El consumo de drogas entre adolescentes alcanza mínimos históricos, según ESTUDES 2025
13 Nov 2025

La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad ha publicado una nueva edición de su Encuesta sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) correspondiente el año 2025.

La nueva edición documenta un descenso generalizado del consumo de sustancias psicoactivas, situando los niveles de alcohol, tabaco, cannabis e hipnosedantes en sus mínimos históricos. Según el informe, los y las adolescentes españoles/as beben, fuman y consumen drogas ilegales menos que nunca.

ESTUDES se enmarca dentro de una serie de encuestas bienales que se realizan en colaboración con las Comunidades y Ciudades Autónomas desde 1994, y están dirigidas a los estudiantes de Enseñanza Secundaria de entre 14 y 18 años de toda España, con el propósito de conocer la situación, las tendencias y patrones de consumo de drogas y otras adicciones, los factores asociados y las opiniones y actitudes ante las drogas de los estudiantes españoles, así como orientar el desarrollo y evaluación de intervenciones destinadas a reducir el consumo drogas y otras adicciones y los problemas asociados, orientadas principalmente al medio familiar y escolar.

En esta ocasión, para su realización, se ha contado con una muestra de 35.256 estudiantes pertenecientes a 836 centros educativos públicos y privados y 1.658 aulas.

A continuación, recogemos los principales resultados:

Los y las adolescentes españoles/as beben, fuman y consumen drogas ilegales menos que nunca

El informe señala que el consumo de tabaco y cannabis alcanza los valores más bajos registrados desde el año 2000, mientras que, por primera vez, desde 2014 desciende el uso de hipnosedantes, tanto con receta como sin ella.

En concreto, el consumo de tabaco alguna vez en la vida se sitúa en el 27,3%, mientras que solo un 4,3% fuma a diario, y el 46,4% de los fumadores ha intentado dejarlo durante el último año. El consumo de cannabis alguna vez en la vida baja al 21,0% (5,9 puntos menos que en 2023), y solo el 11,6% lo ha consumido en los últimos 30 días.

Por su parte, el uso de hipnosedantes se reduce al 17,9% de estudiantes que declaran haberlos consumido alguna vez, y el consumo sin prescripción médica se mantiene en torno al 9,5%, con prevalencia mayor entre chicas y edad media de inicio de 14 años.

En general, las prácticas de riesgo asociadas al alcohol, como las borracheras (17,2%) o el consumo en atracón (24,7%), registran sus niveles más bajos desde el año 2000.

También se observa una reducción significativa en el uso de cigarrillos electrónicos, utilizados alguna vez por el 49,5% del alumnado, y una subida histórica en la percepción de riesgo por su uso esporádico, que alcanza el 57,3%.

Los datos confirman una tendencia descendente en el consumo de alcohol

El alcohol continúa siendo la sustancia psicoactiva más consumida por los adolescentes, aunque los datos de 2025 confirman una tendencia descendente. El 73,9% del alumnado afirma haberlo probado alguna vez (frente al 75,9 % en 2023), el 71% lo consumió en los últimos 12 meses y el 51,8% en el último mes.

Las prácticas de riesgo, como las intoxicaciones etílicas o borracheras durante el último mes, descienden hasta el 17,2% (−3,6 puntos respecto a 2023) y el binge drinking o consumo en atracón al 24,7%, el nivel más bajo de la serie.

La media de edad a la que se inicia el consumo de alcohol se mantiene estable en 13,9 años, mientras que el inicio del consumo semanal y de la primera borrachera se sitúa en 14,8 y 14,6 años, respectivamente.

Un 41,6% de los alumnos ha participado en un botellón durante el último año, con una ligera prevalencia entre las chicas (43,1%) respecto a los chicos (40,2%), aunque esta diferencia se invierte en el último mes. Esta práctica, señala el informe, se asocia fuertemente con el consumo de tabaco y cannabis.

