R.M. Baños1,3, V. Guillen1, A. García-Palacios2,3, S. Quero,2,3 y C. Botella, 2,3
(1) Universidad de Valencia, (2) Universitat Jaume I de Castellón y (3) Instituto Carlos III
En los últimos años se plantea cada vez con más fuerza la necesidad de contar con tratamientos eficaces, pero también eficientes, incluyendo cuestiones tan relevantes como el rango de aplicabilidad de un tratamiento, el grado en que los pacientes lo aceptan, la capacidad y disponibilidad de profesionales cualificados, o la relación coste-beneficio. Por lo que respecta a los trastornos de ansiedad, actualmente existen técnicas de intervención psicológica con una elevada eficacia, pero profundizar aún más en su eficiencia sigue siendo un reto pendiente. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) pueden ser de gran utilidad para dispensar y mejorar la aplicación de servicios terapéuticos, permitiendo profundizar en el eje de la efectividad y potenciando el poder llegar a todos los que lo necesiten. Las tecnologías utilizadas incluyen, fundamentalmente, realidad virtual, realidad aumentada, Internet o los dispositivos móviles. Actualmente existe una amplia variedad de aplicaciones, pudiendo encontrar un listado exhaustivo en: http://beacon.anu.edu.au. |
La realidad virtual permite, entre otras cosas, mejorar la técnica de la exposición, haciéndola menos aversiva para los pacientes. Esta simulación de la realidad permite repetir la misma tarea de exposición una y otra vez, graduando las situaciones según las necesidades del paciente, sin esperar a que éstas sucedan en la vida real, y sin salir de la consulta, favoreciendo así aspectos éticos como la protección de la intimidad. Una variante muy útil para el ámbito de los tratamientos psicológicos es la realidad aumentada, que supone la introducción de elementos virtuales en el mundo real. El descenso en los costes en estas tecnologías, junto con sus potencialidades para los tratamientos psicológicos, hace prever muchos desarrollos futuros en el campo de los tratamientos de los trastornos de ansiedad.
En cuanto a los tratamientos computerizados, es decir, los tratamientos que son aplicados con ayuda de un ordenador, ya hay disponible una gran cantidad de investigación que avala su eficacia. Por ejemplo, los programas Fear Fighter o Beating the Blues, de los grupos de Marks y Proudfoot en el Reino Unido, se encuentran dentro de las recomendaciones de las guías del Instituto Nacional de Salud y Excelencia (NICE). En Australia, destaca el trabajo del grupo de Andrews y Titov, quienes han desarrollado programas auto-aplicados para la ansiedad (
The Anxiety Program), pánico (The Panic Program), fobia social (The Shyness Program), ansiedad generalizada (The GAD Program), preocupación ansiosa (The Worry Program), estrés post-traumático (The PTSD Program) y para la depresión (The Sadness Program). El grupo comenzó a realizar ensayos clínicos en el año 2007 y actualmente 886 profesionales ya han utilizado sus programas, habiendo tratado a más de 2.500 pacientes.Los tratamientos computerizados se suelen combinar con Internet, una tecnología que está demostrando su utilidad en la promoción, prevención e intervención en el ámbito de la salud mental. La mayor ventaja de los tratamientos online es la flexibilidad, tanto geográfica como de tiempo, evitando desplazamientos, facilitando la asistencia a aquellos pacientes con dificultades para acudir a consulta, o que desean mantenerse en el anonimato, potenciando que busquen y obtengan ayuda personas de otra forma no lo harían, favoreciendo también el aumento de la frecuencia de contacto terapéutico si se necesita, y suponiendo una reducción significativa de costes, lo que facilita el acceso a un mayor número de personas.
Recientemente Kazdin y Blase (2011) mantenían que a pesar de que los tratamientos psicológicos han avanzado muchísimo, siguen sin llegar a todos los que los necesitan, en gran medida debido al uso casi exclusivo de la psicoterapia individual para prestar atención. Nuestra obligación ética como psicólogos es intentar ofrecer ayuda y tratamientos eficaces, del mejor modo posible, al mayor número de personas que lo necesiten. Sin embargo, el modelo de asistencia sanitaria en los países desarrollados sólo llega al 40%. A pesar de los altos costes en salud, siguen sin cubrirse adecuadamente las necesidades de los ciudadanos. Las TICs nos pueden ayudar, pero es necesario trabajar en esta línea, como ya están haciendo otros países.
