1. Incluir la perspectiva de una persona
con experiencia vivida
Para garantizar una descripción veraz, realista y auténtica de la
salud mental en películas y series, es fundamental involucrar a personas con
experiencia vivida en el proceso. ¡Quién mejor para describir un problema de
salud mental, que alguien que lo ha experimentado! Usar la autobiografía o las
memorias de alguien con experiencia vivida como base para una película o serie
es una forma transparente de contar la historia desde su perspectiva. Asimismo,
una persona con experiencia vivida o formación profesional debe estar en el set
durante el rodaje de la película para salvaguardar la precisión al describir los
problemas de salud mental. De igual modo en que ya se hace al realizar
grabaciones en las que se abordan problemas médicos físicos, debería convertirse
en la nueva norma para la salud mental.
2. No reducir un personaje a su
discapacidad psicológica y social
Si bien una persona puede presentar una discapacidad psicológica y
social, y encontrar dificultades en su vida por culpa de las barreras sociales,
esta discapacidad nunca define a la persona. Esta realidad debe
reflejarse en personajes de ficción en pantalla. Una película o serie debe
enfatizar que su discapacidad es solo una parte de su carácter
multifacético.
3. Representar temas delicados de manera
sensible
Los estudios han demostrado que la descripción detallada de
suicidios en películas o series puede tener graves consecuencias para los
espectadores, en particular para los y las jóvenes, ya que podrían provocar
suicidios de imitación. A este respecto, lo peligroso es la descripción
detallada del suicidio y la simplificación de sus causas. Los cineastas
deberían enviar el mensaje de que el suicidio es prevenible. Es esencial
tener en cuenta el impacto positivo que los medios pueden tener al presentar
alternativas al suicidio e historias optimistas de salud mental.
4. Evitar reforzar ciertos
estereotipos
Dado que las películas y las series son una forma de
entretenimiento, a menudo caen en la trampa del sensacionalismo con los
problemas de salud mental y las discapacidades psicológicas y sociales, lo que
refuerza los prejuicios y los conceptos erróneos, por ejemplo vincular
falsamente la salud mental con la violencia en una película, lo que conlleva a
una mayor estigmatización de las personas con experiencia vivida. Por el
contrario, las personas que trabajan en la industria del cine y la televisión
deben realizar una representación sensible y auténtica basada en hechos,
pruebas y experiencias vividas.
5. Normalizar la mala salud
mental
Aunque 1 de cada 6 europeos sufrirá problemas de salud mental en
un momento dado de sus vidas, el estigma aún impide que muchos busquen ayuda
cuando la necesitan. Las películas y las series pueden ser una herramienta
poderosa para romper estas barreras y mostrar que los problemas de salud mental
son más comunes de lo que cree. Si una película o serie retrata esta
realidad, el mensaje calará en la audiencia. Tiene el potencial de abrir debates
públicos sobre problemas de salud mental y de motivar a las personas a compartir
sus experiencias personales.
6. Contar historias positivas de salud
mental
A diferencia de las películas que refuerzan una imagen negativa de
la salud mental, los cineastas deberían hacer un esfuerzo consciente para
contar ejemplos más positivos de personas que conviven con estos problemas y
han aprendido a manejarlos en su vida diaria.
7. Garantizar una producción y
comunicaciones inclusivas y accesibles
Garantizar que las comunicaciones en torno a la producción (por
ejemplo, películas, series, episodios, avances, etc.) sean accesibles para
las personas con discapacidad psicológica y social de cara a evitar la
discriminación. Asimismo, debe utilizarse un lenguaje apropiado a la hora de
comunicar sobre la salud mental. Existe cierta terminología que los cineastas
deben evitar en su trabajo, ya que tienen connotaciones en gran medida negativas
que contribuyen a estereotipos comunes, estigma y discriminación. Además, el
elenco podría hacerse más inclusivo contratando actores con experiencia vivida o
personas con discapacidad (psicológica y social).
Fuente: MHE |