El Ministerio de Sanidad confirma la pronta actualización de la Estrategia de Salud Mental

18 Feb 2021

El pasado día 2 de febrero, el pleno del Senado debatió una interpelación del Grupo Parlamentario Ciudadanos, sobre la Estrategia Nacional frente a la ola silenciosa en Salud Mental, que está afectando especialmente a la infancia, personas en tratamiento, mayores y familias socioeconómicamente vulnerables.

La senadora interpelante, Ruth Goñi Sarries, comenzó su intervención poniendo de relieve la trascendencia de evitar que nos arrase una ola “invisible y silenciosa” que ya nos está afectando: el impacto de la pandemia sobre la salud mental de los ciudadanos, que está incidiendo especialmente, en los niños, las personas mayores, las personas que ya estaban en tratamiento en salud mental antes de la pandemia y las familias socioeconómicamente vulnerables.

Tal y como manifestó, ya antes de la pandemia, la prevención y el tratamiento adecuados de la salud mental era una “asignatura pendiente” en España, y un problema que se ha incrementado exponencialmente ante la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo.

Foto: Pixabay Fuente: pexels Fecha descarga: 15/02/2021

A este respecto, expuso datos del Cibersam, que indican que el 65% de la población española ha manifestado síntomas de ansiedad y cuadros depresivos desde el inicio de la pandemia, para recordar la necesidad de centrarse a corto plazo en el tratamiento y en el apoyo a las personas vulnerables, y emprender acciones inmediatas para garantizar a medio y largo plazo la prevención y el acceso a profesionales de salud mental, brindando a su vez, “la información necesaria para eliminar tabúes y prejuicios”.

Recordando que la OMS prevé que los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030, la senadora por Ciudadanos advirtió de que esta ola invisible “de la que nadie habla” está impactando en numerosos ciudadanos, siendo prioritario comenzar a prevenir, dado que, de no hacerlo, “las consecuencias van a ser muy duras, muy largas en el tiempo y con un coste personal, social y económico altísimo”.

Con respecto a los colectivos más afectados, Ruth Goñi alertó de las mayores dificultades que presentan las personas con un trastorno mental para afrontar situaciones estresantes como la que estamos viviendo y el consecuente riesgo de recaídas, más aún, cuando la pandemia ha evidenciado “la precariedad estructural de nuestro sistema sanitario”. Asimismo, lamentó el impacto de la COVID-19 en la salud mental de los y las mayores y puso de manifiesto sus dificultades para adaptarse a la nueva normalidad “cuando esta llegue” y la relevancia de “no dejarlos atrás una vez más”, evitando la soledad no deseada.

En el caso de los niños, las niñas y los/as jóvenes, señaló la mayor vulnerabilidad de los jóvenes por su situación de paro y sus escasas perspectivas de futuro, y subrayó la importancia de la atención inmediata a los más pequeños y las más pequeñas por parte de psicólogos/as y médicos, debido al aumento de consultas de madres y padres por múltiples motivos: problemas de conducta alimenticia, miedo a ir al colegio, etc.

Otra de las consecuencias de la pandemia es el ingente aumento en el consumo de ansiolíticos y psicofármacos en España, disparándose un 20% más, así como un gran consumo y e incremento en las ventas de psicofármacos y de aquellos medicamentos que no exigen receta –con diferencias de género en el aumento de consumo de tranquilizantes y antidepresivos, una diferencia que afecta notablemente a las mujeres-, al igual que ha subido el consumo de alcohol y de otros fármacos, debido al problema para acceder a drogas ilegales como cocaína o cannabis.

Dado lo anterior, y teniendo en cuenta la situación presente que está generando problemas de salud mental o agravando los ya existentes (a lo que se suman “los suicidios, porque aún no hemos hecho ese plan nacional de prevención del suicidio), Ruth Goñi instó al Ministerio de Sanidad a trabajar de forma conjunta para cuidar la salud de todos los ciudadanos.

En respuesta a esta interpelación -en nombre del Gobierno-, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, reconoció las dificultades en el contexto actual de pandemia para adaptarse psicológica y emocionalmente a la incertidumbre, a los cambios y al miedo a la enfermedad, así como el aumento de sentimientos de ansiedad y aislamiento generados ante las nuevas realidades como el teletrabajo, el desempleo temporal, o la falta de contacto físico con familiares y/o amigos.

De igual modo, aseveró que la situación de emergencia sanitaria en la que nos encontramos ha situado a los/as profesionales de la salud en una situación sin precedentes, en la que han tenido que desempeñar su trabajo “en condiciones extremas y, además, con el consiguiente agotamiento físico y emocional”. A este respecto, valoró positivamente la puesta en marcha, junto con el Consejo General de la Psicología, del servicio telefónico de atención psicológica y de apoyo a la población más afectada por la COVID-19, un servicio orientado al “manejo del estrés en situaciones de malestar para prestar apoyo asistencial a las personas con dificultad”, y cuyo balance final mostró que “se habían cumplido ampliamente los objetivos”: se atendieron 13.000 llamadas y se evidenció la necesidad de contar con un dispositivo que ofreciera una garantía de calidad y de profesionalidad de primera atención psicológica a las dificultades emocionales y a los problemas psicológicos derivados de la pandemia. Asimismo, de acuerdo con la Ministra de Sanidad, el servicio fue valorado por la American Psycological Association, como uno de los proyectos más innovadores, diferenciales y ejemplo de buenas prácticas psicológicas en el afrontamiento de la pandemia.

En esta misma línea, Carolina Darias señaló una serie de iniciativas que se están llevando a cabo, entre ellas, la formalización de un convenio entre el Ministerio de Sanidad, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, el Consejo General de la Psicología y el de Enfermería de España, la Fundación Galatea y la Fundación La Caixa para impulsar una plataforma de atención psicológica telefónica, por videoconferencia y online, a profesionales sanitarios de toda España que se encuentren en situación de sufrimiento emocional por la crisis de la COVID-19.

Aseverando que el cuidado de la salud mental es una de las asignaturas pendientes que debe abordar el Ministerio de Sanidad, la ministra subrayó la intención de seguir trabajando en la actualización de la Estrategia nacional de Salud Mental, considerándolo como un instrumento muy importante cuyo objetivo es mejorar la salud mental de la población en todos los niveles y en todos los ámbitos de atención del Sistema Nacional de Salud.

En este sentido, adelantó que, actualmente, dicha estrategia se encuentra ya “en una fase muy avanzada” y que se está trabajando en ella con las sociedades científicas y con las comunidades autónomas, concediendo especial prioridad a “la prevención, la detección precoz y la atención a aquellas conductas que nos hagan estar alerta, especialmente en relación con el suicidio”; asimismo, explicó que hay un grupo multidisciplinar en colaboración con asociaciones de prensa y asociaciones de salud mental y de víctimas y que se está constituyendo un grupo de trabajo con Unicef para abordar de forma específica e integral la línea estratégica de salud mental infantil.

La Ministra de Sanidad finalizó el debate aseverando que la salud mental de la población en todos los ámbitos de nuestro Sistema Nacional de Salud es un elemento central del Ministerio y sugiriendo la posibilidad de compartirla con el Pleno del Senado, con el objeto de hacer aportaciones conjuntas antes de finalizar la sesión.

Se puede acceder directamente a la sesión del pleno a través del siguiente enlace:

Interpelación sobre la estrategia nacional frente a la ola silenciosa en salud mental, que está afectando especialmente a la infancia, personas en tratamiento, mayores y familias socioeconómicamente vulnerables  

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