Entre los motivos expuestos para consumir alcohol, el hecho de que «es más divertido o anima las fiestas» es el más mencionado por parte del alumnado de 14 a 18 años (66,6%). En segundo lugar, aunque en menor medida que el anterior, justifican su consumo aludiendo a que les gusta la sensación que les proporciona (38,0%), seguido, en tercera posición, de la afirmación de que les sirve de ayuda cuando se sienten deprimidos (20,9%) en las mujeres, mientras que en los hombres se debe a que les sirve para desinhibirse o ligar más (21,9%).

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Fuente: freepik. foto: freepik. Fecha: 02/01/23. prevención consumo de drogas
Se reduce el consumo de bebidas energéticas entre los y las estudiantes

El informe incluye un apartado específico sobre las bebidas energéticas (Red Bull, Burn, Monster, etc.), en el que se analiza su consumo entre estudiantes de 14 a 18 años. Los resultados también muestran aquí una reducción en el consumo (tanto ocasional como habitual) de este tipo de bebidas, con un 38,4% de los y las adolescentes afirmando haberlas consumido en el último mes, siendo más frecuente entre los chicos (45,7%) que entre las chicas (31,0%). Entre ellos, el consumo parte de un 37,1% a los 14 años y aumenta progresivamente hasta alcanzar el 51,6% a los 18 años. En las chicas, en cambio, se observa una evolución más irregular: comienza en el 27,1% a los 14 años, sube hasta el 34,4% a los 16 años, y luego desciende ligeramente hasta el 30,5% a los 18 años

En cuanto a la práctica de mezclar bebidas energéticas con alcohol, el informe indica que el 15,2% de los estudiantes lo ha hecho en los últimos 30 días, con una mayor proporción entre los chicos (17,5%) que entre las chicas (12,8%). Este patrón también se incrementa con la edad, alcanzando su punto más alto en el grupo de 18 años (22,3% en chicos y 17,4% en chicas)

A nivel evolutivo, el documento destaca que las prevalencias de consumo de bebidas energéticas en 2025 son las más bajas desde 2016, tanto en chicos como en chicas. En el caso de las mezclas con alcohol, también se observa un descenso respecto a 2023: la proporción de alumnos baja del 20,8% al 17,5% y la de alumnas del 18,2% al 12,8%, consolidando una tendencia general de reducción del consumo.

El consumo de tabaco alcanza mínimos históricos y aumenta la percepción de riesgo entre los y las adolescentes

El tabaco sigue una tendencia claramente descendente y marca en 2025 los mínimos históricos de toda la serie. El 27,3% del alumnado lo ha probado alguna vez, el 21,2% en los últimos 12 meses, el 15,5% reconoce haber fumado en los últimos 30 días, y solo el 4,3% fuma a diario, frente al 7,5% en 2023.

La edad media de inicio se mantiene en 14,1 años, y la del consumo diario en 14,4 años. Por sexo, las chicas declaran una prevalencia ligeramente mayor en el consumo experimental, pero los chicos presentan un consumo más intensivo y diario. El 46,4% de los fumadores intentó abandonar el hábito en el último año, especialmente las mujeres.

El tipo de consumo más frecuente combina cigarrillos de cajetilla y de liar, y aumenta la percepción de riesgo: el 93,3% considera que fumar a diario implica un alto riesgo para la salud.

El consumo de cannabis entre los y las jóvenes registra el descenso más importante de la última década

El cannabis continúa siendo la droga ilegal más consumida entre los jóvenes, aunque los datos de 2025 confirman su descenso más acusado de la última década. El 21,0% declara haberlo consumido alguna vez, el 15,5% en los últimos 12 meses y el 11,6% en los últimos 30 días, todos mínimos históricos.

La edad media de inicio se sitúa en 14,8 años, y la percepción de riesgo ante el consumo habitual alcanza el valor más alto de la serie, con un 94,1%. El consumo problemático, medido por la escala CAST, afecta al 1,7% del total del alumnado y al 13,9% de quienes consumieron cannabis en el último año, con prevalencia mayor en chicos que en chicas. El documento destaca, además, que la mayoría del consumo es esporádico, y que el 89,8% de quienes nunca lo han probado afirman que no lo harían aunque fuese legal.

El informe subraya efectos asociados al cannabis: problemas cognitivos, ansiedad, riesgo de accidentes, enfermedades respiratorias e incluso efectos cardiovasculares (infarto, ictus) y alteraciones estructurales cerebrales en adolescentes, aunque el consumo sea puntual.

