La meditación puede aumentar la compasión, según un estudio
08 May 2013

En los últimos años, han ido surgiendo investigaciones que centran su atención en técnicas como la meditación o el mindfulness, que recuperan la importancia en la atención y la conciencia, y se centran en el momento presente.

Estas técnicas, se enmarcan dentro de las llamadas “Terapias psicológicas de tercera generación”, y su utilidad ha sido ampliamente demostrada en el tratamiento de diversos problemas de salud.

En esta línea, numerosos estudios avalan los beneficios aportados por las distintas técnicas meditativas, tanto físicos (ayudan a disminuir la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca y la respiratoria, los niveles de cortisol -reduciendo así el estrés-, estimulan el sistema inmunológico, etc.), como psicológicos (aumentan el nivel de creatividad, mejoran el nivel de concentración, reducen los síntomas de ansiedad y aportan una mayor estabilidad emocional, ayudan a desarrollar el comportamiento social, etc.).

A este respecto, investigadores del Grupo de emociones sociales de la Universidad del Nordeste (Northeasten University) y especialistas de la Universidad de Harvard (EE.UU.), han realizado un estudio centrado en los beneficios sociales e interpersonales de la meditación, así como su impacto en la compasión hacia el prójimo.

La investigación, publicada en la Revista Psychological Science (Ciencia Psicológica), se llevó a cabo con una muestra de 36 personas a la que se dividió en dos grupos, uno de los cuales recibió, durante ocho semanas, un entrenamiento basado en dos tipos diferentes de meditación. Una vez terminado el entrenamiento, una parte de los sujetos formados participó en una jornada de reflexión y debate sobre la compasión.

Con el fin de comprobar los efectos de la meditación sobre el comportamiento compasivo, se escenificó la siguiente situación: en una sala de espera llena, se sentó a dos actores y a un participante de la investigación. Mientras éste esperaba para ser atendido, un tercer actor entraba en la sala usando muletas y trataba de sentarse mientras fingía sentir un gran dolor físico. El papel de los otros actores era el de ignorar al hombre con muletas, fijando la mirada en un libro o en un teléfono móvil.

Los datos mostraron que más del 50% de los participantes que recibieron entrenamiento en meditación, acudieron en ayuda de la persona con muletas, y únicamente el 15% de aquellos que no fueron formados en esta técnica, decidió socorrer a la persona.

A la luz de estos resultados, los investigadores han concluido que la formación en meditación -independientemente de la participación en el debate sobre la compasión-, hace que los individuos actúen de forma altruista, pasando por alto el “efecto espectador” (fenómeno psicológico por el cual es menos probable la intervención ante una situación de emergencia cuando hay más personas presentes).

Tal y como ha señalado en nota de prensa David DeSteno, profesor de psicología de la Universidad del Nordeste e impulsor de este estudio, “esta es la primera evidencia de que la práctica de la meditación -incluso durante breves períodos de tiempo- aumenta la sensibilidad y la motivación de las personas para aliviar el sufrimiento ajeno”.

Fuente: Association for Psychological Science

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