José Mª López-Frutos1, María Sotillo1, Paula Tripicchio2 y Ruth Campos1
1Universidad Autónoma de Madrid y 2Centro de Estudios de la Memoria y la Conducta – INECO
Las concepciones que subyacen a los modelos atencionales han influido en las investigaciones sobre su funcionamiento en el autismo. Así, a partir de los primeros estudios, se detectó un funcionamiento atencional en esta población caracterizado por fluctuaciones inadecuadas en el nivel de activación atencional, limitaciones en la capacidad para seleccionar estímulos, una hiperselectividad hacia aspectos concretos del estímulo con la consecuente reducción de la amplitud del foco atencional y, por tanto, la dificultad para ignorar otros de mayor importancia en un análisis de la situación
. Este estrechamiento del foco atencional podría indicar un fallo en coherencia central (por el que las personas con autismo detectarían características detalladas de un objeto y mostrarían mayor dificultad en el procesamiento visual global). En la misma línea, los resultados de los diversos trabajos ponen de manifiesto un déficit para filtrar o inhibir correctamente estímulos irrelevantes. Mediante tareas de atención selectiva visual se observan patrones de actuación alterados, con mejores resultados en situaciones sin distractores, y tiempos de reacción (TR) más altos en las condiciones con distractores próximos al objetivo.A pesar de que de forma general no se han indicado dificultades para mantener la atención focalizada en un estímulo, se observan respuestas más lentas y menos certeras en tareas de foco atencional entre modalidades sensoriales diferentes, es decir, se presentan problemas para desenganchar, desplazar y volver a enganchar el foco atencional. No obstante, este resultado no parece producirse si el cambio de foco es en la misma modalidad sensorial.
Respecto al funcionamiento de personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) en tareas de atención sostenida (donde se tienen que mantener los recursos atencionales de manera prolongada en la tarea), se han encontrado datos contradictorios. Por una parte, no se han encontrado déficits en tareas de cancelación de dígitos, en el Continuous Performance Test (CPT) o en el Same-Different Computerized Task, pero, por otra, se han señalado alteraciones en la atención sostenida de tipo auditivo (en muestras de personas con autismo de alto funcionamiento cognitivo). Las aparentes contradicciones podrían deberse tanto a variables de procedimiento (aunque se evalúa un mismo tipo de atención se hace a través de tareas con importantes variaciones) o a características muestrales de los estudios (derivadas de las variaciones internas al propio concepto de espectro de autismo). |
Los resultados de la evaluación de la atención sostenida en personas con Síndrome de Asperger (SA) o con Autismo de Alto Funcionamiento (AAF) señalan un peor rendimiento en ambos grupos en relación con personas con desarrollo normotípico. En tareas de mirada voluntaria que requieren atención sostenida y control atencional, los resultados han denotado una llamativa falta de atención a estímulos sociales (tales como la dirección de los ojos y la expresión facial de tipo emocional), aunque algunos de estas evidencias no han sido replicadas en otros trabajos con muestras similares, ni se ha comparado de forma exhaustiva entRe subgrupos del propio espectro de autismo.
El objetivo de las investigaciones desarrolladas por nuestro equipo (Tripicchio, López-Frutos y Sotillo, 2010; Sotillo, López-Frutos y Tripicchio, 2010; López Frutos, Sotillo, Tripicchio y Campos, 2011) ha sido estudiar el funcionamiento atencional en personas con autismo de uno de los extremos del espectro de variación, como es el SA. Para ello, entre otras pruebas aplicamos el Test de Redes Atencionales – Attention Network Test, ANT- (Fan, McCandliss, Sommer, Raz y Posner, 2002), que es una tarea de aplicación sencilla y breve que permite obtener índices comportamentales tanto independientes como de relación de diversas variedades atencionales. En dicha tarea, la atención es entendida como un mecanismo central de control de los sistemas de procesamiento que actuaría a través de procesos facilitadores e inhibidores, y que comprendería un sistema compuesto por tres redes distintas, anatómica y funcionalmente, pero interrelacionadas: la red atencional posterior o de orientación, la red de vigilancia o alerta y la red anterior o de control ejecutivo.
