La mayoría de las personas emplea hasta el 46,9% de las horas de vigilia en pensamientos que nada tienen que ver con lo que está haciendo en esos momentos. Esta forma de «divagación mental» produce, además, sentimientos de infelicidad. Son algunas de las conclusiones de un estudio de la revista Science, publicado el pasado 12 de noviembre y realizado con una muestra de 2.250 personas.
Bajo el título A Wandering Mind is an Unhappy Mind (Una mente errante es una mente infeliz), los psicólogos Matthew A. Killingsworth y Daniel T. Gilbert, de la Universidad de Harvard, diseñaron un estudio para poner a prueba la idea de que la felicidad está en vivir el momento, defendida por ciertas tradiciones filosóficas y religiosas, que además centran su práctica en entrenar a la mente para resistir a esta tendencia del pensamiento errante y concentrarse en «el Aquí y el Ahora».
Tal y como señalan los autores en el artículo, «a diferencia de otros animales, los seres humanos pasan mucho tiempo pensando en algo que no está sucediendo a su alrededor: contemplan acontecimientos que sucedieron en el pasado, lo que podría pasar en el futuro o, incluso, lo que nunca llegará a suceder. De hecho, la mente errante parece ser el modo de funcionamiento por defecto del cerebro humano. Sin embargo, aunque la capacidad de pensar acerca de lo que no está sucediendo es un logro cognitivo, tiene un coste emocional». |
Con el objetivo de conseguir una amplia muestra de sujetos en condiciones reales, los investigadores desarrollaron una aplicación Web del iPhone (Apple Incorporated, Cupertino, California), que permite registrar una serie de datos mientras los participantes del estudio realizan las actividades de la vida diaria. A través de esta aplicación, se contacta con los usuarios por medio de sus iPhones a intervalos aleatorios durante el periodo de vigilia y se les pregunta determinados aspectos, como el nivel de felicilidad (en una escala de 0 a 100), el tipo de actividad que están llevando a cabo (a través de una lista de 22 actividades, como comer, caminar, trabajar, ir de compras, etc.), y si están pensando en la actividad que desarrollan en ese momento o en otra cosa que sea agradable, neutral, o desagradable.
De acuerdo a los resultados de este estudio, los encuestados informaron que sus mentes estaban «vagando» un 46,9% del tiempo de vigilia, y durante al menos el 30% del tiempo que empleaban en cada actividad, lo que supone que la frecuencia del «pensamiento errante» es mucho más alta que lo que se había demostrado anteriormente, a través de los experimentos realizados en condiciones de laboratorio. Además, y tal y como se indica en el artículo, «sorprendentemente, el tipo de actividad que se realiza tiene un impacto modesto sobre la divagación mental y un efecto casi inexistente sobre el tipo de tema (agradable, desagradable o neutral) sobre el que se divaga». En cuanto al nivel de felicidad, el estudio reveló que las personas son más felices cuando sus pensamientos no divagan, que cuando sí lo hacen, independientemente de la actividad que realicen.
En una nota de prensa publicada en la Universidad de Harward, Killingsworth, autor principal del estudio, ha subrayado que: «la deambulación o divagación de la mente es un excelente indicador que predice la felicidad de las personas» (…) «De hecho, la frecuencia con que nuestro pensamiento abandona el presente y adónde tiende a ir, predice mejor nuestra felicidad que las actividades en que estamos involucrados».
La aplicación web del iPhone, que los investigadores han desarrollado, está siendo utilizada actualmente por más de 5.000 personas y se puede descargar en: www.trackyourhappiness.org.
Fuente:
University of Harvard
Referencia:
M.A. Killingsworth; D.T. Gilbert (2010). A Wandering Mind Is an Unhappy Mind. Science 330, 12 de noviembre, 932.