El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-ley que incluye medidas urgentes en materia de financiación y actividad inversora de entidades locales y comunidades autónomas, y que introduce, además, una modificación clave en el ámbito tributario: el aplazamiento de un año en la entrada en vigor de la exigibilidad de los requisitos técnicos previstos en el Real Decreto 1007/2023, de 5 de diciembre, conocido como Reglamento Verifactu, esto es, el nuevo modelo obligatorio de facturación electrónica para pymes, empresas y autónomos, impulsado por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).
Esta modificación normativa, promovida por el Ministerio de Hacienda, concede un margen adicional para miles de pequeñas y medianas empresas y trabajadores autónomos -incluidos/as los profesionales de la Psicología que ejercen por cuenta propia-, que habían advertido de la dificultad para adaptar en tan poco tiempo sus sistemas informáticos de facturación, garantizando así una «implantación ordenada y homogénea en el conjunto del tejido empresarial».
Bajo la nueva fecha, las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades (esto es, sociedades mercantiles como S.L. y S.A., así como otras entidades jurídicas con actividad económica) cuyo plazo de implantación del Verifactu comenzaba el 1 de enero de 2026, se traslada al 1 de enero de 2027, mientras que para las empresas y autónomos que tenían que empezar a aplicar el Verifactu el 1 de julio de 2026, el plazo se extiende al 1 de julio de 2027.

¿Qué es Verifactu?
Verifactu es un sistema normativo y técnico de facturación electrónica verificable diseñado por la AEAT, para garantizar que todas las empresas, pymes y autónomos emitan facturas mediante programas informáticos certificados.
Bajo este régimen, cada factura debe generarse mediante un software certificado, que asigne un identificador único y registre electrónicamente —antes o al mismo tiempo que se emite la factura— todos los datos correspondientes. El registro debe cumplir ciertos requisitos técnicos y estructurales definidos por la normativa, y debe permitir su verificación tanto por la AEAT como por clientes o terceros.
El objetivo central no es cambiar la fiscalidad en sí misma, sino reforzar el control fiscal, al asegurar que cada factura quede registrada con autenticidad, trazabilidad, integridad e inalterabilidad, impidiendo así manipulaciones posteriores (borrado o alteración de facturas) y evitando la existencia de «software de doble uso», una de las vías habituales de fraude tributario en la economía sumergida.
El sistema establece que las facturas deberán generarse a través de programas que cumplan con los requisitos técnicos del Reglamento, incorporando:
- Un identificador único y correlativo.
- Un registro seguro e inalterable de todas las operaciones.
- Un enlace verificable o código QR para comprobar la validez del documento.
- Estándares de estructura y formato que permiten la verificación inmediata por parte de la AEAT.
Como señalábamos anteriormente, este marco técnico no modifica la fiscalidad, pero sí la forma de documentarla: a partir de la plena implantación del Verifactu, todas las empresas estarán obligadas a emitir su facturación a través de sistemas homologados, proporcionando así a la Administración Tributaria un acceso más rápido y fiable a la información.
¿Qué supone su implementación para el tejido empresarial y profesional?
La implementación del sistema Verifactu supondrá un cambio profundo para empresas y autónomos, entre ellos, los/as psicólogos/as autónomos/as que gestionan su propia actividad profesional. Las facturas dejarán de ser documentos analógicos aislados o simples archivos digitales generados por programas no homologados, para pasar a emitirse exclusivamente a través de softwares adaptados al Reglamento Verifactu, lo que obligará a una parte importante del tejido empresarial a actualizar —o incluso reemplazar— sus actuales sistemas de facturación. Cada factura incorporará un identificador único y, en muchos casos, un código QR que permitirá verificar su autenticidad y trazar su origen.
El sistema exige además que los programas de facturación mantengan un registro electrónico seguro e inalterable, con trazabilidad completa de todo el historial de facturas y eventos relacionados, desde su emisión hasta su posible rectificación.
Esto refuerza la transparencia y aporta a la AEAT un acceso casi inmediato a la información, incrementando su capacidad de lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida. De hecho, continuar emitiendo facturas mediante sistemas no adaptados podrá acarrear sanciones administrativas.
Recomendaciones para las empresas y los autónomos.
Ante este nuevo escenario, las empresas y autónomos disponen ahora de un año adicional para preparar su transición.
Durante este periodo deberían evaluar si su actual herramienta de facturación es compatible con Verifactu y puede actualizarse o si será necesario migrar a un software certificado. En este sentido, conviene contactar cuanto antes con proveedores de software adaptados a Verifactu —o que estén en proceso de certificación—, así como planificar la transición para que facturas, registros y contabilidad cumplan los requisitos técnicos: emisión con identificador, registro de eventos, trazabilidad, uso de firma electrónica si procede.
Es fundamental ser conscientes de que la falta de adaptación podría provocar sanciones y problemas de validez fiscal, por lo que resulta imprescindible aprovechar este margen temporal para realizar una implementación ordenada, realista y sin presión.
Conclusión.
La decisión del Gobierno de retrasar un año la aplicación del sistema Verifactu representa un movimiento significativo en la política fiscal española. Aunque la medida ofrece un margen adicional para la adaptación, no altera el fondo de la transformación: España avanza hacia un modelo de facturación digital obligatoria, con mecanismos diseñados para combatir el fraude.
Con esta prórroga, pymes y autónomos disponen de más tiempo para planificar su transición tecnológica. Sin embargo, el nuevo calendario no debe interpretarse como un aplazamiento indefinido: Verifactu es un cambio estructural que afectará al conjunto del tejido empresarial y cuya correcta implantación dependerá de la preparación previa.
A partir de 2027, la facturación en España será más digital, más verificable y más segura; un paso decisivo en la modernización del sistema tributario y en la lucha contra la economía sumergida.
