Un nuevo estudio avala la eficacia de la terapia cognitivo-conductual
29 Jul 2025

La terapia cognitivo-conductual (TCC) aplicada en condiciones reales de práctica clínica es altamente eficaz para tratar una amplia gama de trastornos mentales en personas adultas.

Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo estudio de gran escala, realizado en Alemania, a través del cual se presenta una de las evaluaciones naturalistas más amplias hasta la fecha, sobre la eficacia de la TCC fuera de ensayos clínicos controlados. Para tal fin, el estudio analizó los resultados de 6.624 pacientes adultos/as tratados/as entre 2014 y 2023 en 29 clínicas ambulatorias asociadas a universidades alemanas. Los/as pacientes, mayores de 18 años, recibieron TCC específica para su diagnóstico clínico, con datos recogidos antes y después del tratamiento. La mayoría (92,3%) comenzó su tratamiento a partir de 2018.

La muestra fue clínicamente diversa: el 97,7% recibió, al menos, un diagnóstico de trastorno mental al inicio del tratamiento, con una media de 1,55 diagnósticos por paciente. El 57,4% fue diagnosticado con un único trastorno, pero un 42,6% presentaba comorbilidades (hasta cinco diagnósticos simultáneos en algunos casos). Casi la mitad (49%) no había recibido tratamiento psicológico previo.

Los tratamientos fueron llevados a cabo por 1.110 terapeutas, en su mayoría psicólogos/as con formación avanzada, supervisados regularmente. Las terapias se ofrecieron en condiciones reales de la red pública, con cobertura de entre 24 y 60 sesiones financiadas por el sistema de salud alemán.

terapia cognitivo-conductual
Foto: freepik. Diseño: freepik. Fecha: 24/04/24
Evaluación de la eficacia en condiciones reales

Los resultados muestran mejoras clínicamente significativas tanto en síntomas generales, como en sintomatología depresiva. Se utilizaron herramientas reconocidas y validadas:

  • El Índice de Gravedad Global (GSI) del Brief Symptom Inventory (BSI), reflejó una reducción del malestar psicológico.
  • El Beck Depression Inventory-II (BDI), que evalúa la intensidad de los síntomas depresivos, mostró una reducción con un tamaño del efecto.
  • La Clinical Global Impression Scale (CGI-I) reveló que el 77,2% de los pacientes se sintió «mucho» o «muy mejorado» al finalizar la terapia. Los terapeutas coincidieron: 66,5% calificó la evolución del paciente como «mucho» o «muy mejorado».

Los índices de deterioro fueron mínimos: solo 1,9% de los y las pacientes percibió empeoramiento tras la intervención, y el 2,3% presentó un deterioro clínicamente fiable en síntomas depresivos.

Resultados por diagnóstico: TCC eficaz en la mayoría de los trastornos

Los análisis detallados mostraron que la terapia cognitivo-conductual produjo mejoras significativas en todos los grupos diagnósticos analizados, con tasas de recuperación que respaldan su eficacia en una amplia gama de trastornos mentales. A continuación, se destacan los hallazgos más relevantes:

  • Episodio depresivo único (F32): uno de los diagnósticos más frecuentes de la muestra, con una de las mejores respuestas al tratamiento. El 64,2% de los pacientes se recuperó clínicamente, y un 9,4% adicional mostró una mejoría fiable, aunque sin alcanzar la normalización completa.
  • Trastorno depresivo recurrente (F33): presentó una reducción significativa de los síntomas, con una tasa de recuperación del 53,6% y un 15,2% adicional de mejoría clínica parcial.
  • Trastorno de ansiedad social (F40.1): se observó un 56,3% de recuperación clínica, un dato especialmente destacable dada la alta evitación social y la baja motivación terapéutica que suelen presentar estos pacientes al inicio.
  • Agorafobia y trastorno de pánico (F40.0 y F41.0): el 55,6% de los pacientes se recuperó clínicamente, lo que confirma la utilidad de la TCC también en trastornos de ansiedad con síntomas físicos marcados.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (F42): en este grupo clínicamente complejo, el 47,5% alcanzó la recuperación clínica, lo que respalda el valor de intervenciones como la exposición con prevención de respuesta dentro del marco de la TCC.
  • Trastorno de estrés postraumático (F43.1): el 50,9% de los pacientes mostró recuperación clínica, y solo un 2,4% presentó empeoramiento, un resultado especialmente relevante dada la gravedad habitual de estos cuadros.
  • Fobia específica (F40.2): aunque menos frecuente, fue uno de los diagnósticos con mejor evolución: el 67,9% se recuperó en síntomas depresivos, con mejoras también en el malestar general, aunque muchos partían de niveles bajos de distrés.
  • Trastorno de personalidad borderline (F60.3): pese a la complejidad clínica y la frecuente comorbilidad, el 39,2% de los pacientes alcanzó recuperación clínica, y un 18,5% adicional presentó mejoras relevantes sin salir del rango clínico.
  • Trastornos psicóticos (F20-F29): aunque con menor representación en la muestra, el 45,7% de los pacientes mostró recuperación en los síntomas depresivos.

Además, otros trastornos —como los somatomorfos, de ansiedad generalizada, bipolares, alimentarios y de inicio en la infancia—, también evidenciaron mejoras clínicamente relevantes, con tasas de recuperación generalmente situadas entre el 45% y el 55%.

Por último, el estudio revela una tendencia clara: los y las pacientes con un único diagnóstico clínico mostraron mayores tasas de recuperación (56,9% en síntomas depresivos y 51,1% en malestar general), mientras que aquellos/as con cuatro o más diagnósticos presentaron cifras más bajas (40,8% y 31,3%, respectivamente), lo que indica que la comorbilidad puede influir en la evolución clínica, sin impedir mejoras significativas.

Terapia cognitivo-conductual en atención ambulatoria universitaria: sólida y eficaz

Este estudio proporciona evidencia sólida de que la TCC es altamente eficaz cuando se aplica en condiciones naturalistas, es decir, fuera del entorno altamente controlado de los ensayos clínicos aleatorizados. A pesar de la diversidad de pacientes y la variabilidad de los tratamientos (número de sesiones, modalidad presencial u online, combinación con terapia grupal), los resultados muestran que la TCC puede ser eficaz en una amplia gama de contextos.

Esto es especialmente relevante con respecto a la implementación de la Psicología en atención primaria y ambulatoria, donde muchas veces se trata a pacientes con comorbilidades, niveles variados de gravedad y sin posibilidad de tratamientos perfectamente estandarizados. La posibilidad de lograr mejoras clínicamente significativas con TCC en estos entornos refuerza su valor como intervención de primera línea en salud mental.

Conclusión: la TCC funciona

La investigación confirma que los beneficios de la TCC documentados en ensayos clínicos también se replican en la vida real. El uso de medidas validadas, una muestra amplia y representativa, y la aplicación sistemática de la TCC en entornos clínicos reales constituyen un respaldo firme a esta modalidad terapéutica. En tiempos de alta demanda en salud mental, contar con tratamientos eficaces, estructurados y escalables como la TCC es clave para mejorar el acceso, reducir el sufrimiento psicológico y optimizar los recursos del sistema sanitario.

Fuente: Velten, J., Christiansen, H., Hoyer, J., In-Albon, T., Lincoln, T., Lutz, W., … & Rubel, J. A. (2025). Effectiveness of cognitive behavioral therapy for adult mental disorders: A large-scale naturalistic study across 29 university outpatient clinics. Behaviour Research and Therapy, 186, 104691. https://doi.org/10.1016/j.brat.2025.104691

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