La Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con el Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Estimación y Datos de la Violencia contra la Mujer (VAW-IAWGED), ha publicado las Estimaciones de prevalencia de la violencia contra la mujer, 2023, un informe crucial que ofrece una visión actualizada y detallada sobre la magnitud de la violencia de pareja íntima y la violencia sexual perpetrada por terceros a nivel mundial, regional y nacional.
La conclusión principal del informe es alarmante: la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo un problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de proporciones descomunales. Los autores del informe indican que, en 2023, aproximadamente 840 millones de mujeres de 15 años o más (equivalente al 30.4% de las mujeres a nivel mundial) han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de una pareja íntima o de violencia sexual por parte de un tercero, o ambas, al menos una vez en su vida.
Los datos recolectados sugieren, además, que el avance de los países en la lucha contra este tipo de violencia ha sido demasiado lento en las últimas dos décadas, haciendo que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5.2 de eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas para 2030 resulte inalcanzable si no se toman medidas aceleradas y urgentes.
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Metodología.
Según indican los autores, este documento, que anula las estimaciones previamente publicadas en 2013 y 2021, presenta las cifras más fiables hasta la fecha, fundamentadas en una base de evidencia ampliada, una metodología mejorada y una mayor disponibilidad de datos de encuestas de calidad.
La Organización Mundial de la Salud informa que la estimación de la prevalencia de por vida de la violencia de pareja íntima se basaron en 434 estudios procedentes de 163 países y áreas, mientras que las estimaciones de prevalencia de violencia sexual por terceros se basaron en 286 estudios de 140 países.
La violencia de pareja íntima sigue siendo endémica y comienza temprano.
La violencia (física, sexual o ambas) perpetrada por un esposo o pareja íntima actual o anterior es una de las formas más comunes de violencia contra las mujeres a nivel global. Los resultados presentados por el equipo de la Organización Mundial de la Salud indican que el 24.7% de las mujeres que han tenido pareja alguna vez y tienen 15 años o más han sido sometidas a violencia de pareja íntima al menos una vez en su vida. Además, la prevalencia de esta forma de violencia en los últimos 12 meses se estima en un 11.4% para este grupo de edad.
El estudio hace hincapié en que la violencia de pareja íntima comienza de manera precoz en la vida de las mujeres. Los datos indican que más de una de cada cinco adolescentes (23.3%) de 15 a 19 años que han tenido pareja han experimentado violencia física o sexual por parte de una pareja íntima al menos una vez. La prevalencia reciente (en los últimos 12 meses) es particularmente alta en esta cohorte joven (16.0%). La OMS también señala que la violencia afecta a las mujeres mayores, estimando que una de cada cinco mujeres de 65 años o más (20.5%) ha sufrido esta violencia en algún momento de su vida.
Disparidades regionales en la violencia de pareja íntima.
Las estimaciones regionales de 2023, resaltan marcadas variaciones en la prevalencia de por vida de la violencia física o sexual por parte de la pareja íntima. Los autores señalan que las prevalencias de por vida más altas se encontraron en la subregión de Oceanía (excluyendo Australia y Nueva Zelanda), con un 56.9%, donde más de la mitad de las mujeres fueron víctimas. Otras regiones con prevalencias significativamente altas incluyen África Subsahariana (31.9%) y Asia Central y Meridional (30.8%).
El desafío de medir la violencia sexual perpetrada por terceros.
La violencia sexual perpetrada por alguien que no es una pareja íntima actual o anterior (como un familiar, amigo o extraño) sigue conformando un área compleja de medir debido al estigma y la falta de notificación por parte de las víctimas. El equipo de investigación de la OMS informa que el 8.2% de las mujeres de 15 años o más a nivel mundial ha sufrido violencia sexual por terceros en su vida. Esto representa 263 millones de adolescentes y mujeres a nivel mundial.
La OMS advierte en sus resultados que la cifra de prevalencia real es probablemente mucho más alta que la estimada, dado que la violencia sexual está particularmente estigmatizada y es un tema tabú, cuya revelación puede resultar dañina para la víctima en muchos países. Las estimaciones de prevalencia de por vida más altas se encuentran en Oceanía (18.0%), América Latina y el Caribe (13.5%), y Europa y América del Norte (12.0%). El informe aclara que las estimaciones más altas en sociedades con mayor igualdad de género pueden reflejar, en parte, una mayor probabilidad de que las mujeres y las niñas revelen y denuncien sus experiencias de violencia sexual.
Implicaciones y necesidad urgente de acción acelerada.
Los desafíos en la evaluación persisten; los autores señalan la necesidad de estandarizar las encuestas y las definiciones, especialmente para la violencia psicológica (incluido el control coercitivo) y la violencia sexual por terceros, puesto que las encuestas a menudo se centran únicamente en la violación o el intento de violación, subestimando la gama completa de actos de violencia sexual.
El informe de la OMS reitera firmemente que, a pesar de los esfuerzos, el progreso en la reducción de la violencia de pareja íntima desde el año 2000 ha resultado mínimo, con una tasa de cambio anual de solo -0.2% tanto para la prevalencia de por vida como para la de los últimos 12 meses.
En el documento, el Director General de la Organización Mundial de la Salud insta a la acción: «Aprovechemos este momento para acelerar el progreso, defender la igualdad de género y construir un futuro donde la violencia contra las mujeres se detenga antes de que comience». Para ello, se requiere una acción concertada, sostenida y con recursos adecuados en todos los sectores —incluida la inversión en organizaciones de derechos de las mujeres, leyes que promuevan la igualdad de género y el fortalecimiento de los servicios centrados en las supervivientes—, con el fin de garantizar que todas las mujeres y niñas puedan vivir una vida libre de violencia y coerción de cualquier tipo.