“La terapia online ha venido para quedarse. Eso no quiere decir que sea el final de la terapia cara a cara”-Entrevista Soledad Quero Castellano, profesora titular de Psicología – Universitat Jaume I

28 May 2021

La aparición de la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un reto para la aplicación de los tratamientos psicológicos. La necesidad imperiosa de realizar intervenciones en un contexto de distancia física ha hecho aún más evidente en el último año la importancia de que los tratamientos puedan aplicarse a través de Internet.

Y en este sentido, son muchas las investigaciones que han puesto de manifiesto que un tratamiento auto aplicado a través de Internet puede ser adecuado para el abordaje de los trastornos mentales como la depresión o los trastornos de ansiedad. Su uso ofrece además ventajas importantes en términos de alcance, flexibilidad, ahorro de costes y confidencialidad.

Foto: Soledad Quero Castellano

Y así lo expondrá Soledad Quero Castellano, profesora titular de Psicología de la Universitat Jaume I, en el simposio que coordinará en el CNP2021 bajo el título “Intervenciones psicológicas basadas en Realidad Aumentada e Internet: últimos avances en fobias específicas, depresión, duelo prolongado y promoción del bienestar psicológico”, donde además mostrará también las posibilidades que las TICs, por un lado, ofrecen para romper barreras para superar el miedo y la Realidad Aumentada, por otro, para mejorar la eficacia de la técnica de exposición (a través de la variabilidad estimular) para el tratamiento de la fobia a las cucarachas.

De todo ello nos hablará en profundidad en la entrevista que le realizamos a continuación:

ENTREVISTA

En el simposio que coordina, se mostrarán estudios que analizan la eficacia de las intervenciones psicológicas vía Internet. ¿Podría hacernos un resumen de esos estudios? 

El primer tratamiento es un tratamiento auto aplicado a través de Internet y es la primera vez que hemos desarrollado, que sepamos, en español, un tratamiento auto aplicado para el trastorno de duelo prolongado que ha sido recientemente reconocido ya como trastorno con entidad específica por la CIE-11. Es un estudio de «n igual a 1» que estamos recogiendo en este momento.  Ya tenemos algunos pacientes que están auto aplicándose tratamiento y aunque no disponemos todavía de los datos preliminares, presentaremos en el simposio los que tengamos de este primer trabajo que es un poco más reciente.

Sobre el segundo tratamiento a través de Internet que presentaremos en el simposio si tenemos datos y es un tratamiento auto aplicado a través de la Red para el tratamiento de la depresión en atención primaria. Es un tratamiento basado en mindfulness con dos formatos: uno auto aplicado a través de Internet en la plataforma que tenemos en la universidad y en este tratamiento hemos comparado dos condiciones, la condición auto aplicada a través de Internet frente a la aplicada en grupo, cara a cara, y frente al tratamiento habitual que en atención primaria que suele ser farmacológico, brindado por el médico de atención primaria. Es muy interesante el resultado porque pone de manifiesto que terapias de baja intensidad basadas en mindfulness son eficaces para la depresión, frente a los resultados del TAU, es decir, frente al tratamiento habitual (este sería el segundo formato de aplicación).

¿Esos mismos resultados de los que habla podrían obtenerse en una terapia presencial?

Sí. Exactamente igual. De hecho, el grupo de terapia cara a cara es el habitual, lo que pasa es que se hace en formato grupal. Es una terapia basada en mindfulness, es decir, en terapias de tercera generación que están obteniendo resultados en la depresión. La principal ventaja de esto es que una terapia muy breve, o bastante breve…y está aligerando listas de espera. Estamos trabajando en atención primaria en salud pública y esto es lo más importante de este estudio.

En esta crisis sanitaria, hemos visto que la terapia online ha demostrado su eficacia o su conveniencia en estas situaciones. Pero, ¿cree que ha venido para quedarse?

