Nos gustaría conocer su opinión acerca de la calidad de los planes de estudio a este respecto. ¿Cree que los estudiantes de Psicología cuentan con una formación adecuada sobre el uso, selección y creación de los tests?
Como es bien sabido, la carrera de Psicología en España es de cuatro años, e incluye una cierta formación metodológica, psicométrica y de psicodiagnóstico. Los estudiantes reciben una formación general razonable, muy por encima de la que reciben en otros países de nuestro entorno, en los que, en algunos casos, pueden obtener el título de psicólogos sin haber pasado ningún curso de formación psicométrica. Ahora bien, ¿es suficiente esa formación para un ejercicio responsable de la profesión? Claramente no, los graduados tienen que seguir formándose en función del campo profesional específico en el que trabajen. Los conocimientos en el ámbito de la evaluación avanzan rápidamente y es obligado para los profesionales mantener una formación continua. Coincidimos con la gran psicómetra Anne Anastasi, que ya en los años ochenta indicaba que la causa más frecuente del uso inadecuado de los tests era la falta de formación de los profesionales.
Bajo su punto de vista, ¿en qué situación se encuentra actualmente el uso de los tests y, la evaluación en Europa?, y ¿cuál es la posición de España con respecto al resto de países europeos?
Europa es muy variada en casi todo y no iba a ser una excepción la evaluación psicológica, hay países con una tradición bien establecida en el ámbito de la evaluación, como Inglaterra, Holanda y los países nórdicos, y otros que están en peor situación. Por ejemplo, en Holanda todos los tests editados han sido evaluados por expertos y los resultados están a disposición de los profesionales. Teniendo en cuenta distintos indicadores, podemos decir que España se encuentra claramente en este grupo de países de cabeza, lo cual no quiere decir que no haya muchas áreas de mejora en las que haya que incidir, y precisamente para ello trabaja la Comisión de Tests.
Según su opinión, en general, ¿qué calidad tienen los tests españoles?
Para que los tests se utilicen adecuadamente es necesario que se den dos condiciones, por un lado que el test tenga las propiedades psicométricas adecuadas, y por otro, que los profesionales que lo utilizan tengan la formación necesaria. Si falla cualquiera de estos dos aspectos la evaluación será deficitaria. En líneas generales los tests editados en España han ido mejorando notablemente en su calidad, a ello ha contribuido la labor cada vez más profesional de los editores españoles, interesados en que sus instrumentos se ajusten a los estándares de calidad propuestos por las organizaciones internacionales, por ejemplo el modelo de la EFPA para la de evaluación de tests. La Comisión de Tests con sus evaluaciones y recomendaciones también ha contribuido en lo que ha podido a esta mejora. Estamos en el buen camino, pero hay que seguir mejorando, nuestros clientes y usuarios nos lo exigen.
Desde hace unos años se ha instalado en todos los ámbitos de nuestras vidas el uso de Internet y de las nuevas tecnologías. ¿Cómo ha influido la aparición de estas nuevas herramientas en la evaluación psicológica?
Es una constante en la historia de la humanidad que los cambios tecnológicos influyen decisivamente en nuestras vidas, la rueda, el dominio del fuego, la pólvora, la imprenta, la electricidad, la energía atómica, nada es lo mismo tras estos avances tecnológicos. De la misma manera, la era digital en la que nos hayamos instalados ahora está alterando nuestros hábitos, entre ellos la forma en la que se lleva a cabo la evaluación de las personas. Y lo hace de distintas maneras, por ejemplo, en algunos ámbitos están aumentando notablemente las evaluaciones online, lo cual plantea nuevos retos, tales como la autentificación de las personas que se están evaluando, o la seguridad de los resultados de la evaluación. También los nuevos desarrollos informáticos están posibilitando la aplicación de las pruebas por ordenador, con las ventajas que ofrecen las pantallas a la hora de presentar ítems sofisticados en su apariencia, y la posibilidad de interactuar a la hora de responder, más allá del mero acierto o fallo, pudiendo detectar estrategias y tiempos de respuesta. Ahora bien, no conviene engañarse, la sofisticación técnica de los tests no garantiza su calidad, las propiedades psicométricas como la fiabilidad y validez no son negociables, hay que garantizarlas.
¿Cuál diría que es el avance más significativo de los últimos años en la tecnología de la evaluación psicológica?