A pesar de sus ventajas, el uso de las TICs tiene limitaciones, como los problemas de seguridad y confidencialidad, la dificultad para establecer una relación terapéutica, especialmente cuando la comunicación sólo es verbal o es sólo asíncrona o las elevadas tasas de abandonos, necesitándose estudios que analicen las causas y que generen estrategias adecuadas para poder superar esta limitación.
El futuro más próximo ya aguarda con otros desarrollos tecnológicos. Por ejemplo, dispositivos que integran Computación Persuasiva y Computación Ubicua. El primer término se refiere a sistemas computacionales, dispositivos o aplicaciones, diseñados intencionalmente para cambiar determinados comportamientos, siguiendo fundamentalmente tres directrices: justo a tiempo (mensajes disponibles justo en el momento en que se tiene que tomar una decisión), simulación de experiencias (simulaciones que permiten vivir experiencias útiles en la toma de decisiones) y personalización (información personalizada). La computación ubicua se refiere al acceso flexible y libre a la información desde cualquier lugar y en cualquier momento, de forma natural y sin necesidad de cables. A largo plazo, esta tendencia tecnológica puede dar lugar a la fusión del ordenador con objetos cotidianos de nuestra vida diaria. Ejemplos claros son los teléfonos móviles «inteligentes» (smart phones), con conexión a Internet y Bluetooth.
Las TICs pueden ayudarnos a hacer los tratamientos psicológicos más accesibles para todos y a romper algunos de los estigmas existentes en torno a ellos. Aunque todavía han de subsanar algunas limitaciones en su uso terapéutico, su finalidad es facilitar nuestro trabajo y hacerlo más eficiente.
El artículo original puede encontrarse en la revista Informació psicològica:
R.M. Baños, V. Guillen, A. García-Palacios, S. Quero y C. Botella (2012). Las nuevas tecnologías en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Informació psicològica, 102, 28-46.
Sobre las autoras:
Rosa María Baños Rivera es Catedrática de Psicopatología en la Universidad de Valencia, y desde hace años una de sus principales líneas de investigación se centra en el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías en la promoción de la salud y el bienestar psicológico, contando con más de cien trabajos publicados en ese campo. Actualmente es la vicepresidenta de la International Association of CyberPsychology, Training, and Rehabilitation Verónica Guillén Botella es Coordinadora en el Centro Clínico Previ para trastornos alimentarios y trastornos de la personalidad. Profesor asociado de la Universidad de Valencia, su principal línea de investigación desde el año 1998 es el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías en el tratamiento de diversos trastornos psicológicos. Co-directora del Máster en Intervención Interdisciplinar en Trastornos de la Conducta Alimentaria, Trastornos de la Personalidad y Trastornos Emocionales, con título propio de la Universidad de Valencia. Azucena García Palacios es profesora Titular de Psicopatología en la Universitat Jaume I. La línea de investigación principal en la que ha trabajado ha sido la psicopatología y puesta a prueba de programas de tratamiento cognitivo-comportamental para los trastornos de ansiedad y los trastornos de la personalidad y la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en el tratamiento de los trastornos de ansiedad y el dolor agudo y crónico. Tiene numerosos trabajos publicados en esa línea y ha participado en proyectos de investigación nacionales y europeos. Soledad Quero Castellano es Profesora Titular de Técnicas de Intervención y Tratamientos Psicológicos en la Universitat Jaume I de Castellón. En los últimos años, una de sus principales líneas de investigación versa sobre el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (realidad virtual, Internet, realidad aumentada) para la mejora de los tratamientos psicológicos. Es coautora de al menos 11 capítulos de libros y más de 50 artículos en revistas nacionales e internacionales. Cristina Botella es Catedrática de Tratamientos Psicológicos en la Universidad Jaume I de Castellón, donde lidera el grupo Labpsitec ( www.labpsitec.uji.es). Su línea fundamental de investigación se centra en la utilidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en Psicología Clínica. Ha sido investigadora principal en más de 30 proyectos de investigación. Ha publicado más de 150 artículos en revistas científicas nacionales e internacionales, y más de 50 libros y capítulos de libro. Ha presentado más de 200 trabajos en congresos científicos. |