Por imperativo normativo, este último tipo de reconocimiento se
halla dentro del reconocimiento médico, como una especialidad “médica” más; pero
es evidente que no lo es; si la una se dedica estudiar la fisiología del ser
humano en unas circunstancias que le son impropias, como es el medio aéreo, la
otra se dedica a estudiar las reacciones psicológicas y las capacidades
psicológicas en esas mismas circunstancias. Tarea no menor, pues echando
mano de las estadísticas, vemos que en torno al 80% de los incidentes o
accidentes aéreos son debido al error humano, y que de ese 80% casi todos, por
no decir todos, son resultado de causas que entran en el campo de estudio de la
psicología, no de la fisiología.
Los avances en medicina para prevenir los efectos negativos del
medio aéreo en la fisiología humana han sido muy grandes, sobre todo por la
creación de artilugios y máquinas para tal fin. En psicología los avances son
mucho más lentos, a veces por motivos diferentes a la falta de investigación,
pero los hay.
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Desde “casi siempre” el reconocimiento psicológico en el
ámbito militar ha estado presente en el reconocimiento médico de las
tripulaciones de vuelo, pero también desde “casi siempre” ha estado fuera de la
normativa que regulaba estos reconocimientos; simplemente no se recogía en esa
normativa la posibilidad de un reconocimiento psicológico, aunque se llevaba a
cabo de facto.
En el ámbito militar, el reconocimiento psicológico está
“dentro” desde 2011, con la promulgación de la O.M. 23/2011 para el
reconocimiento médico de las tripulaciones aéreas. Desde entonces contamos con
un apartado, en concreto el 17, donde se apunta, se esboza, algo parecido a un
reconocimiento psicológico, que dista mucho de ser un reconocimiento acorde con
la importancia que, desde mi punto de vista, debería
tener. |
Apartados del Capítulo 17: PSICOLOGÍA |
Apartado 405. Déficit significativo en la capacidad intelectual
general. |
Apartado 406. Déficit significativo en las aptitudes específicas
cognitivo-motrices requeridas en la actividad de vuelo. |
Apartado 407. Déficit significativo en los factores específicos de
personalidad implicados en el seguro y eficiente desempeño de las actividades de
vuelo. |
Apartado 408. Cualquier otro déficit que limite el seguro y eficiente
desempeño de su cometido profesional aeronáutico. |
Desde ese momento en 2011, y con la garantía que nos otorga los
4 artículos del mencionado apartado 17 de la O.M. 23/2011, asumimos el
trabajo de explorar aptitudes, actitudes, personalidad y psicopatología de los
aspirantes a una de las licencias que habilita para desarrollar su labor en el
medio aéreo.
En el ámbito civil tenemos el Reglamento UE nº 1178, que dista
mucho de parecerse a la citada O.M. de Defensa.
¿Cómo hacemos esto?
Tenemos que decir, para empezar, que el reglamento militar
(OM 23/11) nos aporta más pautas que el civil, por lo que adaptamos este a
aquel.
En primer lugar, nos enfrentamos al primer impedimento, el
tiempo. Al estar en un contexto eminentemente médico, donde el tiempo medio de
consulta es de 10 minutos, el reconocimiento psicológico se convierte en
un obstáculo para las demás especialidades médicas, ya que el tiempo medio de
nuestra exploración es de casi 2 horas. ¿Lo podemos hacer más rápido? Pues sí,
pero desde luego con mucha menos eficacia; de hecho sería muy recomendable
hacerlo con bastante más tiempo si queremos afinar en nuestras conclusiones y
diagnósticos. Por poner un ejemplo, un aspirante a piloto de caza tendría que
ser evaluado por el servicio de psicología de forma detenida, amplia y con el
tiempo necesario para asegurarnos el éxito.
En segundo lugar, contamos desde hace unos dos años con unas
baterías de pruebas informatizadas capaces de explorar las aptitudes, actitudes
y personalidad para desempeñar las funciones requeridas. Dichas baterías aúnan
la informática con la estadística desde la óptica de la Teoría de Respuesta al
Ítem o Teoría del Rasgo Latente, dando como resultados test adaptativos, o sea,
que se acomodan al modo de responder de un sujeto en concreto. Necesitamos
aumentar el número de terminales para dar cabida a más sujetos a la vez y de
este modo solventar el problema citado más arriba.
