Los datos más recientes sobre la carga mundial de enfermedad revelan un escenario de enorme complejidad epidemiológica, marcado por transformaciones profundas en la distribución de la carga a lo largo de más de tres décadas. Aunque el volumen total de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD o o DALYs, por sus siglas en inglés, Disability Adjusted Life Years), se ha mantenido relativamente estable desde 1990, este aparente equilibrio esconde cambios muy significativos en la composición de la carga.
La reducción global de las enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales contrasta con el crecimiento sostenido de las no transmisibles, entre las que destacan la cardiopatía isquémica, el ictus y la diabetes, así como con el notable incremento registrado en los trastornos de salud mental, especialmente, los de ansiedad y depresión. Paralelamente, diversas formas de violencia, victimización por acoso, violencia sexual y otros fenómenos de victimización, continúan teniendo un impacto relevante en múltiples regiones del mundo.
Estas son algunas de las principales conclusiones recogidas en el estudio de Carga Global de Enfermedades 2023 (Global Burden of Disease Study), publicado en la revista The Lancet. El informe analiza 375 enfermedades y lesiones y 88 factores de riesgo en 204 países y territorios entre 1990 y 2023, proporcionando estimaciones exhaustivas sobre prevalencia, incidencia, DALYs, años vividos con discapacidad (AVD o YLDs, Years Lived with Disability) y años de vida perdidos por muerte prematura (AVP o YLLs, Years of Life Lost).

La metodología incorpora mejoras en la modelización, incluyendo arquitecturas específicas aplicadas a trastornos del espectro del autismo, trastorno depresivo mayor y trastornos de ansiedad, y consolida un marco comparativo que permite observar la evolución de las enfermedades físicas —como diabetes, cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, tuberculosis y trastornos neonatales—, junto con los trastornos anteriores.
A lo largo del periodo analizado, los DALYs globales se situaron en torno a los 2,74 mil millones en 1990 y 2,80 mil millones en 2023, una cifra casi equivalente que, sin embargo, oculta transformaciones sustantivas. Las enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales se redujeron de forma marcada, con descensos muy significativos en tuberculosis (un 42,2%), HIV/sida (reducción de un 42,9%), enfermedades diarreicas (un 49,1%), infecciones de las vías respiratorias inferiores (24,8%) y trastornos neonatales (16,5%). A pesar de ello, estas últimas siguen figurando entre las principales causas de carga entre los y las menores de cinco años, especialmente, en los países con menor desarrollo socioeconómico según el Índice Sociodemográfico (SDI), donde concentran proporciones muy elevadas de DALYs.
Evolución divergente: se reducen las enfermedades transmisibles y aumentan las no transmisibles.
Por el contrario, las enfermedades no transmisibles aumentaron en términos absolutos hasta alcanzar 1,80 mil millones de DALYs en 2023. Entre ellas, la cardiopatía isquémica aporta 193 millones, el ictus 157 millones y la diabetes 90,2 millones. Esta última, muestra un incremento del 14,9% en sus tasas estandarizadas desde 2010, lo que evidencia un crecimiento sostenido en su contribución a la carga global. Asimismo, se observan aumentos relevantes en otros trastornos metabólicos y en diversas enfermedades vinculadas al envejecimiento poblacional.
Los autores ofrecen, además, un análisis detallado de la estructura interna de los DALYs. En 2023, los AVD representaron 990 millones, equivalentes al 35,4% del total, mientras que los AVP ascendieron a 1,81 mil millones, el 64,6%. Esta distribución confirma el enorme peso de las condiciones que provocan discapacidad prolongada, entre ellas, dolor lumbar, trastornos depresivos y trastornos de ansiedad, que encabezan la lista de causas de AVD a nivel mundial. El dolor lumbar contribuyó con 70,4 millones de AVD, mientras que los trastornos depresivos aportaron 56,0 millones y los trastornos de ansiedad 55,4 millones. Les siguen diabetes, osteoartritis, esquizofrenia, derrame cerebral, dermatitis, EPOC y asma, todas ellas, incluidas entre las principales causas de discapacidad.
La ansiedad y la depresión registran los mayores incrementos en AVAD.
