La carga de los problemas de salud mental es elevada en España, según un informe
09 Ene 2024

La carga de los trastornos de salud mental es elevada en España: más de una de cada seis personas experimentó un trastorno de salud mental en 2019. Aquellas personas con ingresos socioeconómicos más bajos, tienen más probabilidad de reportar síntomas de depresión. Aunque el Servicio Nacional de Salud proporciona atención a la salud mental, el porcentaje de necesidades insatisfechas entre la población es similar a la media de la UE.

Estas son algunas de las principales conclusiones sobre la salud mental en España, recogidas en el último informe sobre el Estado de la Salud en los países de la Unión Europea 2023, un documento derivado del trabajo conjunto de la OCDE y el Observatorio Europeo sobre Sistemas y Políticas de Salud (organización que apoya y promueve las políticas basadas en la evidencia implementadas en los sistemas sanitarios en Europa), en cooperación con la Comisión Europea. De forma específica, este informe brinda una visión general, concisa y relevante sobre las políticas de la salud y el sistema sanitario en España, incorporando, como novedad en esta edición, un apartado especial dedicado a la salud mental.

salud mental en España
Fuente: freepik. Foto: fabrikasimf. Fecha: 02/01/23

A continuación, recogemos las principales conclusiones del informe:

En 2022, España tenía la esperanza de vida más alta de la Unión Europea

España ya tenía en 2010 la esperanza de vida más alta de la UE, aumentando durante la siguiente década a un ritmo ligeramente más rápido que la mayoría de países. En 2019, la esperanza de vida alcanzó un máximo histórico de 84 años; sin embargo, en 2020, cayó temporalmente en más de 1,5 años, una reducción superior a la media, que refleja el gran número de muertes que se produjeron en España durante el primer año de la pandemia.

La esperanza de vida en España se recuperó en 2021, siendo de 83,2 años en 2022, más de 2 años por encima de la media de la UE. La brecha de género en la esperanza de vida en España es similar a la media de la UE: las mujeres tienden a vivir 5,5 años más que los hombres. La pandemia de COVID-19 tuvo un mayor impacto en las tasas de mortalidad de los hombres, lo que provocó una ampliación de la brecha de género en la esperanza de vida entre 2019 y 2022.

Se observan disparidades en la esperanza de vida entre grupos con diferente estatus socioeconómico (por ejemplo, por educación o nivel de ingresos). En España, la diferencia de esperanza de vida entre los hombres con mayor y menor nivel educativo a los 30 años era de unos 4 años en 2020 (3 años en el caso de las mujeres). Estas diferencias -que son pequeñas en comparación con las observadas en otros países de la UE-, son el resultado de una compleja interacción de factores ambientales, sociales y económicos. De acuerdo con el informe, se explican, “al menos en parte, por las diferencias en la prevalencia de factores de riesgo conductuales, como el tabaquismo y el consumo de alcohol, entre grupos socioeconómicos”.

Las personas mayores en España viven una vida más sana y libre de discapacidad en comparación con la media de la UE

La población española de 65 años o más, aumentó del 16,5% en 2000 al 20% en 2020, una proporción ligeramente inferior a la media de la UE (21%). Se prevé que esta proporción aumente hasta el 33% en 2050. En 2020, las mujeres de 65 años en España podrían esperar vivir 22,4 años más (aproximadamente 1,4 años por encima de la media de la UE), mientras que los hombres podrían esperar vivir 18,4 años más (1 año por encima de la media de la UE).

Además de disfrutar de una esperanza de vida superior a la media de la UE, tanto los hombres como las mujeres en España pueden esperar pasar una mayor proporción de sus vidas sin discapacidades después de los 65 años, en comparación con la media de la UE. No obstante, como en otros países, las mujeres españolas a partir de 65 años presentan más probabilidades que los hombres de reportar ‘plurienfermedades crónicas’ y limitaciones en sus actividades diarias.

Los factores de riesgo conductuales representan un tercio de todas las muertes en España

Aproximadamente un tercio (31%) de todas las muertes en España en 2019 se puede atribuir a factores de riesgo conductuales (como el tabaquismo, los riesgos dietéticos, el consumo de alcohol y la baja actividad física), una proporción inferior a la media de la UE (39%). Esta proporción general más baja se debe, principalmente, a un porcentaje mucho menor de muertes atribuidas a riesgos dietéticos. La contaminación del aire en forma de partículas finas (PM2,5) y la exposición al ozono causaron por sí solas un número notable de muertes: más de 11.000 muertes en 2019.

