Salud mental y riesgos digitales en adolescentes europeos
24 Nov 2025

Se necesitan enfoques de prevención más amplios y basados en datos empíricos para abordar todo el espectro de los comportamientos de riesgo de los y las jóvenes actuales. Las nuevas vulnerabilidades exigen prestar más atención a la salud mental y el bienestar en las escuelas y las comunidades. Es necesario también actuar con urgencia para desarrollar intervenciones que limiten la exposición temprana de los jóvenes a los riesgos digitales.

Estas son algunas de las principales recomendaciones recogidas por la Agencia de Drogas de la Unión Europea (EUDA, European Union Drugs Agency), en su último informe del Proyecto Europeo de Encuestas Escolares sobre Alcohol y Otras Drogas (ESPAD, The European School Survey Project on Alcohol and Other Drugs), un documento que ofrece una radiografía completa de la situación actual de los jóvenes europeos en relación con el consumo de cigarrillos, alcohol, drogas ilegales, inhalantes, nuevas sustancias psicoactivas y fármacos, así como sobre el juego, las redes sociales y los videojuegos.

El estudio, realizado en colaboración con la EUDA y coordinado por el Consejo Nacional de Investigación de Italia (CNR, Consiglio Nazionale delle Ricerche), se basa en una encuesta realizada en 2024 en 37 países europeos, incluidos 25 Estados miembros de la UE. Se trata de la octava ronda de recopilación de datos realizada por el proyecto ESPAD desde 1995, y la primera llevada a cabo tras la pandemia de COVID-19, contando con la participación de 113.882 estudiantes (de entre 15 y 16 años) en esta última edición de la encuesta, que han respondido a un cuestionario anónimo. Esta edición amplía los resultados del último informe publicado en mayo de 2025, y marca 30 años de seguimiento de las conductas de riesgo de los adolescentes en toda Europa.

informe ESPAD. prevención de drogas adolescentes
Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 18/03/24
Salud mental y bienestar psicológico.

Según afirma el documento, el 59% de los y las adolescentes europeos/as presenta niveles de buen bienestar psicológico, de acuerdo con el índice de bienestar de la OMS (WHO-5). Esto implica que el 41% se sitúa en niveles bajos o muy bajos de bienestar, una tendencia similar a la observada en España, donde el 40% del alumnado refiere puntuaciones bajas en este indicador.

Las diferencias por género son muy marcadas: el 68% de las chicas no alcanza el umbral de buen bienestar, frente al 50% de los chicos, lo que sitúa el malestar psicológico como un problema especialmente relevante entre las adolescentes.

El ESPAD identifica varios determinantes del bienestar psicológico en la adolescencia: el apoyo social percibido, el estrés académico, la autoimagen corporal, la calidad del sueño y las relaciones familiares. Quienes mantienen una buena comunicación con sus progenitores o profesorado puntúan más alto en bienestar psicológico, mientras que aquellos/as adolescentes que refieren soledad o presión escolar duplican la probabilidad de situarse en niveles bajos de salud mental.

En comparación con la edición anterior, el bienestar psicológico ha empeorado: el porcentaje de jóvenes con baja puntuación en el índice de bienestar de la OMS ha pasado del 52% al 59%. España reproduce esa tendencia, con un deterioro especialmente pronunciado entre las chicas. El informe asocia este descenso a un aumento de la inseguridad emocional, el estrés académico y la presión social derivada de la exposición digital.

La pandemia de COVID-19, señala la EUDA, ha dejado una huella persistente en la salud mental infanto-juvenil, vinculada al aislamiento social y al incremento del tiempo frente a pantallas. Ante este panorama, el informe insiste en reforzar las políticas de prevención psicológica y en integrar la educación emocional y el apoyo psicológico y social dentro de los entornos escolares. Recomienda además impulsar servicios de orientación psicológica accesibles, promover la alfabetización emocional y fomentar la colaboración entre profesionales de la psicología, educadores y familias.