En relación con la salud mental, el informe documenta un incremento muy notable en las tasas estandarizadas de AVAD para trastornos de ansiedad y trastornos depresivos entre 2010 y 2023. En el caso de los trastornos de ansiedad, el aumento alcanza el 62,8%, uno de los incrementos más pronunciados de todo el conjunto de trastornos analizados. Para los trastornos depresivos, el incremento es del 26,3%. Estas tendencias sitúan a ambos trastornos entre los contribuyentes más significativos a la carga global, tanto en términos absolutos como en su evolución reciente.
Violencia, autolesiones y victimización: entre los riesgos con mayor impacto en la carga mundial.
Otro elemento destacado del documento es el análisis de fenómenos relacionados con violencia y autolesión. Tanto la autolesión como violencia interpersonal figuran entre las primeras causas de AVAD y AVP en múltiples regiones del mundo, con contribuciones sustanciales a la carga total, especialmente, en población joven y adulta. Se incluyen estimaciones para violencia sexual, violencia sexual contra niños, violencia de pareja y victimización por acoso, documentadas como exposiciones con impacto epidemiológico relevante. El informe no establece inferencias adicionales fuera de los datos presentados, pero sí integra estas formas de violencia y victimización como factores de importancia creciente en diversos contextos geográficos y sociodemográficos.
El documento sitúa también en primer plano el análisis de los factores de riesgo. En 2023, 1,27 mil millones de DALYs —el 45,5% del total global— fueron atribuibles a los 88 factores de riesgo analizados.
Entre ellos, destacan presión arterial sistólica alta, responsable del 8,4% de todos los AVAD; contaminación por material particulado, con el 8,2%; glucosa plasmática alta en ayunas; de fumar; y bajo peso al nacer y gestación corta. Junto a estos aparecen riesgos asociados a victimización por bullying, violencia sexual, consumo de drogas —este último, con un incremento del 8,4% en sus tasas— y un IMC elevado, que aumentó un 10,5%. Los riesgos metabólicos constituyen la única categoría de riesgos de nivel 1 cuyo SEV creció entre 2010 y 2023. Dentro de esta categoría se incluyen IMC alto, glucosa plasmática en ayunas alta, presión arterial sistólica alta y disfunción renal, todos ellos, en ascenso y estrechamente vinculados con el comportamiento observado en diabetes y otras enfermedades no transmisibles.
Lesiones y brechas regionales en un contexto de crecimiento de ENTs y riesgos metabólicos.
En el ámbito de las lesiones, la carga global se mantuvo relativamente estable, aunque con variaciones vinculadas a la edad, sexo y nivel de desarrollo sociodemográfico. En hombres de entre 10 y 54 años, las lesiones representaron el 24,7% de los AVAD, mientras que en mujeres del mismo grupo constituyeron el 11,1%. El informe desglosa varios tipos de lesiones, entre ellas lesiones viales, caídas, autolesiones e violencia interpersonal, cada una con patrones específicos en sus tasas estandarizadas por edad y en su contribución a los AVD y AVP. Aunque el documento no desarrolla interpretaciones contextuales, sí registra las direcciones de cambio y su magnitud en los distintos grupos poblacionales.
Finalmente, el estudio concluye destacando las persistentes desigualdades regionales en la distribución de la carga global. En los países de bajo SDI continúan concentrándose en trastornos maternos y neonatales, tuberculosis, malaria y otras enfermedades del CMNN, que siguen representando una proporción elevada del peso total a las mejoras registradas. Al mismo tiempo, se reconoce el crecimiento absoluto de las ENT y el notable incremento de los trastornos mentales, así como la expansión continua de los riesgos metabólicos. El documento recoge además múltiples referencias a cargas que continúan ocultas o subreportadas, para los que se proporcionan estimaciones actualizadas con el fin de documentar de manera más precisa su impacto real.
Fuente.
Hay, S. I., Ong, K. L., Santomauro, D. F., Aalipour, M. A., Aalruz, H., Ababneh, H. S., … & Ajose, A. O. (2025). Burden of 375 diseases and injuries, risk-attributable burden of 88 risk factors, and healthy life expectancy in 204 countries and territories, including 660 subnational locations, 1990–2023: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2023. The Lancet, 406(10513), 1873-1922.