A pesar de que durante los últimos 10 años se ha registrado una reducción gradual en la cifra de fumadores y fumadoras adultos/as en España, la tasa de tabaquismo sigue siendo relativamente alta: aproximadamente uno de cada cinco adultos fumaba diariamente en 2020. Como en todos los demás países de la UE, en España, la proporción de hombres fumadores es mayor que la de mujeres, pero la brecha de género en la prevalencia del tabaquismo es comparativamente menor: el 23% de los hombres y el 16,5% de las mujeres afirman fumar a diario. Entre los y las jóvenes de 15 años, el 15% afirma haber fumado al menos ocasionalmente (según datos de 2022), cifra inferior a la media de la UE (17%).

El consumo de alcohol ha aumentado, pero la tasa de consumo excesivo es baja

El consumo de alcohol entre personas adultas en nuestro país ha aumentado desde el año 2010, siendo ahora más elevado que en muchos países de la UE y ligeramente por encima de la media de la UE. A pesar de ello, solo alrededor del 6% de la población declara beber en exceso, siendo esta la tercera tasa más baja entre todos los países de la UE y considerablemente más baja que el promedio de la UE (18,5%). En 2022, casi uno de cada cuatro (24%) jóvenes de 15 años afirmó haber estado borracho más de una vez en su vida, una proporción superior a la media de la UE (18%).

El sobrepeso y la obesidad entre los/as adolescentes: una preocupación creciente en España

Según datos autoinformados de 2019, el 15,4% de los adultos españoles estaban clasificados como obesos (la media de la UE es del 16%). El cambio en el sobrepeso y la obesidad entre los y las jóvenes de 15 años aumentó del 15,5 % en 2009-10 al 18,6 % en 2021-22, pero se mantuvo por debajo de la media de la UE del 21,2 %. Otras encuestas muestran tendencias decrecientes, por lo que la evidencia es mixta.

Aunque los chicos españoles declaran ser más activos físicamente, a partir de los 15 años, se detecta una mayor proporción de chicos con sobrepeso u obesidad (23,3%) en comparación con las chicas (14%). Si bien el porcentaje de muertes atribuidas a una dieta poco saludable es menor que la media de la UE, el sobrepeso y la obesidad en la adolescencia es una preocupación creciente.

Las desigualdades sociales contribuyen a los riesgos para la salud

Muchos factores de riesgo conductuales en España son más comunes entre personas con niveles educativos o de ingresos más bajos. En 2019, el 21% de los adultos con un nivel educativo bajo fumaban a diario, frente al 16% de los que tenían un nivel educativo alto. De manera similar, la tasa de obesidad fue dos veces mayor entre aquellos/as con un nivel educativo bajo (20% frente al 10%). Esta mayor prevalencia de factores de riesgo entre las personas con menor nivel educativo contribuye a las desigualdades en salud y esperanza de vida.

La carga de los problemas de salud mental es elevada en España

La carga de los trastornos de salud mental es alta: más de una de cada seis personas experimentó un trastorno de salud mental en 2019. Aquellas en el quintil de ingresos más bajo tienen más probabilidades de reportar depresión. El Servicio Nacional de Salud brinda atención a la salud mental, pero se informan necesidades insatisfechas.

Los costes directos e indirectos de los trastornos mentales son sustanciales; estos costes se estiman en 4,2 % del PIB de España. Según datos de este informe, más de una de cada seis personas en España tuvo un problema de salud mental en 2019, “lo que sitúa al país entre los seis primeros países de la UE”. Como en muchos países de la Unión Europea, los problemas de salud mental más comunes en España son los trastornos depresivos y la ansiedad. Asimismo, los datos de este informe señalan que nuestro país fue el segundo consumidor de ansiolíticos recetados en la UE en 2021.

Según el informe, el riesgo de depresión es mayor en mujeres y en personas con ingresos más bajos

Según la Encuesta Europea de Salud, el 6% de los españoles declaró tener depresión, frente al 5% de media de la UE. Las personas con ingresos más bajos y las mujeres tienen más probabilidades de presentar depresión. En España, el 9,5% de las mujeres del quintil de ingresos más bajo reportan síntomas depresivos crónicos, frente al 4,8% de las mujeres del quintil de ingresos más alto.

La encuesta electrónica Living, Working and COVID-19 de Eurofound encontró una proporción mucho mayor de adultos españoles en riesgo de depresión entre los encuestados que reportaron dificultades financieras (64 %) que entre aquellos que no reportaron tales dificultades (38%). Estas proporciones estaban ligeramente por encima de los promedios de la Unión Europea.