El consumo de hipnosedantes también desciende ligeramente

Por primera vez desde 2014, el consumo de hipnosedantes (tranquilizantes o somníferos, con o sin receta) desciende ligeramente, afectando al 17,9% del alumnado alguna vez en la vida. El consumo sin prescripción médica alcanza el 9,5%, con mayor prevalencia entre las chicas y una edad media de inicio de 14 años.

Aunque los datos muestran una mejora, esta sustancia mantiene una presencia relevante en los consumos no médicos, con prevalencias notablemente más altas entre las chicas, sobre todo, en las edades más avanzadas.

Baja el consumo de cigarrillos electrónicos y vapers entre los y las jóvenes, si bien su uso continúa extendido en esta población

El uso de cigarrillos electrónicos y vapers continúa extendido, aunque cae 5,1 puntos porcentuales respecto a 2023, situándose en el 49,5% de los y las estudiantes que los ha probado alguna vez. La prevalencia es ligeramente superior en chicas (50,5%) que en chicos (48,5%).

El informe destaca un aumento de 18,5 puntos en la percepción de riesgo por su uso ocasional, alcanzando el 57,3%, la cifra más alta desde que se registran datos.

El policonsumo de sustancias entre los y las jóvenes registra el nivel más bajo de toda la serie

Además de las principales drogas analizadas, el estudio recoge datos sobre otras sustancias con baja prevalencia de consumo, entre ellas cocaína (1,6%), anfetaminas (1,5%), alucinógenos (1,4%), inhalables volátiles (2,0%) y analgésicos opioides (1,3%). En todos los casos se observa una tendencia descendente.

La edad de inicio del consumo de cocaína ha bajado a 14,7 años, la más temprana registrada, aunque su consumo sigue siendo residual (0,8% en el último mes).

El policonsumo —uso de dos o más sustancias— se sitúa en el 29,9%, el nivel más bajo de toda la serie, confirmando la evolución positiva iniciada en 2021. Asimismo, el grupo de jóvenes que no consume ninguna sustancia crece hasta el 26,1%, el nivel más alto desde 2012.

Aumenta más que nunca la percepción de riesgo de los y las estudiantes frente al consumo de drogas

La percepción de riesgo frente al consumo de drogas alcanza valores históricos en 2025. El 67,6% de los y las estudiantes considera que el consumo excesivo de alcohol durante el fin de semana es perjudicial, y el 66,2% percibe riesgo en el consumo diario. En cuanto al tabaco, el 93,3% lo asocia con un alto riesgo para la salud, y en el caso del cannabis, el 94,1% considera peligroso su consumo habitual.

Estos datos reflejan una mayor conciencia entre los y las jóvenes sobre los efectos del consumo, reforzando el papel de la educación preventiva en el ámbito escolar.

Uso problemático de pornografía y redes sociales: nuevas formas de adicción entre los adolescentes

La edición 2025 de ESTUDES incorpora dos módulos específicos sobre uso problemático de pornografía y uso de redes sociales, dentro del bloque de comportamientos adictivos no relacionados con sustancias, en línea con el interés creciente por el impacto del entorno digital en el bienestar adolescente.

El informe señala que el acceso a contenidos pornográficos se produce a edades cada vez más tempranas, en torno a los 13 años de media, con una marcada diferencia por sexo: los chicos presentan prevalencias de exposición más altas y mayor frecuencia de consumo, mientras que las chicas refieren un uso más ocasional, aunque con niveles de malestar psicológico más elevados cuando se percibe dependencia o exposición no deseada.

En el caso de redes sociales, el 83,3% del alumnado declara utilizarlas todos o casi todos los días, y el 20,5% presenta un uso problemático, más frecuente entre las chicas (24,5%) que entre los chicos (16,5%)..

Entorno psicológico y social: actividades, salidas nocturnas, dinero disponible, rendimiento académico, conductas sexuales y salud mental y emocional

La encuesta ESTUDES 2025 dedica un bloque al entorno psicológico y social del alumnado, en el que se analizan diversos factores relacionados con el consumo de drogas y otras conductas de riesgo.

