UN ESTUDIO REVELA QUE EL ALCOHOL ANULA LA ALARMA DEL CEREBRO QUE NOS AVISA DE LOS ERRORES
13 Ene 2012

La mayoría de nosotros hemos sido testigos de personas que hacen cosas embarazosas cuando están ebrias, pero, ¿qué es exactamente lo que pasa en nuestro cerebro?. Según adelanta The Science Daily en su versión online del 2 de septiembre de 2011, un estudio llevado a cabo por Bruce Bartholow y su equipo, de la Universidad de Missouri, ha encontrado que el alcohol adormece la «señal» del cerebro que hace que las personas se preocupen por estar cometiendo un error.

Cuando la gente comete errores, la parte del cerebro responsable de controlar la conducta, envía una señal de alarma a otras partes del cerebro que indica que algo ha salido mal. Ésta no es la primera investigación que ha encontrado que el alcohol reduce esta señal de alarma pero, a diferencia de otras, especifica que no reduce la conciencia de los errores, sino la preocupación por cometerlos.

En estudio se midió la actividad cerebral de 67 participantes (entre 21 y 35 años), mientras completaban una tarea diseñada para provocar algunos errores. Alrededor de un tercio de los participantes consumieron alcohol, mientras que los demás no tomaron nada o consumieron una bebida placebo. Además de la actividad cerebral, se midieron los cambios en el estado de ánimo, la precisión en la tarea y su percepción de la precisión que habían tenido.

Los resultados mostraron que la señal de alarma del cerebro, en respuesta a los errores, fue mucho menos intensa en los participantes que habían consumido alcohol, y la respuesta fue mayor para los del grupo placebo. Sin embargo, los del grupo de alcohol no fueron menos conscientes que los demás de que habían cometido errores. Aunque los participantes tienen que tratar de ser lo más rápidos en la tarea, es habitual que las personas respondan más lentamente cuando se dan cuenta de que han cometido un error. Esta reacción se dio en el grupo placebo, pero no en el grupo que había consumido alcohol, es decir, no fueron más despacio para ser más cuidadosos en la tarea. También se encontró que el tamaño de la señal de alarma se asoció con el estado de ánimo de los participantes en el momento de la prueba, y que los que habían bebido dijeron sentirse menos negativos, después de beber.

Según señala Bruce Bartholow a la revista que se hace eco de la noticia, estos hallazgos son un paso para la comprensión de cómo el alcohol afecta al cerebro y a las equivocaciones sociales que a veces cometen los borrachos.

Este estudio, titulado, «Alcohol Effects on Performance Monitoring and Adjustment: Affect Modulation and Impairment of Evaluative Cognitive Control», se publicará en la revista Journal of Abnormal Psychology.

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