El pasado 9 de febrero de 2012, se publicó en la revista The Guardian, en su versión online (ver artículo), un interesante artículo sobre la opinión de los psicólogos y psiquiatras del Reino Unido, acerca de la nueva versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders – DSM-V). Según esta publicación y otras notas recientes publicadas en diferentes medios de nuestro país, los expertos advierten que la ampliación de diagnósticos que se va a hacer en el DSM-V, va a provocar que miles de personas sean etiquetadas como «enfermos mentales» a causa de comportamientos que en realidad se consideran «normales». |
Hemos de tener en cuenta que la última versión de este manual, el DSM-IV, se utiliza para la investigación en todo el mundo y tiene una gran influencia, por ejemplo, en las nomenclaturas que las empresas farmacéuticas utilizan para diseñar los fármacos destinados a tratar estos diagnósticos. Es más, la influencia del DSM es singularmente fuerte en Estados Unidos, donde el sistema de salud privada requiere de un diagnóstico reconocido por dicho manual para que el paciente pueda ser reconocido legítimamente como enfermo y así poder acceder a cualquier tratamiento.
Entre las etiquetas que más preocupan, en el caso de que el DSM-V se publique en mayo, están, la timidez de los niños o la incertidumbre sobre el género. Además, la soledad podría derivar en un trastorno depresivo crónico o un violador en serie podría ser considerado un enfermo mental, teniendo en cuenta un diagnóstico de «trastorno coercitivo parafílico».
El profesor Nick Craddock, psiquiatra en Cardiff y director del Centro Nacional de Gales para la Salud Mental, declaró a The Guardian que: «Alguien que está desolado puede necesitar ayuda, e incluso un tratamiento psicológico, pero no necesita una etiqueta que diga que tiene una enfermedad mental. Creo que una gran parte de los psiquiatras del Reino Unido y Europa, se muestran escépticos acerca del DSM-V«.
Según comenta Peter Kinderman, profesor de psicología clínica y director del Instituto de Psicología de la Universidad de Liverpool, a ese mismo medio, «las revisiones sólo pueden hacer de un sistema diagnóstico malo, otro peor«. Además, este profesor no está de acuerdo con diagnósticos como el trastorno negativista desafiante o el trastorno coercitivo parafílico. En su opinión, «la violación es un delito y no necesariamente debe ser considerada como un trastorno, ya que puede dar excusas para ese comportamiento«.
En relación con la postura de los psicólogos británicos, Infocop ha publicado un artículo recientemente (ver artículo completo), en el que se describe cómo Daniel Carlat, psiquiatra americano, hace una dura crítica al DSM, y atribuye, el crecimiento exponencial de diagnósticos, a los intereses de las empresas farmacéuticas.