Un nuevo y exhaustivo estudio ha revelado que los programas de intervención implementados en entornos educativos tienen un efecto significativo en la reducción de las conductas agresivas entre niños y adolescentes. Publicado en la revista Research on Social Work Practice, esta revisión sistemática y metaanálisis, ofrece valiosas implicaciones para mejorar las estrategias de intervención escolar, sugiriendo que las intervenciones diseñadas sobre una base teórica sólida en psicología, así como las intervenciones con sesiones de duración de un máximo de 45 minutos muestran los mejores resultados.

El creciente desafío de la agresión juvenil
Según se expone en el artículo, la agresión entre niños y adolescentes se ha convertido en un importante desafío de salud pública a nivel mundial, captando la atención de educadores e investigadores. Datos alarmantes subrayan la magnitud del problema: una encuesta que abarcó a 202.056 adolescentes de 40 países reveló que el 10,7% había exhibido conductas agresivas.
Los autores definen la agresión como un fenómeno multifacético que incluye acciones físicas como golpear, patear o empujar, y comportamientos verbales como amenazas, bromas hirientes o insultos, abarcando también el acoso. Estas conductas no solo perturban el ambiente educativo, sino que también conllevan riesgos de lesiones y traumas para los compañeros y para los propios agresores. Así, según indica el texto, tanto los agresores como sus víctimas enfrentan potenciales desafíos físicos, mentales y conductuales, incluyendo depresión, ansiedad, hostilidad y bajo rendimiento académico. Además, los patrones agresivos establecidos durante la juventud a menudo persisten en la edad adulta, llevando a resultados adversos como el abuso de sustancias y actividades delictivas.
Tal y como señalan los autores, dado el papel protagonista de las escuelas en la vida de los jóvenes, se han convertido en los lugares principales para implementar intervenciones contra estos comportamientos agresivos. De hecho, se han desarrollado marcos teóricos, como la Teoría Cognitiva Social, que proporcionan las claves para comprender estas conductas y cómo el entorno escolar puede influir en las percepciones y cogniciones de los estudiantes sobre la agresión.
Un estudio riguroso: metodología detallada
Con el objetivo de investigar la eficacia de los programas de intervención escolares en la reducción de la agresión entre niños y adolescentes, los autores llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura científica.
Para ello, realizaron una búsqueda exhaustiva en 12 bases de datos electrónicas. La metodología siguió las directrices PRISMA, que aseguran una comunicación transparente y completa de los resultados.
Los criterios de inclusión abarcaron estudios que utilizaran un diseño de ensayo controlado aleatorizado (ECA) o cuasiexperimental, que tuvieran como objetivo a niños o adolescentes menores de 18 años, que evaluaran el impacto de programas escolares sobre las tendencias agresivas y que ofrecieran datos cuantitativos suficientes para determinar los tamaños del efecto. Se incluyeron artículos de revistas revisadas por pares y disertaciones no publicadas para reducir el sesgo de publicación. Finalmente, se seleccionaron 17 artículos, que comprenden 22 estudios, para el metaanálisis. Es notable que 14 de estos 17 artículos se publicaron después de 2010, lo que significa que no se incluyeron en metaanálisis previos, que en su mayoría se realizaron antes de ese año. El análisis de sesgo de publicación no encontró evidencia de tal sesgo en los estudios incluidos.
Resultados clave: la eficacia general de los programas escolares
Los resultados del metaanálisis son contundentes: los programas de intervención implementados en entornos escolares demostraron ser significativos en la reducción del nivel de conductas agresivas (SMD = −0,35). Según explican los autores, este hallazgo se alinea con revisiones anteriores que también mostraron el efecto positivo de las intervenciones escolares para disminuir las conductas agresivas.
Factores determinantes del éxito de las intervenciones
El estudio fue más allá de la eficacia general, investigando los factores que influyen en los resultados de los programas.
