El bienestar, nueva prioridad para la política de salud de Europa 2020

19 Abr 2013

Por primera vez en la historia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha establecido “la mejora del bienestar de la población” como una prioridad sanitaria. Así lo recoge el último informe de la Oficina Regional Europea de la OMS, que lleva por título: Informe Europeo de la Salud 2012 – trazando el camino hacia el bienestar (European Health Report, 2012 – charting the way to well-being), dado a conocer a finales de marzo de 2013.

Desde hace más de 60 años, la OMS incorporó un nuevo concepto de salud, que establece que la salud se define no sólo por “la ausencia de enfermedad”, sino por “un estado de completo bienestar físico, mental y social”. Sin embargo, hasta la fecha, no se habían determinado los parámetros necesarios para la evaluación del bienestar de los ciudadanos, de tal manera que este aspecto, clave en la definición de la salud, había quedado fuera de los informes de la OMS (centrados en la medida de los índices de mortalidad, morbilidad y discapacidad).

Tal y como ha afirmado Claudia Stein, directora de la división de Información, Evidencia, Investigación e Innovación de la OMS y una de las responsables del informe, “todas las sociedades y culturas valoran el bienestar y la salud casi en la misma medida. El bienestar ha formado parte de la definición de la salud de la OMS desde sus orígenes, (…) Es el momento de que marquemos el camino hacia el bienestar, que está tan íntimamente ligado a la salud”.

En esta línea, el informe presentado por la Oficina Regional Europea de la OMS reconoce expresamente “la mejora del bienestar de la población” como una parte integral de la nueva estrategia sanitaria de Europa 2020, abriendo un nuevo campo de acción. La OMS ha definido un plan de trabajo para poner en práctica este enfoque, que incluye una agenda de colaboración entre los diferentes países, para recopilar, analizar y evaluar indicadores de bienestar, que estén disponibles a finales del año 2013. Asimismo, se ha establecido un plan de estudio que permita hacer uso de esta información para facilitar la elaboración de políticas sanitarias integrales, que contemplen conjuntamente la mejora de la salud y del bienestar de los ciudadanos.

Este informe, además de rescatar el papel del “bienestar”, proporciona los últimos datos sobre indicadores de salud en los 53 países que conforman la Región Europea -tal y como viene siendo habitual cada tres años-. Entre las conclusiones del informe, conviene destacar que:

  • Se han realizado importantes progresos en materia de salud en Europa; no obstante, siguen existiendo serias desigualdades entre los diferentes países.
  • Los europeos vivimos más años. Desde 1976, la esperanza de vida ha aumentado en toda la región alrededor de 5 años, situándose en una media de 76 años en 2010. Como dato a destacar, las mujeres españolas lideran la lista de longevidad en el entorno europeo.
  • La población europea está envejeciendo. Las personas mayores de 65 años representarán a más del 25% de la población total en el año 2050. Sin embargo, se observan diferencias en la esperanza de vida entre hombres y mujeres, y entre los diferentes países y grupos de población. En concreto, la esperanza de vida de las mujeres se situó en los 80 años en 2010, mientras que la de los hombres fue de 72,5 años. Según se detalla en el informe, esta brecha entre hombres y mujeres puede explicarse por las diferencias en los estilos de vida y tipos de ocupación.
  • Se observa un descenso paulatino en los niveles de mortalidad de la población europea (más acentuado en la parte oriental de Europa), siendo las enfermedades crónicas las responsables del 80% de las causas de mortalidad. Dentro de este grupo de enfermedades crónicas, los trastornos cardiovasculares lideran la lista, ocupando el 50% de los fallecimientos, seguidos del cáncer (con un 20%).
  • Las enfermedades transmisibles, aunque menos frecuentes en Europa que en otras regiones del mundo, siguen siendo motivo de preocupación, en particular, la tuberculosis, el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.
  • El consumo de alcohol y tabaco entre la población europea constituyen los factores de riesgo para la salud más prevalentes. Según los datos aportados, se estima que el alcohol es el responsable del 6,5% de las muertes en Europa y que el 27% de la población europea mayor de 15 años es consumidora habitual de tabaco.
  • Las tasas de suicidio en el entorno europeo han disminuido entre el 24 y el 40%, en comparación con el aumento registrado en la década de los 90, si bien esta tendencia se ha enlentecido, coincidiendo con el inicio de la crisis económica en 2008.

Según la nota de prensa emitida por la OMS, Zsuzsanna Jakab, directora de la Oficina Regional Europea de la OMS, advierte que “la Región Europea está experimentando cambios importantes, que están perfilando las próximas prioridades en sanidad y las necesidades de prevención y de atención sanitaria. Las tendencias identificadas en este informe nos ayudarán a anticipar algunos de los retos a los que se enfrenta Europa y a los que tendrá que hacer frente en el futuro cercano”.

Más información en:

European Health Report, 2012 – charting the way to well-being

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