar LOS casos de ciberacoso.

Se puede acceder a la guía en la Web de la NASP y aquí.

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