En tercer lugar, se han confeccionado las baterías
anteriormente señaladas de tal forma que se puedan diferenciar clases de
pilotos; consideramos que no es igual un piloto de caza, que uno de
transporte o uno de helicópteros.
Y por último, se están llevando a cabo una serie de
investigaciones con los datos acumulados, todas ellas encaminadas a
perfilar cada vez mejor los puntos críticos decisorios.
Es necesario comentar que dentro del reconocimiento sanitario,
el reconocimiento psicológico es diferente, especial, ya que debemos prestar
atención a un complejo sistema de variables: no es lo mismo un accidente
provocado por un error de atención del piloto que uno provocado por algún tipo
de psicopatología padecida por él piloto; no es lo mismo un piloto de caza, que
de transporte que de helicóptero; y tampoco es igual un piloto cuya compañía
tenga una política de personal adecuada a otro cuya compañía no goce de ella.
Por lo tanto, el campo que abarca la exploración psicológica es
mayor que el de cualquier otra exploración de los facultativos médicos
especialistas.
En el Servicio de Psicología se exploran las siguientes
aptitudes:
a. Aptitud perceptiva
espacial b. Tiempo de
reacción c. Atención
dividida d. Estado de
alerta e. Resistencia a la
fatiga
f. Capacidad de trabajo
simultáneo g. Capacidad de trabajo bajo
presión h. Aptitud espacial para el
pilotaje i. Razonamiento
inductivo j. Funciones intelectuales
básicas
La exploración de dichas aptitudes no es similar para todos los
tipos de licencias. Depende de las peculiaridades de la función a
desempeñar.
Asimismo se explora la personalidad de base de los
aspirantes en los siguientes factores:
a.
Sinceridad b.
Neuroticismo c.
Extraversión d.
Psicoticismo e.
Depresión f. Psicopatía
Si de esta exploración resultase algún dato significativo,
posteriormente en la entrevista psicológica se profundizaría y si fuese
necesario se complementaría con pruebas clínicas de índole psicopatológico.
Como resultado de esta exploración en torno al 10% resultan no
aptos, sea por aptitudes o por alguna psicopatología.
De acuerdo con la EFPA desde la Psicología se pueden hacer
muchas y valiosas aportaciones a la prevención de accidentes en el mundo
aeronáutico:
-
Aplicación de pruebas psicológicas de screening de las
tripulaciones.
-
Evaluación de la salud mental.
-
Counseling o psicoterapia llevada a cabo por psicólogos
clínicos.
-
Entrenamiento en la gestión de los recursos de la
tripulación.
-
Equipos multidisciplinares de investigación y desarrollo con
especialistas en factores humanos.
-
Consideración de los factores humanos en la investigación sobre
las causas de los accidentes aéreos.
Sólo añadir una pequeña anotación a lo dicho por la EFPA, para
poder participar de algunas de esas actividades debemos tener una normativa que
nos respalde y recoja la necesidad de contar con psicólogos aeronáuticos
reconocidos por las Agencias Estatales de Seguridad Aérea (AESA), y aún más, por
la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).
Por todo lo expuesto, quisiera proponer una serie de mejoras
que, desde mi punto de vista, servirían para reducir el número de incidentes o
accidentes en el medio aéreo:
1. Reconocimiento psicológico
independiente del reconocimiento
médico. 2. Reconocimiento psicológico
concreto y operativo; lo que conllevaría una modificación el Capítulo 17 de la
O.M. 23/11 en el ámbito militar y por supuesto, en la normativa civil
(Reglamento UE Nº 1178). 3. Clara
distinción entre aptitudes, actitudes, personalidad y
psicopatología. 4. Puntos corte
establecidos en aptitudes necesarias para
vuelo. 5. Reconocimientos psicológicos
para iniciales y periódicos y para todos los
grupos. 6. Diferenciación de
reconocimientos según el tipo de licencia y aparato (helicóptero, transporte,
caza, No Tripulado, Controlador…). 7.
Participación en la C.I.T.A.A.M. (Comisión para la Investigación Técnica de
Accidentes de Aeronaves Militares) y en la C.I.A.I.A.C. (Comisión de
Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil).
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