La salud mental no existe de forma aislada. Está condicionada por diversos factores como la pobreza, la desigualdad, la educación, el empleo y otros factores de la vida. Intentar presentar la salud mental como un asunto individual o como algo que solo tiene que ver con la biología o el funcionamiento del cerebro no conducirá a soluciones duraderas, y es importante recordarlo. No podemos permitirnos descuidar el derecho de las personas a tener acceso a las oportunidades o al apoyo que necesitan para vivir una vida plena. Es hora de invertir en los derechos sociales de las personas.
Con esta introducción, y bajo el lema «Salud mental y derechos sociales» (Mental health & social rights), la organización Mental Health Europe (MHE) presenta la sexta edición de la Semana Europea de la Salud Mental, una iniciativa paneuropea cuyo objetivo es concienciar sobre la importancia de la salud mental en nuestra vida cotidiana.
La campaña, que se celebra desde hoy 19 y hasta el día 25 de mayo, se centra, en esta nueva edición, en los vínculos entre la salud mental y las políticas sociales, poniendo de relieve la trascendencia de cuidar la salud mental e invertir en derechos sociales, y recordando que la pobreza, el desempleo y la desigualdad afectan a nuestra salud mental y que una sociedad más fuerte significa una mejor salud mental para todos, por lo que es clave construirla todos juntos.

Foto: MHE. Logo de la Semana Europea de la Salud Mental
La desigualdad, la pobreza y el desempleo afectan a la salud mental
A este respecto, MHE destaca la importancia de un futuro donde la salud mental se proteja, promueva y apoye mediante la inclusión y a través de políticas sociales sólidas y justas, subrayando, a su vez, el papel esencial que desempeña la Unión Europea en la construcción de este futuro y en el fomento de sociedades resilientes.
El pilar europeo de Derechos Sociales ofrece el marco para prevenir la mala salud mental y construir una sociedad más justa, productiva, competitiva e inclusiva. Los y las responsables políticos/as «tienen el poder, la oportunidad, el marco y, con suerte, la voluntad política para construir una sociedad con salud mental».
MHE manifiesta aquí su apoyo para el desarrollo de una estrategia de salud mental y para garantizar que la salud mental se tenga en cuenta y se integre en todas las políticas sociales.
Se insta a cambiar de enfoque, abandonando la narrativa biomédica, centrada en el individuo y la enfermedad
Tal y como se indica en la campaña, tener suficiente dinero para comer, un lugar seguro donde vivir, un trabajo que genere ingresos, acceso a la educación y a la seguridad social, etc., todo ello, recuerda, «influye en nuestras vidas, nuestro bienestar y nuestra salud mental». Asimismo, las decisiones sobre educación, empleo, medio ambiente, acceso y economía, no sólo impacta en nuestra salud mental, sino que también lo hace en la sociedad. Por lo tanto, invertir en salud mental nos beneficia a todos, así que es crucial trabajar juntos para construir un futuro más saludable y estable para todos y todas.
Por lo tanto, se anima a todos/as los/as responsables de políticas legislativas a reflexionar en profundidad sobre cómo la narrativa biomédica se centra en el individuo y la enfermedad, instando a un cambio de enfoque, orientado hacia la lucha contra las causas profundas de la mala salud mental, que pueden afectar a cualquier persona en cualquier momento.
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