Los grandes avances han venido por la conjunción entre los modelos psicométricos sofisticados derivados de la Teoría de Respuesta a los Ítems (TRI) y los avances informáticos. Si tuviese que citar uno solo me quedaría con los Tests Adaptativos Informatizados que permiten adaptar el test a la persona evaluada, podemos decir que la época del mismo test para todas las personas ha terminado. Alguien puede pensar que si no se utiliza el mismo test con todas las personas entonces no se pueden establecer comparaciones entre ellas. Precisamente los modelos psicométricos de TRI utilizados, permiten salvar ese escollo, pues, aunque se utilicen distintos tests, los resultados vienen dados en la misma escala, y ese sí es un gran paso adelante en la evaluación en las Ciencias Sociales y de la Salud.
¿Piensa que nos estamos adaptando a estos avances a la hora de construir y actualizar los tests?
Los nuevos desarrollos citados no sustituyen sin más a las aproximaciones más clásicas, ambos enfoques conviven perfectamente, dependerá de la situación concreta, que utilicemos un acercamiento u otro. No se trata de matar moscas a cañonazos, en algunos casos las aproximaciones clásicas cubren perfectamente los objetivos planteados por los profesionales, en otros habrá que utilizar los modelos más sofisticados. Eso se refleja también en el desarrollo de los tests, la mayoría se siguen construyendo dentro de un marco clásico, pero cada vez van incorporando más elementos de los nuevos desarrollos.
Pero más importante que el marco psicométrico dentro del que se construyen, lo que tienen que garantizar es que miden de forma adecuada aquello para lo que fueron desarrollados, es decir que tienen una buena fiabilidad y validez, eso no es negociable. Los editores de tests que operan en España están haciendo grandes esfuerzos para adaptarse a los nuevos desarrollos tecnológicos, y en mi modesta opinión, en el contexto europeo, están en primera línea, lo cual no quiere decir que haya que dormirse en los laureles. Los tests están siempre en un proceso continuo de validación, es misión de los profesionales e investigadores el ir aportando evidencias empíricas que vayan aquilatando la validez de las inferencias que se hacen a partir de las puntuaciones de los tests.
En Internet podemos encontrar numerosos “pseudotests” sin ningún tipo de fiabilidad ni base científica en su construcción, ¿qué problemas conllevan estas herramientas? ¿Qué podemos hacer los psicólogos y la población en general para detectarlos?
En Internet hay de todo, y eso vale para los tests y para el resto de información, por eso es cada vez más importante tener un criterio adecuado de selección de la información. Para que podamos usar un test con garantías necesitamos todo un conjunto de datos empíricos que avalen su fiabilidad y validez, y que se recogen de forma sistemática en el manual del test. La mayoría, sino todos los tests que aparecen libres en Internet, carecen de este tipo de estudios, luego no tienen ningún valor científico. Es una responsabilidad ética y deontológica de los profesionales asegurarse de que las pruebas utilizadas en la evaluación están validadas y basadas en evidencias empíricas, como exige la Norma ISO 10667, que regula la evaluación de personas en entornos laborales: debe de existir una documentación técnica para todos los métodos y procedimientos de evaluación que se utilicen. Esta documentación debe de incluir investigaciones basadas en evidencias que apoyen la calidad técnica de dichos métodos y procedimientos. En suma, no vale cualquier cosa que circule por la red, los profesionales deben de asegurarse de que los instrumentos de evaluación que utilizan están debidamente validados.
Finalmente, ¿Cómo ve el futuro de la evaluación psicológica?
El futuro de todo es insospechado, y raramente somos capaces de predecir las cosas realmente importantes, como bien nos mostró Nassim Taleb en su bonito libro El Cisne Negro, pero, en fin, basándonos en lo que está ocurriendo actualmente, cabe esperar que en el futuro haya un aumento sistemático de las evaluaciones online, especialmente en el ámbito de la Psicología del Trabajo y las Organizaciones, y también en Educativa, algo menos seguramente en Clínica, por razones obvias. También iremos utilizando cada vez más Tests Adaptativos Informatizados, que como se comentó antes, ajustan la prueba a la persona en función de las respuestas que va dando a los ítems que se les presentan. La gamificación es otra tendencia de futuro, vamos acercando nuestra tecnología evaluativa a la filosofía de los juegos, seguiremos de cerca los pasos de Mario Bros.
Aparte de estas cuestiones tecnológicas, seguiremos intentando dar respuesta a problemas de fondo como el de la distorsión de las respuestas en los autoinformes, viendo las posibilidades de otros tipos de enfoques, como los Tests de Asociación Implícita, o los planteamientos ipsativos.
En suma, la evaluación psicológica seguirá siendo un campo excitante y de gran interés. No conviene olvidar que sin una evaluación rigurosa no puede haber un diagnóstico preciso, y sin éste, la intervención vuélvese espuria e ineficaz. |