A escala mundial, la inversión en atención a la salud mental es muy inferior a lo que se merece esta problemática. Así lo advierte la OMS en su último informe sobre recursos destinados a salud mental: el informe Atlas de Salud Mental-2011. Si bien una de cada 4 personas necesitará ser atendida por problemas de salud mental en algún momento de su vida, la mayor parte de los países, sobre todo de bajos y medios ingresos, apenas destinan el 2% de su presupuesto a la atención de la salud mental, siendo el gasto promedio en salud mental por habitante inferior a los 3 dólares. |
Además, dentro de este gasto en salud mental, y según se constata en el informe elaborado por la OMS, el 63% se destina a recursos de atención a largo plazo, como instituciones psiquiátricas. Una estrategia nada rentable, ya que, tal y como advierte Ala Alwan, subdirector general de la OMS en Enfermedades No Contagiosas y Salud Mental, «si los países invirtieran más en el nivel de Atención Primaria, accederían a un mayor porcentaje de personas afectadas y se podrían tratar los problemas de salud mental de manera temprana, disminuyendo la necesidad de intervenciones más costosas a largo plazo en los hospitales».
El informe Atlas de Salud Mental-2011 también pone de relieve otros graves errores de las estrategias nacionales sanitarias de todo el mundo y que son:
- La elevada tendencia hacia el tratamiento farmacológico como única vía para la atención de los problemas de salud mental, a pesar de que, tal y como señala la OMS en su comunicado, los servicios de salud mental que funcionan bien deberían proporcionar también atención psicosocial, «que aumentan la eficacia del tratamiento». El tratamiento psicosocial sólo está disponible en el 44% de los países en todo el mundo.
- La falta de estrategias para combatir las barreras para el acceso a los servicios de salud mental de la población. En el grupo de países bajos y medios ingresos, más de las tres cuartas partes de las personas que requieren atención de salud mental ni siquiera acceden a los servicios más básicos.
- La falta de servicios para garantizar un seguimiento a largo plazo de los pacientes con problemas de salud mental. Sólo un 32% de los países ofrecen este tipo de cuidados.
- La escasez de recursos humanos destinados a la atención de la salud mental. A este respecto, la tasa mundial de recursos humanos corresponde a 10,7 profesionales en salud mental por cada 100.000 habitantes, de los cuales, el personal de enfermería representa, con diferencia, el grupo profesional más numeroso, con una tasa de 5,8 profesionales por cada 100.000 habitantes. Tal y como se observa en el informe, en comparción con estas cifras, el grupo de psicólogos (0,30), psiquiatras (1,27), trabajadores sociales (0,23) y terapeutas ocupacionales (0,05) se encuentra infrarrepresentado.
A la luz de estos datos, el Informe Atlas de Salud Mental 2011 concluye que los recursos destinados para tratar y prevenir los problemas de salud mental son claramente insuficientes en todo el mundo, se encuentran distribuidos de manera muy dispar (varían notablemente dependiendo de la zona geográfica y el nivel de ingresos del país) y, lo que es más grave, se están empleando de manera poco eficiente (con escasa inversión en Atención Primaria, en tratamientos psicosociales y en recursos humanos especializados en salud mental).
Fuente:
El Informe Atlas de Salud Mental-2011 de la OMS puede descargarse pinchando aquí.