El tratamiento psicológico: clave en el abordaje de la fibromialgia

17 Jun 2022

El tratamiento psicológico no ha de interpretarse como una terapia alternativa, sino como una terapia esencial, junto con el tratamiento médico y el ejercicio físico aeróbico moderado, en el tratamiento de la fibromialgia.

Así lo afirma una guía publicada por la ADFM (Asociación de Divulgación de Fibromialgia) dirigida a todas las personas a quienes se les ha diagnosticado recientemente de fibromialgia, así como aquellas que también se ven afectadas por esta enfermedad: familiares, amigos y personal sanitario.

Tal y como se define en el manual, la fibromialgia es una enfermedad frecuente que afecta aproximadamente a un 2%-6% de los/as pacientes que consultan al médico de familia y a un 10%-20% de aquellos/as que consultan al reumatólogo, y se caracteriza por la existencia de muchos síntomas juntos al mismo tiempo. El síntoma cardinal es el dolor generalizado del aparato locomotor, es decir, músculos, ligamentos y articulaciones, pero se acompaña también de cansancio importante, alteraciones del sueño, pérdida de concentración y memoria, ansiedad y tristeza, entre otros.

Foto: Mart Production Fuente: pexels Fecha descarga: 08/04/2022

A lo largo de sus páginas y con un lenguaje claro y preciso, la guía informa al paciente de la naturaleza de su enfermedad, los síntomas y el diagnóstico, tranquilizándole acerca de su gravedad y centrando sus expectativas en objetivos alcanzables.

Concretamente, el tratamiento psicológico en las personas con fibromialgia resulta fundamental, junto con el tratamiento médico y el ejercicio físico, desde el abordaje biopsicosocial de la enfermedad.

De acuerdo con el texto, en la explicación de los aspectos que afectan al dolor, se sabe que “determinados procesos psicológicos como la atención en el foco del dolor, determinados pensamientos negativos y/o catastrofistas acerca del mismo, las creencias personales acerca del control personal sobre nuestra enfermedad, y el cómo aceptamos y afrontamos el dolor, son aspectos psicológicos que establecen claras diferencias en la sintomatología y calidad de vida” de distintos pacientes que, desde un punto de vista estrictamente médico, tienen el mismo diagnóstico. A este respecto, el tratamiento psicológico aporta herramientas de gran utilidad para conocer, y modificar en cada caso, aquellos factores psicológicos que contribuyen a incrementar y agravar la sintomatología, aprendiendo nuevos patrones de pensamientos y de comportamientos que pueden contribuir a la mejora de los síntomas.

Según indica la guía, dentro de los diferentes enfoques psicológicos, uno de los enfoques con mayor eficacia contrastada es el denominado cognitivo-conductual, que adopta una perspectiva activa del paciente, entendiéndolo como un agente de su enfermedad.

Desde el tratamiento psicológico también se trabaja en la Terapia de Aceptación y Compromiso. La aceptación constructiva y la búsqueda del significado son elementos centrales en el afrontamiento de la enfermedad.

Se puede acceder a la guía desde la página Web de la ADFM o bien directamente aquí:

Guía de debut en fibromialgia 

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