¿Qué papel juega la adicción a la comida en los resultados de los tratamientos de pérdida de peso en individuos con sobrepeso y obesidad? Esta fue la pregunta de investigación de un exhaustivo metaanálisis, publicado en la revista Obesity Reviews.
La conclusión principal a la que llegaron los autores es que a mayor severidad de la adicción a la comida se observó una menor pérdida de peso, pero solo en las intervenciones conductuales de pérdida de peso, por lo que los autores enfatizan la necesidad de considerar este factor en los programas de intervención psicológica.

La adicción a la comida (AC)
Tal y como explican los autores, la «adicción a la comida» (AC) se define como una pérdida de control sobre la ingesta de alimentos, el consumo excesivo de alimentos hipercalóricos como mecanismo de afrontamiento de problemas, y un intenso y persistente antojo de alimentos altamente palatables.
A pesar del creciente interés en la idea de que la AC puede contribuir al desarrollo de la obesidad, el concepto sigue siendo un tema de debate, según indican los autores. De hecho, actualmente, la AC no está reconocida como un trastorno formal.
Según la literatura citada, la presencia de AC en personas con obesidad se ha asociado con una mayor psicopatología, manifestada en síntomas depresivos y de ansiedad, y con una peor calidad de vida, lo que plantea la hipótesis de que la AC podría ser un factor pronóstico y un objetivo de intervención en el tratamiento de la obesidad.
Metodología
Para llevar a cabo la investigación, los autores realizaron una revisión sistemática con metaanálisis, cuyo protocolo fue registrado prospectivamente en la base de datos PROSPERO. La búsqueda electrónica de literatura revisada por pares se realizó en PubMed, PsycINFO y Web of Science.
Los criterios de inclusión exigían que los estudios reportaran resultados de peso medidos repetidamente después de una intervención de pérdida de peso en individuos con sobrepeso u obesidad (IMC ≥ 25 kg/m).
Los autores afirman que 25 estudios cumplieron los criterios de inclusión. Estos estudios abarcaron a un total de 4.904 individuos. La muestra estuvo compuesta mayoritariamente por mujeres (71%), con una edad media de 41.4 años y un IMC promedio para adultos de 40.82 kg/m. Las intervenciones de pérdida de peso analizadas incluyeron cirugía bariátrica (11 estudios), intervenciones farmacológicas (1 estudio) e intervenciones conductuales de pérdida de peso (13 estudios).
Apoyo limitado sobre el papel de la adicción a la comida en el conjunto de resultados
El metaanálisis de efectos aleatorios se centró en dos mediciones: la correlación entre el recuento de síntomas de AC previo a la intervención y la pérdida de peso, y la diferencia estandarizada de medias (SMD) en la pérdida de peso entre los grupos con diagnóstico positivo y negativo de AC.
Los resultados de los análisis indicaron que la AC no se asoció de manera significativa con los resultados de la intervención de pérdida de peso. De manera similar, las diferencias agrupadas en la pérdida de peso entre los individuos con diagnóstico de AC positivo y AC negativo no fueron significativas.
Los autores concluyen que estos hallazgos proporcionan un apoyo limitado para afirmar que la AC tiene un efecto pronóstico negativo en los resultados de la pérdida de peso en general.
La adicción a la comida predijo peores resultados en las intervenciones conductuales
A pesar de la falta de un efecto general, los investigadores exploraron las fuentes de heterogeneidad basadas en las propiedades de la intervención y las características de la muestra, encontrando diferencias significativas en función del tipo de intervención.
A este respecto, los efectos de la presencia de AC difirieron significativamente según los individuos se hubieran sometido a cirugía o se hubieran incluido en un programa de tratamiento psicológico.
Específicamente, a mayor severidad de la AC se observó una menor pérdida de peso, pero solo en las intervenciones conductuales de pérdida de peso. En cambio, la sintomatología de AC no tuvo un efecto pronóstico después de una cirugía. Según los autores, esto podría sugerir que las formas más graves y disfuncionales de la AC podrían llevar a peores respuestas al tratamiento. Asimismo, en la medida en que las intervenciones conductuales requieren un esfuerzo continuo de adherencia a planes dietéticos y cambios de estilo de vida, estos esfuerzos podrían verse frustrados por la pérdida de control sobre la alimentación y los antojos persistentes, que son características de la AC, lo que explicaría estos peores resultados.
Implicaciones
En general, los hallazgos sugieren que la AC desempeña un papel específico pero limitado en el resultado de las intervenciones contra la obesidad. No obstante, en la medida en que la AC es muy frecuente en personas con sobrepeso y obesidad, los autores señalan que se debe tener en cuenta esta variable para el diseño de intervenciones conductuales. Así, la gravedad de la AC podría obstaculizar la eficacia de estos tratamientos, actuando como un factor de riesgo en el contexto de tratamientos que dependen fuertemente de la autodisciplina continua, como las intervenciones conductuales, según advierten los autores.
Fuente
Halbeisen, G., Pahlenkemper, M., Sabel, L., Richardson, C., Agüera, Z., Fernandez-Aranda, F., & Paslakis, G. (2025). The prognostic role of food addiction for weight loss treatment outcomes in individuals with overweight and obesity: A systematic review and meta-analysis. Obesity Reviews, 26(2), e13851. https://doi.org/10.1111/obr.13851