En primer lugar, el estudio recoge información sobre las actividades de ocio y tiempo libre. La mayoría de los y las adolescentes realiza actividades deportivas, culturales o recreativas, aunque se observan diferencias por sexo: las chicas dedican más tiempo a actividades culturales y de lectura, mientras que los chicos destacan en la práctica deportiva y el uso intensivo de videojuegos.

Respecto a las salidas nocturnas, el informe muestra que una proporción importante de estudiantes sale por la noche al menos una vez por semana, y que la frecuencia de salidas y el horario de regreso se asocian con un mayor consumo de alcohol y otras sustancias. Quienes salen con más frecuencia o vuelven más tarde presentan tasas de consumo más elevadas.

En relación con el dinero disponible, se confirma una asociación directa entre la cantidad de dinero semanal y el nivel de consumo de drogas, tanto legales como ilegales. Los adolescentes que disponen de más de 20 euros a la semana registran prevalencias de consumo superiores a los que disponen de menos.

El rendimiento académico también muestra una relación con el consumo: los y las jóvenes que han repetido curso, faltan a clase o han sido expulsados del centro presentan tasas más altas de consumo de alcohol, tabaco y cannabis, en comparación con quienes tienen un rendimiento académico más alto.

Por otro lado, se detectan mayores niveles de consumo reciente de alcohol, tabaco, cannabis y cocaína entre aquellos alumnos que declaran haberse arrepentido de realizar relaciones sexuales o que han mantenido relaciones sexuales sin utilizar preservativo, en comparación a los que no han experimentado estas cuestiones; registrando diferencias más que notables.

Por ejemplo, en el caso del alcohol, el 93,1% de los que se han arrepentido de realizar alguna práctica sexual en el último año se reconoce haber consumido alcohol en dicho periodo, frente al 69,6% que no han manifestado arrepentimiento (proporción similar ocurre en las relaciones sin protección: 93,9% de consumo de alcohol frente a 66,8%). Aunque es el consumo de cocaína el que registra las diferencias más llamativas, con tasas entre 6 y 7 veces mayores entre los que han vivido estas situaciones (arrepentimiento y sexo sin preservativo), en comparación con los que no.

Se detecta una asociación directa entre el malestar psicológico y el consumo de sustancias

La encuesta incluye, además, un subapartado sobre salud mental y emocional entre los y las adolescentes y su relación con el consumo de drogas. Los resultados revelan una asociación directa entre el malestar psicológico y el consumo de sustancias, tanto legales como ilegales. Los y las estudiantes que han sufrido brotes psicóticos o ataques de ansiedad en el último año presentan tasas muy superiores de consumo: el 84,3% de quienes tuvieron un brote psicótico consumió alcohol, el 49,8% tabaco, el 46,7% cannabis y el 18% cocaína, frente al 70,6%, 19,9%, 14,3% y 1,6%, respectivamente, de los que no los presentaron.

Entre quienes sufrieron ataques de ansiedad, los consumos también se elevan notablemente: 78,9% alcohol, 29% tabaco, 20% cannabis y 3,3% cocaína, frente al 67,6%, 17,4%, 13,2% y 1,6% de quienes no los experimentaron.

El informe advierte de que el consumo de cannabis se asocia con ansiedad, alteraciones cognitivas y riesgo de psicosis, pudiendo aparecer hasta en un 8% de los casos de esquizofrenia en jóvenes, especialmente, cuando el inicio es temprano o la sustancia tiene alta potencia.

Conclusiones

Los resultados de ESTUDES 2025 muestran una tendencia general de descenso en el consumo de drogas entre los adolescentes, junto con una mayor percepción de riesgo y concienciación sobre los efectos del consumo en la salud mental.

Aunque los datos son alentadores, el informe recuerda que la edad temprana de inicio y el consumo sin prescripción de hipnosedantes requieren una atención especial y estrategias preventivas específicas.


👉 Puede consultarse el informe completo en la web del Plan Nacional sobre Drogas o bien directamente aquí:

ESTUDES (2025). Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España 1994-2025. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Secretaría General de Sanidad, Ministerio de Sanidad.

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