El ESPAD concluye que el fortalecimiento de la salud mental adolescente requiere políticas sostenidas y programas psicoeducativos basados en la evidencia, con un enfoque integral que combine la promoción del bienestar, la detección precoz y la prevención de conductas de riesgo.

Prevención y consumo de sustancias.

El 72% de los/as jóvenes europeos/as afirma haber participado en programas escolares de prevención sobre alcohol, drogas o salud mental durante el último año. En España, la cifra es similar (71%), aunque el informe subraya la necesidad de reforzar la calidad de las intervenciones y de incorporar contenidos sobre bienestar psicológico y emocional, regulación del uso de pantallas y habilidades sociales.

Con relación al consumo de sustancias, el alcohol sigue siendo la más extendida: el 73% de los y las adolescentes europeos declara haberlo probado alguna vez y el 57% en los últimos 30 días. En España, los porcentajes ascienden al 79% y al 60%, respectivamente. Un 37% de los/as jóvenes europeos/as ha experimentado episodios de embriaguez, cifra que alcanza el 40% en España.

El tabaco mantiene su descenso, aunque un 20% de los y las adolescentes sigue fumando. En España, lo hace el 22%, con mayor prevalencia entre las chicas. El uso de cigarrillos electrónicos se consolida: el 34% de los y las estudiantes europeos/as y el 38% de los/as estudiantes españoles/as los han probado alguna vez, y un 14% del alumnado español revela haber hecho un consumo reciente.

El cannabis continúa siendo la droga ilegal más utilizada: el 15% de los adolescentes europeos y el 18% de los españoles lo han probado, mientras que un 8% y un 10%, respectivamente, lo han consumido durante el último mes.

En el grupo de otras drogas ilegales, el informe detalla que el éxtasis (MDMA) y la cocaína son las más citadas (2,7% y 2,3%, respectivamente), seguidas de anfetaminas (1,9%), LSD (1,6%) y heroína, por debajo del 1%. En España, el uso experimental de cocaína y éxtasis ronda el 3%. Aunque estas cifras son bajas, el estudio advierte de su asociación con otras conductas de riesgo, como el policonsumo y la iniciación temprana en alcohol o cannabis.

El informe dedica especial atención a los medicamentos de prescripción usados sin receta. Uno de cada seis adolescentes europeos/as (17%) declara haberlos tomado alguna vez; en España, el 20%. Los tipos más habituales son los analgésicos (15%), los sedantes o tranquilizantes (9%) y los estimulantes para el TDAH (5%). El consumo no médico de sedantes y ansiolíticos es significativamente más alto entre las chicas. La EUDA advierte de que esta tendencia refleja la creciente medicalización de los problemas psicológicos y emocionales y el fácil acceso a fármacos en el ámbito doméstico, por lo que recomienda reforzar la educación sanitaria y la supervisión familiar.

Entorno digital, redes sociales y juego.

El nuevo informe ESPAD 2024 amplía notablemente la información sobre comportamientos digitales de riesgo. Los y las adolescentes europeos/as pasan de media más de cinco horas diarias en internet fuera del horario escolar, y casi la mitad (46%) reconoce tener dificultades para reducir ese tiempo. Entre las consecuencias más citadas se encuentran la falta de sueño, la disminución de la concentración y los conflictos familiares. Un 17% afirma que el uso de internet les ha generado “problemas importantes” en su vida cotidiana; en España, el 19%.

El uso problemático de redes sociales afecta al 29% de los y las jóvenes europeos/as, con mayor incidencia entre chicas (36%) y con España ligeramente por encima de la media (32%). El uso excesivo de videojuegos alcanza al 22% de los y las adolescentes europeos/as y al 24% de los españoles, con un claro sesgo de género (31% de chicos frente al 14% de chicas).

