El aislamiento social y la soledad son diferentes, pero están relacionados. El aislamiento social es la falta de contactos sociales y tener pocas personas con las que relacionarse regularmente. La soledad es la sensación angustiosa de estar solo o separado. Es posible sentirse solo mientras se está con otras personas, y se puede vivir solo y no sentirse solo o aislado socialmente. Así lo explica la guía Comprendiendo la soledad y el aislamiento social (Understanding loneliness and social isolation), publicada por el Instituto Nacional de Envejecimiento de EE.UU. (NIA). Los adultos mayores presentan un riesgo más elevado de aislamiento social y soledad debido a los cambios en la salud y la disminución de las relaciones sociales que conlleva el paso del tiempo, tales como la pérdida de audición, visión y memoria, la aparición de discapacidad o dificultad para desplazarse o la pérdida de familiares y amigos, entre otros. |
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La literatura ha puesto de manifiesto, además, que el sentimiento de soledad y la falta de contactos sociales tienen un efecto directo en la salud física y mental de las personas, aumentando el riesgo de problemas de hipertensión arterial, trastornos cardíacos, obesidad, debilitamiento del sistema inmune, ansiedad, depresión, deterioro cognitivo, demencia y muerte. Tal y como se explica en el documento, las personas que llevan un estilo de vida activo son menos propensas a desarrollar ciertas enfermedades, tienen una vida más larga, son más felices y se sienten menos deprimidas, están mejor preparadas para afrontar las pérdidas y preservan sus habilidades cognitivas más tiempo. Se puede descargar en la Web de NIA o a través del siguiente enlace: |
El entrenamiento cognitivo con estimulación cerebral produce mejoras en adultos con deterioro cognitivo
Un nuevo estudio revela que la combinación de la Estimulación Eléctrica Transcraneal por Corriente Alterna (tACS) en frecuencia theta con entrenamiento cognitivo computerizado (…)