El 18% de las personas reportan necesidades de atención sanitaria insatisfechas, de éstas, el 20% es de atención a la salud mental

Según indica este informe, “el paquete de prestaciones del SNS cubre el diagnóstico y seguimiento de los trastornos de salud mental, la psicofarmacoterapia y la psicoterapia individual, grupal o familiar (excluyendo hipnosis y psicoanálisis), sin coste compartido”. Según las encuestas de Eurofound de 2021 y 2022, el 18% de la población reveló que tenía necesidades de atención médica insatisfechas y, de ellas, una quinta parte eran de atención a la salud mental, cifra similar a la media de la UE.

Actualmente, sólo se cuenta con la especialidad en Psiquiatría infantil y de la Adolescencia

La pandemia ha provocado un aumento de la demanda de atención en salud mental, situándola en el centro de las políticas de salud pública. El Gobierno aprobó una nueva Estrategia de Salud Mental, con el fin de mejorar los servicios y el apoyo a las familias y promover un modelo de atención integral y comunitaria. Según recoge este informe, dicha Estrategia «incorpora un fuerte enfoque en los derechos de ciudadanía, la integración social, la recuperación y la lucha contra el estigma a través de 10 iniciativas». También están disponibles servicios específicos de prevención del suicidio, incluida una línea directa de crisis de atención a la conducta suicida, que funciona desde mayo de 2022.

En el año 2021 se creó en España una nueva especialidad: la de psiquiatría infantil y de la adolescencia, actualizando diversos aspectos del título de médico/especialista en Psiquiatría y definiendo su perfil profesional, ámbito de actuación y programas formativos. Esta nueva especialidad se integra en los equipos multidisciplinares de las redes de salud mental en las que participan otros profesionales, como los psicólogos especialistas en Psicología Clínica.

A este respecto, aunque no viene recogido en el informe, el Consejo General de la Psicología ha venido poniendo de relieve que la realidad actual evidencia la necesidad de crear también la especialidad sanitaria de Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia en nuestro país. En la misma línea, numerosos expertos han recordado que la mayor carga asistencial de problemas de salud mental infanto-juveniles atendidos en los servicios sanitarios públicos españoles son asumidos por los especialistas en Psicología Clínica, considerando cuanto menos paradójico que se haya creado la -igual necesaria- especialidad de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia sin haber hecho ya lo propio con la de Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia.

La atención ambulatoria y hospitalaria absorbe la mayor parte del gasto sanitario

El gasto de España en Sanidad fue del 10,7% del PIB en 2021, cerca de la media de la UE (11,0 %). Incluso antes de la pandemia, el gasto per cápita en salud de España había aumentado de manera constante. En 2021, alcanzó los 2.771 euros, casi un tercio por debajo de la media de la UE de 4.028 euros. La proporción de financiación pública para la salud asciende al 71,6%, muy por debajo de la media de la UE del 81,1%. El gasto de bolsillo en salud representó en 2021 más de una quinta parte del gasto sanitario total (21,0%), cifra superior a la media de la UE del 14,5%.

Según datos de 2021, casi dos tercios del gasto sanitario de España se dedican a la atención ambulatoria (35%) y a la atención hospitalaria (28%), mientras que los productos farmacéuticos y los productos sanitarios representan otro 22%. La gran proporción del gasto en atención ambulatoria respalda los servicios de atención primaria de nuestro país.

Por su parte, el gasto en cuidados de larga duración (9%) y prevención (3%) es bajo en comparación con la media de la UE: 16% y 6%, respectivamente. Dado su menor gasto sanitario en general, España gasta menos per cápita que la media de la UE en todas las categorías de atención sanitaria.

Las tecnologías digitales se han potenciado tras su éxito durante la crisis de la COVID-19

La pandemia provocó un fuerte aumento en el uso de consultas remotas para mantener el acceso a los servicios de salud. El porcentaje de teleconsultas aumentó significativamente en España entre 2019 y 2020 (del 4 % al 31%). En 2020, este porcentaje fue más de 1,5 veces la media de la UE del 20%. Este rápido crecimiento continuó tras el primer año de irrupción de la COVID-19, y en 2021, el porcentaje de teleconsultas con profesionales de la salud en España fue del 39%. En diciembre de 2021, el Ministerio de Salud lanzó la Estrategia de Salud Digital para mejorar la salud de la población y reforzar el SNS aprovechando las tecnologías digitales y construyendo capacidades digitales.

Se puede acceder a este informe desde la página del Observatorio o bien directamente aquí:

OECD/European Observatory on Health Systems and Policies (2023). Spain: Country Health Profile 2023, State of Health in the EU. OECD Publishing, Paris/European Observatory on Health Systems and Policies, Brussels.

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