Intervenciones comunitarias eficaces para reducir el consumo de drogas, guía de la EMCDDA

19 Ene 2023

¿Qué papel juegan las intervenciones sociales y sanitarias en la prevención del consumo de drogas? Esta cuestión es la que aborda la guía Local communities and drugs: health and social responses (Comunidades locales y drogas: respuestas de salud y sociales), elaborada por la European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA).

La guía está disponible en versión digital y realiza una revisión de la literatura existente sobre la eficacia de las intervenciones para la prevención del consumo de sustancias que se pueden implementar a nivel local o comunitario.

Según se explica en el texto, las respuestas sanitarias y sociales a los problemas de drogas son todas las acciones o intervenciones que se aplican para hacer frente a las consecuencias sanitarias y sociales negativas del consumo de drogas ilícitas, como las muertes, las enfermedades infecciosas, la dependencia, los problemas de salud mental y la exclusión social.

Autor: Ingo Joseph Fuente: 
pexels Fecha descarga: 18/01/2023

El desarrollo y aplicación de estas respuestas, ya sea a escala comunitaria, nacional, local o individual, implica tres pasos básicos: identificar la naturaleza de los problemas de drogas que deben abordarse, seleccionar las intervenciones potencialmente eficaces para abordar estos problemas; y aplicar, supervisar y evaluar el impacto de estas intervenciones.

De acuerdo con el documento, los planes comunitarios sobre drogas constituyen un elemento esencial para el abordaje exitoso de los problemas de consumo de drogas a nivel local.  Si bien el nivel al que se elaboran estos planes varía de un país a otro, en función de sus estructuras administrativas y responsabilidades, generalmente tienen en cuenta en su diseño a los propios consumidores de drogas y a las comunidades locales. Este proceso de consulta previo garantiza que las actuaciones sean más precisas para cada contexto local, así como ayuda a reducir el estigma hacia las personas que consumen drogas y promueve el entendimiento entre los diferentes miembros de la comunidad, mejorando su participación en los programas.

Asimismo, las comunidades permiten, tal y como se explica en la guía, implementar programas a nivel de prevención ambiental y multicomponente, dirigidos a proporcionar entornos más seguros y saludables frente al consumo de drogas, especialmente para los jóvenes. Estas actuaciones están diseñadas específicamente para cambiar el contexto en el que las personas toman decisiones y apoyar elecciones más saludables y pueden actuar sobre el entorno físico, por ejemplo, limitando la disponibilidad y el acceso al alcohol, los productos del tabaco y otras sustancias; y sobre el entorno social, por ejemplo, reforzando las normas y actitudes de no consumo.

Tal y como explica la EMCDDA, algunas intervenciones de desarrollo comunitario o actividades recreativas para jóvenes en la comunidad se centran en el desarrollo de habilidades para la vida y la autoestima mediante la oferta de una serie de actividades (en ámbitos como el deporte, la música o los proyectos creativos y el voluntariado). Su objetivo es mejorar los factores de protección y reducir los factores de riesgo, así como ofrecer alternativas al consumo de sustancias, la delincuencia y la participación en bandas a los jóvenes vulnerables.

Los servicios de proximidad basados en la comunidad también pueden ser un componente importante de las estrategias locales de prevención de drogas y reducción de daños para grupos vulnerables. En general, el objetivo es establecer contacto con personas y grupos a los que es difícil llegar a través de servicios fijos o canales tradicionales de educación sanitaria. El objetivo general de los técnicos que trabajan en estos servicios es establecer contacto y generar una relación con las poblaciones destinatarias hasta conseguir que se les acepte como fuentes de información y asesoramiento fiables y bien informadas. Estos servicios varían mucho y pueden estar dirigidos por trabajadores sociales o por compañeros formados. Los grupos destinatarios pueden ser desde jóvenes de la calle hasta consumidores de drogas de alto riesgo y profesionales del sexo.

Otras intervenciones dirigidas por iguales también pueden dar buen resultado, siempre que estén basadas en buenas prácticas apoyadas por la literatura científica. Estos servicios deben tener especial cuidado en torno a las cuestiones de confidencialidad, la definición y el respeto de los límites y la protección de la salud y la seguridad de los miembros del equipo de trabajo.

En definitiva, según se explica en la guía, las intervenciones en materia de drogas en la comunidad incluyen: el desarrollo de políticas e intervenciones en materia de drogas que aborden las molestias y los daños que sufren las comunidades; la participación de la comunidad en la prestación de servicios, como los programas de prevención de drogas multicomponentes; las actividades de prevención ambiental y de divulgación para las personas que no participan en los servicios.

Según subrayan los expertos, la participación de la comunidad puede garantizar que los servicios se ajusten a las necesidades locales y cuenten con el apoyo de la población local. En algunas zonas se puede considerar la creación de salas de consumo de drogas, programas de intercambio de agujas y jeringuillas u otras medidas de reducción de daños, con el fin de reducir las molestias derivadas de las escenas callejeras relacionadas con el consumo de drogas.

En definitiva, la intervención comunitaria es un mecanismo de acción fundamental en materia de prevención de drogas, si bien la investigación sobre este tipo de prácticas todavía es muy limitada. En este sentido, la EMCDDA anima a los investigadores y profesionales a ampliar los estudios sobre su eficacia.

El manual reconoce algunas buenas prácticas como el modelo Communities That Care, que se implementa en países como Croacia y Países Bajos y que se centra en la identificación de los factores de riesgo y de protección frente al consumo de drogas de los grupos de jóvenes a los que va dirigido, así como los buenos resultados obtenidos a través de otras intervenciones prometedoras y más novedosas encaminadas al rediseño de los espacios urbanos en los barrios y comunidades en mayor riesgo de consumo.

La información de la guía está organizada en secciones que ofrecen una visión de conjunto, cuestiones clave, la evidencia de las intervenciones disponibles, el panorama europeo, las implicaciones para la elaboración de políticas y prácticas de intervención y algunas infografías y datos gráficos.

Se puede descargar el recurso en el siguiente enlace:

Local communities and drugs: health and social responses

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