El delirium, considerado un enemigo poco visible, es un cambio agudo de la función cerebral, afectando principalmente la atención y la cognición, que sufren a menudo los pacientes mayores hospitalizados. Así define la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) esta situación clínica en un documento a través del cual recoge una serie de recomendaciones para abordarla. Según estima la SEGG, el delirium afecta al 25% de los pacientes hospitalizados, el 50% de los pacientes quirúrgicos y al 75% de los pacientes de UCI. Esta situación aumenta la mortalidad y puede conllevar trastornos cognitivos, funcionales y sociales a corto, medio y largo plazo, siendo las personas de riesgo aquellas de edad avanzada, las críticamente enfermas, sometidas a cirugías, con antecedentes de demencia o deterioro cognitivo, múltiples patologías médicas, discapacidad sensorial y personas institucionalizadas. |
| |||
Entre sus signos y síntomas, se observa el cambio del estado mental agudo y fluctuante, desorientación temporal y espacial sin reconocer a familiares, habla incoherente, ver o sentir cosas que no son reales, mayor inquietud o agitación por la noche, en ocasiones, somnolencia excesiva (alterna o no con episodios de inquietud/agitación), y mayor irritabilidad y desconfianza. La sociedad española recomienda a los y las profesionales identificar y tratar las causas subyacentes, recordando que no hay fármacos aprobados para tratar el delirium, y poniendo de relieve la importancia de la prevención con estrategias no farmacológicas, tales como la estimulación cognitiva (orientar en tiempo y espacio, promover socialización, conversar) o evitar contenciones físicas, entre otras. Asimismo, recoge diversas pautas dirigidas a los/as familiares orientadas a la prevención del delirium (como acompañar a la persona durante las primeras 48 h, estimular la movilización, reorientar en tiempo y espacio, etc.) y a cómo actuar en caso de tenerlo (por ejemplo, comunicar al personal sanitario cualquier cambio del estado mental o de comportamiento, como desorientación, confusión, agitación o somnolencia excesiva, mantener la calma, utilizando palabras claras y sencillas, con tono suave y tranquilo, etc.). Las recomendaciones, tanto para profesionales como para familiares están disponibles a través de los siguientes enlaces: El delirium, un enemigo poco visible Delirium, ¿qué debo saber para atender mejor a mis pacientes? |
Las personas con enfermedades crónicas reportan peor salud mental, según la OECD
El 85% de las personas usuarias de atención primaria de 45 o más años vive con, al menos, una enfermedad crónica. De ellas, el 52% presenta 2 o más condiciones crónicas. Estas personas, a menudo, se enfrentan no solo a las limitaciones físicas impuestas por sus...