¿Qué recomiendan los estudios científicos respecto a la intervención con personas que han sufrido una lesión traumática? Esta es la información que recoge la guía del Instituto Nacional de la Excelencia para la Salud y la Atención del Reino Unido (National Institute for Health and Care Excellence, NICE), que lleva por título Rehabilitation after traumatic injury [NG211]. La guía tiene como finalidad ofrecer recomendaciones basadas en la evidencia para la rehabilitación después de una lesión traumática, entendiendo la lesión traumática como cualquier lesión mayor o menor que requiera hospitalización en el momento de la lesión, incluidas las lesiones musculoesqueléticas, viscerales y nerviosas, el daño de los tejidos blandos, la lesión de la columna vertebral, la reconstrucción de las extremidades y la pérdida de una extremidad. La guía no incluye la rehabilitación con las lesiones cerebrales de tipo traumático, puesto que este tipo de lesiones requieren una intervención más específica y compleja. |
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De esta manera, el manual recoge la evidencia disponible para realizar una adecuada evaluación inicial e intervención temprana, para el diseño de un plan de rehabilitación, incluyendo la rehabilitación física, psicológica y cognitiva, la rehabilitación de lesiones específicas, la coordinación de la rehabilitación en el hospital y de los servicios de atención comunitaria y el apoyo al acceso y la participación del paciente en la educación, el trabajo y la vida en la comunidad. Tal y como advierte el NICE, las lesiones traumáticas son una de las principales causas de muerte y mortalidad prematura, sobre todo en niños y adultos menores de 40 años. Tras una lesión traumática suelen presentarse de manera concomitante problemas psicológicos a corto plazo como una respuesta de estrés agudo habitual, entre los que se incluyen las dificultades de sueño, los pensamientos y recuerdos intrusivos, las pesadillas, mojar la cama en niños, flashbacks, bajo estado de ánimo y ansiedad. Entre otras cuestiones, la guía del NICE recuerda a los profesionales sanitarios que sean conscientes de este riesgo continúo para la salud mental de los pacientes después de una lesión traumática, debido a que muchas de estas lesiones suponen un importante cambio en la vida de la persona y puesto que los problemas de salud mental pueden exacerbarse con el tiempo, empeorar en determinados momentos (como después del alta hospitalaria) o aparecer de manera retardada en forma de ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático. Se puede acceder a la guía aquí. |
Las intervenciones psicológicas reducen el uso innecesario del sistema sanitario
En un contexto en el que la sostenibilidad de los sistemas de salud está en riesgo, un equipo de investigadores ha realizado (…)