Los resultados en una muestra de 10 personas con SA (en comparación con un grupo con desarrollo normotípico equiparado en edad mental) muestran un patrón de funcionamiento atencional alterado que no afecta en la misma medida a todas las variedades atencionales y que se caracteriza por:
- Mejora del rendimiento atencional ante la presencia de claves de tipo auditivo, espacial, o de congruencia con el estímulo objetivo.
- Diferencias en cuanto a la eficiencia de las redes, TR y cantidad de respuestas correctas respecto al grupo normotípico, lo cual supone un argumento a favor de un cierto déficit atencional. En particular, el grupo con SA no presenta una mejora en la eficacia atencional (observada en sus TR) en las condiciones de vigilancia donde sólo existen elementos anticipatorios o facilitadores de tipo auditivo, en cambio, cuando existen ambos tipos (auditivos y visuales) se produce una reducción en los TR.
- Pérdida atencional en condiciones de alerta o vigilancia (reflejado en mayores TR) cuando no se presentan elementos anticipatorios de tipo visual -aunque existan elementos facilitadores auditivos-.
- Un patrón de aciertos diferente en SA en función de las distintas condiciones de orientación espacial. Datos que pueden indicar alteraciones en la capacidad para seleccionar información sensorial y procesarla adecuadamente. Dificultades que estarían, a su vez, relacionadas con alteraciones en los procesos de la red atencional posterior, de la que depende el control del procesamiento espacial.
Estos resultados deben ser puestos en relación con otras características más profusamente estudiadas del funcionamiento psicológico de las personas con TEA (p. ej. alteraciones en las relaciones sociales -típicamente multimodales-, estilo de pensamiento -local vs. global-, etc.).
Adicionalmente, los resultados de los estudios del funcionamiento atencional en personas con TEA deben ser tomados en consideración por sus implicaciones para el diseño de programas de intervención.
Referencias:
Fan, J., McCandliss, D., Sommer, T., Raz., A. y Posner, M. I. (2002).
Testing the efficiency and independence of attentional networks. Journal of Cognitive Science, 14, 340-347.Tripicchio, P, López-Frutos, J. M. y Sotillo, M., y (2010). Funciones atencionales en personas con Síndrome de Asperger: Aplicación del test de redes atencionales. (pp. 197-212). En M. Belinchón (Ed.). Investigación sobre Autismo en Español: Problemas y Perspectivas. Flora: Córdoba.
Sotillo, M., López-Frutos, J. M. y Tripicchio, P. (2010). Mecanismos atencionales en autismo de alto nivel de funcionamiento cognitivo: una revisión del estado de la cuestión. Estudios de Psicología, 31, 133-143.
El artículo original puede encontrarse en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica:
López-Frutos, J. M., Sotillo, M., Tripicchio, P. y Campos, R. (2011). Funciones atencionales de orientación espacial, alerta y control ejecutivo en personas con trastornos del espectro autista.
Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 16 (2), 101-112.Sobre los autores:
José María López-Frutos. Es profesor del departamento de Psicología Básica de la Universidad de Autónoma de Madrid. Entre sus intereses se encuentran las alteraciones cognitivas en diferentes poblaciones. María Sotillo Méndez. Es profesora del departamento de Psicología Básica de la Universidad de Autónoma de Madrid. Entre sus intereses se encuentran las alteraciones psicológicas del desarrollo. Paula Tripicchio. Es terapeuta en el Centro de Estudios de la Memoria y la Conducta (INECO) de Buenos Aires, Argentina. Entre sus intereses se encuentran las alteraciones psicológicas del desarrollo. Ruth Campos García. Es profesora del departamento de Psicología Básica de la Universidad de Autónoma de Madrid. Entre sus intereses se encuentran las alteraciones psicológicas del desarrollo. |