La pandemia que estamos sufriendo ha venido a poner de manifiesto lo que nosotros ya estábamos trabajando durante muchos años en nuestro grupo de investigación, la necesidad de llegar a más personas a distancia. Pero, además de ponerlo de manifiesto, muchos servicios han tenido que hacer terapia online a través de videoconferencia, que es como cara a cara, pero mediante videoconferencia y yo considero que tiene muchísimas ventajas y creo que ha venido para quedarse. Eso no quiere decir que sea el final de la terapia cara a cara, porque podemos hacer tratamientos combinados que se llaman ‘blendes’ donde yo puedo hacer videoconferencia cara a cara y llegar a más personas fuera de mi ciudad, por ejemplo, e incluso de otros países de habla hispana y hacer también parte auto aplicada.

Y lo mismo en atención primaria. Puede ser parte auto aplicado y está la especializada claramente que son los PIRES. En salud mental especializada, la persona requiere el cara a cara, no puede ser solo online, pero a niveles de intervención más bajo, en atención primaria, parte de ese tratamiento puede ser online y parte puede ser cara a cara y podemos además prevenir problemas y que no se cronifiquen.

Y además es muy importante recordar, con respecto a atención primaria, que los tratamientos que normalmente se administran son farmacológicos y hay estudios de metaanálisis, muchísimos, que ponen de manifiesto que no son los más eficaces. Es mucho más eficaz la terapia psicológica. Varios tratamientos psicológicos se han mostrado eficaces para la depresión más que el farmacológico y también la combinación.

Habla de tratamiento auto aplicado. ¿Podría explicar cómo un paciente trabaja con este método?

Ellos (los pacientes) entran con un usuario y un password y se van auto aplicando los módulos de tratamiento de forma secuencial. Cuando superan el anterior pueden continuar y siempre pueden repasar, que esa es otra de las ventajas y los módulos, todos, tienen una estructura parecida. Es una introducción de qué contenidos se van a trabajar. Contenidos que se presentan con mucho material audiovisual, con vídeos que los hacen más atractivos, con imágenes, siempre hay ejercicios de las técnicas que les vamos explicando, como, por ejemplo, la activación comportamental para el estado de ánimo deprimido, cuál es la relación entre la actividad y el estado de ánimo, y ejercicios y tareas para casa. Y al final, preguntas de autocomprobación, dándole la respuesta y, en función de la respuesta, el programa le dice que puede continuar o que estaría bien que repasara porque a lo mejor ha dado dos o tres respuestas mal.

Y va pasando de módulo a módulo. La evaluación también se hace online, el pretratamiento y postratamiento.

Además de la depresión y el duelo prolongado, ¿se podrían tratar otros trastornos con la terapia online?

Sí. De hecho, a través de la terapia online, los estudios de metaanálisis lo que plantean es que son ya eficaces cuanto más grave es el efecto. Está comprobada su eficacia para el tratamiento de los trastornos emocionales, trastornos de ansiedad y trastornos depresivos afectivos y para otros trastornos que no son los trastornos emocionales, como el juego patológico o para el juego problemático, para problemas de dolor, de salud, me refiero. No solamente para el duelo. De hecho, para el duelo hay poco de intervención online.  

Por lo tanto, para muchos problemas, aunque eso no quiere decir que sea para todo. Para problemas graves algunas partes sí que podría ser. Podríamos utilizar online para la psicoeducación, por ejemplo. O podríamos tener un módulo online para que las personas con un trastorno límite de la personalidad aprendieran técnicas de mindfulness.

Para muchos trastornos sí que puede funcionar. Pero ahora lo más importante, más que pensar en trastornos, es que tenemos que afinar más. ¿Por qué? Porque la barrera que tenemos con los tratamientos aplicados a través de Internet es la alta tasa de abandonos, la poca adherencia. Siempre hay un 30%, plantea la literatura, y además no para todas las personas es idóneo. Hay estudios que están viendo para que personas, con qué características, que pueden ser demográficas o clínicas, es más adecuado un tratamiento online y para qué personas, porque hay personas que lo rechazan. Tenemos proyectos donde lo vemos, personas que prefieren cara a cara y no entran en esos proyectos. Y ahí es donde se está poniendo la lupa ahora, en los tratamientos online.

¿Puede ser la gente joven más receptiva para ese tratamiento online?

Sí. Son digitales. Y además es mucho más atractivo y en función del problema que puedas pensar para gente joven, como, por ejemplo, en el trastorno del juego, con el tema de la prevención es mucho menos estigmatizador recibir un tratamiento auto aplicado y el joven va a estar mucho más abierto y va a fomentar la adherencia, es más atractivo y no hay nadie que le está diciendo, sino que se lo está auto aplicando y eso facilita.