El informe relaciona el uso problemático de redes y videojuegos con niveles más bajos de bienestar psicológico y mayor sintomatología depresiva y ansiosa, especialmente, en las chicas. Destaca la influencia de la comparación social, el ciberacoso y la exposición continua a contenidos digitales, como factores que impactan negativamente en la salud psicológica. Por ello, la EUDA recomienda implementar programas de alfabetización digital y prevención psicológica que promuevan un uso equilibrado de la tecnología.

En cuanto al juego con dinero, el 21% de los/as adolescentes europeos/as ha apostado durante el último año, principalmente, en plataformas online. En España, la cifra asciende al 25%, y un 7% presenta indicios de ludopatía juvenil. El informe advierte de que las apuestas deportivas digitales y las cajas de recompensa (“loot boxes”) de los videojuegos difuminan las fronteras entre ocio y juego económico, incrementando el riesgo de adicción y sus consecuencias sobre el bienestar psicológico.

Relación entre salud mental y conductas de riesgo.

El ESPAD pone de manifiesto la estrecha interconexión entre salud mental, consumo de sustancias y comportamientos digitales. Los y las adolescentes con bajos niveles de bienestar psicológico, tienen más del doble de probabilidad de consumir alcohol, cannabis u otras drogas, o de presentar un uso problemático de redes y videojuegos.

Este hallazgo refuerza la necesidad de abordar de forma conjunta los problemas psicológicos y emocionales y las conductas de riesgo desde una perspectiva psicológica integral y preventiva. Según la EUDA, la prevención debe entenderse no solo como reducción del consumo de drogas, sino como promoción activa del bienestar psicológico, la resiliencia y la salud social.

Prioridades clave para las políticas.

Entre los nuevos retos para las políticas y la implementación, el informe destaca tres prioridades estratégicas:

  • Ampliar la prevención basada en datos empíricos: considera necesario enfoques de prevención más amplios y basados en datos empíricos para abordar todo el espectro de los comportamientos de riesgo de los y las jóvenes actuales. La puesta en marcha del Plan de Estudios Europeo de Prevención (EUPC) de la EUDA, un programa de formación ampliamente adoptado por los profesionales de la prevención, es un paso adelante positivo.
  • Dar prioridad a la salud mental y el bienestar: Las nuevas vulnerabilidades exigen prestar más atención a la salud mental y el bienestar en las escuelas y las comunidades. Se necesitan enfoques de promoción de la salud que tengan en cuenta las cuestiones de género para ayudar a abordar los riesgos emergentes entre las adolescentes.
  • Abordar los entornos digitales: es necesario actuar con urgencia para desarrollar intervenciones que limiten la exposición temprana de los jóvenes a los riesgos digitales. Entre ellas, se incluyen abordar los posibles daños de los juegos en línea (por ejemplo, el diseño adictivo) o impedir el acceso de los menores a los juegos de azar en línea (por ejemplo, mediante una identidad digital y una verificación de la edad más estrictas).
Conclusión.

El informe sitúa la salud mental, el bienestar psicológico y la prevención en el centro de las políticas europeas sobre juventud, destacando el papel esencial de la psicología en la detección temprana, la intervención y la educación para la salud.

A este respecto, recuerda que las intervenciones más eficaces son aquellas que abordan simultáneamente las causas subyacentes del malestar psicológico y las conductas de riesgo, empoderando a los y las jóvenes para afrontar los desafíos emocionales y sociales de su generación. Por lo tanto, es necesaria una respuesta coordinada que combine educación, apoyo psicológico y regulación de los entornos digitales, con el fin de proteger de forma eficaz a los y las adolescentes frente a los riesgos emergentes y garantizar su desarrollo saludable.


Se puede acceder al documento completo desde la página web de ESPAD o bien directamente aquí:

ESPAD Group (2025). ESPAD Report 2024: Results from the European School Survey Project on Alcohol and Other Drugs. EUDA Joint Publications, Publications Office of the European Union, Luxembourg

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