A este respecto, los análisis de subgrupos revelaron diferencias significativas en función de tres características clave:
1. Base teórica
Las intervenciones con una base teórica demostraron una eficacia notablemente mayor en la reducción de la agresión (SMD = −0,48) en comparación con aquellas que carecían de ella (SMD = 0,15). Según establecen los autores, las teorías, como la Teoría de la Interdependencia Social, la Teoría del Aprendizaje Social, la Terapia de Juego y las técnicas de mindfulness, ofrecen marcos estructurados y validados que guían el desarrollo del contenido de la intervención, lo que lleva a una reducción marcada de las conductas inapropiadas.
2. Diseño del estudio
Los programas que emplearon un diseño de ensayo controlado aleatorizado (ECA) mostraron una reducción más pronunciada de las conductas agresivas (SMD = −0,49) en comparación con aquellos que utilizaron un diseño cuasiexperimental (SMD = 0,02). Los ECA, a menudo considerados el «estándar de oro» en la investigación de la eficacia, aseguran una mayor validez interna al asignar aleatoriamente a los participantes, minimizando la influencia de factores externos.
3. Duración de la sesión
Las intervenciones con sesiones de menor duración (menos de 45 minutos) resultaron ser más beneficiosas (SMD = −0,54) que las de mayor duración (más de 45 minutos; SMD = −0,07). Tal y como explican los autores, esta observación se alinea con la capacidad de concentración de los estudiantes, puesto que el cerebro tiende a mantener la capacidad de atención durante un máximo de 45 minutos antes de que la fatiga se manifieste.
4. Otros factores
Curiosamente, el estudio también encontró que otras características, como el tipo de intervención (prevención o tratamiento), la inclusión de trabajo social individualizado, el tamaño de la muestra, el nivel de grado o la calidad de la investigación y las evaluaciones, no mostraron diferencias significativas en la eficacia de los programas.
5. Implicaciones prácticas y direcciones futuras
Según sugieren los autores, los resultados de este metaanálisis ofrecen valiosas implicaciones para el diseño y la implementación de futuras intervenciones escolares:
6. Fundamentación teórica
Se aconseja encarecidamente a investigadores y profesionales utilizar un marco teórico como guía al diseñar intervenciones. Por ejemplo, la teoría del aprendizaje social puede inspirar programas que empleen métodos como la escenificación activa, el modelado con extractos de DVD, los juegos de rol y las discusiones, señalan los autores.
7. Diseño de investigación riguroso
Se recomienda encarecidamente que los estudios futuros diseñen intervenciones con mayor rigor, empleando el diseño de ECA para obtener mejores resultados y evidencia más sólida.
8. Optimización de la duración de las sesiones
Las futuras intervenciones escolares deben considerar plenamente la capacidad de atención de los niños y limitar la duración de las sesiones a menos de 45 minutos para maximizar su eficacia.
Conclusiones
En líneas generales, la revisión evidencia que los programas escolares demuestran ser una herramienta prometedora y eficaz para abordar las tendencias agresivas en niños y adolescentes. Tal y como señalan los autores, los niños y niñas en edad escolar pasan la mayor parte de sus horas de vigilia en la escuela, lo que la convierte en un entorno crucial para su desarrollo y, por lo tanto, en un lugar ideal para reducir las conductas agresivas.
Los resultados de esta revisión se suman así a los de otras revisiones sistemáticas que han encontrado que las intervenciones en los centros escolares son eficaces para otros problemas de salud mental, como la depresión (más información aquí), realzando el valioso papel que pueden desempeñar estos contextos para la implementación de programas de intervención psicológica en niños, niñas y adolescentes.
Fuente:
Shen, L., Jiang, S., & Tan, S. (2024). The Effectiveness of School-Based Programs on Aggressive Behaviors among Children and Adolescents: A Systematic Review and Meta-Analysis. Research on Social Work Practice. https://doi.org/10.1177/10497315241227147.