Los jóvenes son uno de los colectivos que más está sufriendo las consecuencias de la pandemia. Sin embargo, por falta de medios económicos o de recursos en la sanidad pública, muchos no reciben asistencia. ¿Podrían las TIC ser un medio para atenderles sin que les cueste demasiado? ¿Son más baratas las soluciones online como parece?

Yo creo que sí. De hecho, las TICs son más baratas. Gratis no pueden ser. Pero son más baratas que una sesión cara a cara con un terapeuta.

De los trabajos que se presentan, me llama la atención el uso que se hace de las TICs para superar el miedo. ¿En qué consiste esta terapia? ¿Qué beneficios obtiene el paciente?

De los dos estudios que presentamos, uno es un tratamiento auto aplicado a través de Internet para la fobia a volar. Es un programa sencillo porque hablamos de una fobia que no provoca sufrimiento. El programa permite hacer la exposición online a través de Internet a imágenes fijas o navegables, es decir, donde tengo más inmersión. Imágenes acerca de la preparación de la maleta, del aeropuerto, del avión…y son reales. Nos dieron permiso para ir al aeropuerto de Valencia, son imágenes reales del aeropuerto, de un avión que nos dejaron para hacer todas estas fotos reales de vuelo y la persona se auto aplica este programa y hace la exposición en el propio ordenador.

Ya vamos por el segundo estudio controlado, ayudando a gente de distintas partes del mundo que habla español que tiene fobia a volar.

Y el otro estudio que vamos a presentar es el de la realidad aumentada. Es un tipo de realidad virtual donde la mayor parte de lo que ve la persona es real y lo único que es virtual sería en este caso el objeto fóbico, el estímulo fóbico que sería la cucaracha.

Lo que queremos presentar en este simposio es un ‘n igual a 1’ que sería un primer estudio preliminar con cuatro pacientes donde vamos a poner a prueba este sistema de realidad aumentada. Queremos poner a prueba esa hipótesis, esa variabilidad estimular, que yo pueda hacer la exposición en una única sesión donde estoy máximo tres horas. Nosotros sabemos que la exposición en vivo es la mejor, pero se puede todavía mejorar la eficacia no solamente la aceptación porque la realidad virtual mejora la aceptación porque es menos aversivo.

Algún estudio experimental pone de manifiesto que a corto y a largo plazo la variabilidad estimular maximiza, es decir, la generalización o el retorno del miedo es menor. El sistema nos permite manejar el grado de control, tener muchas, pocas, matarlas, que te persigan, nos permite hacer muchas cosas ese sistema y, además, tú ves proyectadas las cucarachas o las arañas que también tenemos, encima de la mesa o tú puedes poner la mano ahí y la ves con tu mano o puedes poner tu pañuelo o tu bolso…  

Eso lo hacemos con la realidad aumentada. Con la realidad real es muy difícil.

En esa sesión de solo tres horas, ¿la persona puede superar la fobia a las cucarachas?

La puede llevar mejor y la puede superar. Luego, la persona tiene que continuar exponiéndose y buscar y hacer las conductas que no hacía. Si no bajaba al sótano o no bajaba la basura, en lo que le está interfiriendo en su vida. Y después al mes haces un seguimiento y ves cómo cambia más, como cualquier otra fobia.

Ya ha asegurado antes que no, pero nos gustaría incidir en ese punto. Si finalmente lo que muestran estos trabajos se afianza, ¿estaríamos ante el fin de la terapia cara a cara?

Para nada, pero es muy importante resaltar las barreras que tenemos, no solamente en el rechazo de algunos pacientes, que creo que es lo menos importante, porque sí que algunos no quieren, pero no son tantos, sino y, para mí es lo más importante, es la barrera de los profesionales y la formación de esos profesionales en las Tics. Tenemos que formar a los futuros psicólogos generales sanitarios, a los futuros psicólogos clínicos en el uso, en saber las buenas prácticas que la tecnología ofrece, pero también cómo saber diseñar un módulo auto aplicado que es lo que nosotras estamos haciendo. 

Se puede acceder a la entrevista completa aquí:

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