Si siguen inactivos, 500 millones de personas desarrollarán enfermedades crónicas en los próximos años – informe de la OMS

Se deben impulsar sociedades más activas y hacer que el ejercicio diario sea un hábito entre la población, puesto que 500 millones de personas en el mundo tienen un riesgo elevado de desarrollar enfermedades crónicas. Así lo advierte la Organización Mundial de la Salud en el Informe del Estado Mundial sobre la actividad física 2022 (Global status report on physical activity 2022).

El informe analiza la eficacia de las medidas adoptadas por los Gobiernos para promocionar la actividad física entre la población, concluyendo que los 194 países analizados presentan un progreso lento en esta dirección y un escaso compromiso hacia la construcción de sociedades más activas.

En el documento, la OMS recuerda que la realización de actividad física es un factor de protección frente al desarrollo de enfermedades crónicas y que, debido a su efecto positivo en la salud, permite reducir la carga asistencial de los servicios sanitarios con un ahorro económico de alrededor de 27 mil millones de euros en atención médica. Asimismo, la actividad física tiene efectos positivos en el bienestar psicológico de la población, por lo que también disminuye la carga de la salud mental en el mundo.

El documento proporciona los siguientes datos que suponen un importante desafío para los próximos años:

• Menos del 40% de los países disponen de infraestructuras y diseños viales seguros y pensados para promocionar la actividad física, como espacios seguros para caminar o montar en bicicleta del tipo de parques, ciclovías o senderos para peatones.
• El 70% de los países no disponen de medidas de aplicación nacional para promocionar la actividad física de las personas de cualquier edad.
• Menos de la mitad de los países no tienen una política nacional de actividad física y de los que la tienen, sólo el 40% la ha puesto en marcha, es decir, aunque existen políticas no están financiadas ni implementadas.
• Solo el 30% incluye el fomento de la actividad física en las políticas de atención a la infancia y sólo el 40% incluye el fomento de la actividad física como parte del envejecimiento activo.

Debido al estado de la cuestión, la OMS afirma que se necesitan redoblar los esfuerzos para impulsas “sociedades más activas, saludables y justas para todos”. Los gobiernos deben facilitar que los ciudadanos puedan desarrollar actividad física como andar, montar en bicicleta o realizar cualquier otro tipo de deporte, mediante políticas activas que proporcionen ayudas y faciliten el acceso a las correspondientes infraestructuras en entornos clave, como guarderías, centros educativos, dispositivos de atención primaria o el propio lugar de trabajo.

Desatender este aspecto del cuidado de la salud de la población tiene un importante coste, que la OMS estima en 300 mil millones de euros para el año 2030.

En definitiva, los expertos de la OMS realizan un llamamiento para que los países prioricen el impulso del estado físico de los ciudadanos como clave para mejorar la salud y abordar las enfermedades crónicas, y se integre la actividad física en todas las políticas relevantes. La meta debe ser desarrollar programas inclusivos de actividad física para todos y facilitar el acceso a las personas de cualquier edad y condición.

Para alcanzar estas medidas, la OMS recomienda:

• Reforzar la implicación de todo el gobierno y el liderazgo político en materia de actividad física dentro los departamentos gubernamentales y fomentar la concienciación sobre las contribuciones transversales de la política sobre actividad física.
• Integrar la actividad física en las políticas pertinentes y apoyar la aplicación de las mismas con herramientas y orientaciones prácticas.
• Fortalecer las alianzas, involucrar a las comunidades y capacitar a las personas para garantizar que la política y los programas sean pertinentes y sostenibles en las comunidades locales, centrándose prioritariamente en el aumento de las oportunidades para los menos activos, incluidas las personas que viven con discapacidades, las personas mayores y los jóvenes.
• Reforzar los sistemas de datos, la supervisión y la transferencia de conocimientos sobre el nivel de actividad física de la población.
• Garantizar una financiación sostenible y ajustarse a los compromisos de política nacionales, para lo cual es necesario revisar la actual asignación de fondos de los gobiernos a las políticas destinadas a aumentar la actividad física y, cuando sea necesario, examinar las futuras asignaciones.

Se puede descargar en el siguiente enlace:

Global status report on physical activity 2022