La necesidad de mejorar la atención de las personas en servicios residenciales y eliminar las prácticas de contención

17 Mar 2021

La Comisión de Calidad de la Atención del Reino Unido, una comisión independiente encargada de regular la calidad asistencial, ha publicado un informe en el que analiza el uso de medidas de contención, reclusión y segregación en los servicios de atención para personas con dificultades de aprendizaje, con trastornos del espectro autista y/o con problemas de salud mental.

En el informe, titulado “Fuera de vista, ¿a quién le importa?” (Out of sight – who cares?), los expertos solicitan que se mejoren los recursos y servicios basados en la comunidad en cuanto a educación, salud y atención para estas personas, debido a que los servicios residenciales actualmente disponibles no cuentan con las garantías de protección de los derechos humanos.

Fuente: www.pexels.com Artista:
Rahul Shah Fecha descarga: 06/11/2020

Específicamente, el documento señala la aplicación generalizada y habitual de diferentes prácticas restrictivas que, en muchos casos, se podrían evitar, como la restricción física, la contención farmacológica (utilización de fármacos para calmar a una persona), la tranquilización rápida (inyección de fármacos) y la restricción mecánica (cuando se utiliza un dispositivo, como un traje o un arnés de seguridad, para controlar el comportamiento de una persona).

Asimismo, la reclusión es otra opción utilizada para manejar situaciones difíciles en estos centros, que si bien debe utilizarse durante el menor tiempo posible, se observa que es una práctica abusiva, que se mantiene horas sin supervisión, incluso una vez que la persona se ha calmado. Las salas donde se hace este aislamiento no cumplen con las garantías de calidad necesarias: carecen de luz natural o aire fresco, muchas no tienen acceso a un baño, están vacías o sin muebles, las personas no pueden pasar a ellas con sus efectos personales (como ropa de abrigo…), etc., lo que tiene un impacto psicológico negativo en las personas, empeorando su salud física y mental y afectando a sus patrones de sueño, según se advierte en el informe.

Los servicios que utilizan la segregación o separación de una persona a largo plazo tampoco proporcionan entornos físicos adecuados, es decir, espacios que ayuden a las personas a recuperarse. A este respecto, el informe denuncia que en algunos casos estas personas carecen de acceso a espacios exteriores, su alojamiento está en condiciones insalubres y no cuentan con menaje suficiente para poder vivir con dignidad. Asimismo, muchos servicios olvidan que la meta del tratamiento debe ser la reintegración de estas personas en la comunidad, y las recluyen en estos alojamientos de manera indefinida.

Teniendo en cuenta la atención que se presta a estas personas y sus graves consecuencias en su bienestar psicológico, los expertos establecen las siguientes recomendaciones:

  • Las personas con dificultades de aprendizaje, con trastornos del espectro autista y/o problemas de salud mental deben recibir apoyo para poder tener una vida plena dentro de su comunidad. Esto requiere una mayor agilidad en los tiempos de atención, a través de diagnósticos tempranos, servicios de apoyo local y equipos de intervención en crisis.
  • Alternativamente, las personas que están siendo atendidas en entornos hospitalarios deben recibir atención especializada de alta calidad, centrada en la persona y en servicios asistenciales con un número reducido de pacientes. Para alcanzar esta meta, se debe contar con personal adecuado y específicamente capacitado para satisfacer sus necesidades y brindarles apoyo a lo largo del proceso hasta el alta hospitalaria, a través de una atención digna y sin vulnerar sus derechos humanos.
  • Se deben invertir más esfuerzos en reducir las prácticas restrictivas por parte de todos los servicios de atención médica y social, o de cualquier otro dispositivo. A pesar de generar un impacto psicológico negativo en los destinatarios de estos servicios, todavía siguen empleándose las restricciones físicas e inmovilizaciones como forma de contención. Si bien en casos extremos puede ser la única alternativa, muchas de estas prácticas no son necesarias cuando se aplican y podrían evitarse. Por tanto, estas prácticas no deben establecerse como una forma habitual para prestar cuidados a ninguna persona.
  • Se deben establecer medidas más eficaces de supervisión de la calidad de atención que se presta a las personas con dificultades de aprendizaje, con trastornos del espectro autista y/o problemas de salud mental, puesto que es la única vía para garantizar un trato digno.

Se puede acceder al documento en el siguiente enlace:

Out of sight – who cares?

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