Es necesaria una reforma profunda en el ámbito de la salud mental, abandonando definitivamente el modelo biomédico imperante y su énfasis en la prescripción de fármacos psiquiátricos. Este modelo biomédico “no aborda los determinantes sociales, económicos y psicológicos que subyacen en el sufrimiento mental y contribuye a empeorar los resultados¨. Así lo establece un informe elaborado por el grupo del Parlamento Británico Beyond Pills All-Party Parliamentary Group (APPG Beyond Pills) presentado ante el Gobierno de su país.
APPG Beyond Pills es un grupo parlamentario del Reino Unido formado por miembros de diferentes partidos que buscan ir más allá de la dependencia excesiva en el uso de fármacos psiquiátricos para el tratamiento de los problemas de salud mental en el sistema sanitario. Este grupo promueve la integración de la prescripción de medidas sociales, la mejora de los estilos de vida y los tratamientos psicológicos y sociales como alternativas y complementos a la medicación en salud mental.

Foto: Freepik. Autor: Freepik. Descarga: 18/11/25
La atención a la salud mental está en una situación crítica.
En su informe, APPG Beyond Pills describe la situación crítica en la que se encuentra la atención a la salud mental, señalando los numerosos problemas que se observan en el Reino Unido, pero que también son propios de nuestro país y de buena parte del planeta.
En el texto, APPG Beyond Pills establece seis principios para la reforma en salud mental, como el reconocimiento de la naturaleza social y relacional de los problemas de salud mental, el abordaje de los determinantes sociales del sufrimiento, priorizar la investigación sobre las intervenciones psicológicas y sociales o el uso prudente de los fármacos psiquiátricos, entre otros aspectos.
A fin de llevar a cabo la reforma en salud mental, APPG Beyond Pills también identifica nueve líneas de acción prioritarias, sobre las que recomienda trabajar, establecidas a diferentes niveles (prestación de servicios, regulación, educación y formación de los profesionales sanitarios y concienciación pública y profesional). El informe, titulado «Modificar el equilibrio hacia las intervenciones sociales: una llamada a revisar el sistema de salud mental», ha sido traducido recientemente al español y se encuentra accesible en la página del grupo parlamentario.
La urgencia de abandonar el modelo biomédico dominante.
Los autores del informe subrayan que la salud mental en Reino Unido ha llegado a un punto crítico. Aproximadamente una cuarta parte de la población adulta recibe cada año una prescripción de algún tipo de fármaco psiquiátrico, mientras que una proporción similar de jóvenes obtiene un diagnóstico relacionado con la salud mental. Esta situación ocurre, tal como indican los autores, a pesar de las inversiones significativas realizadas en las últimas cuatro décadas en servicios e investigación en salud mental. De hecho, los autores señalan que la mala salud mental ha empeorado en la población general y la brecha de mortalidad entre las personas con problemas severos de salud mental y la población general ha crecido.
El fracaso en obtener mejoras significativas se debe, según el grupo parlamentario Beyond Pills, a la adopción de un enfoque equivocado: la excesiva dependencia del modelo biomédico en el sistema sanitario público. Este modelo, explican los expertos, «falsifica la naturaleza y las causas de la mayor parte del sufrimiento mental y de forma sistemática minimiza la importancia de las causas y las soluciones psicosociales y económicas».
Los autores enfatizan que es necesario moverse «desde un sistema que medicaliza en exceso y ha maltratado de forma significativa el sufrimiento mental real (centrándose esencialmente en ‘gestionar síntomas’) a otro que identifique y encare las causas psicosociales ante las que tanto malestar es una respuesta racional y comprensible».
Esta visión coincide con las recientes llamadas internacionales: la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas han solicitado reformas fundamentales, destacando la necesidad de centrarse en los factores psicológicos y sociales y abordar los determinantes sociales del sufrimiento.
Seis principios fundamentales para la reforma.
Para llevar a cabo la reforma, el informe establece seis principios clave basados en la evidencia que demuestran que el malestar mental está «inextricablemente vinculado a los contextos en los que las personas viven, trabajan y se desarrollan».
1. El impacto de las circunstancias y las relaciones en la salud mental.
El informe asevera que los problemas de salud mental tienen que ver «sobre todo con las circunstancias y las relaciones», como el trauma interpersonal, la violencia, el maltrato, el abuso y el acoso. Teniendo esto en cuenta, la solución pasa por hacer que las relaciones seguras y de confianza y el apoyo social sean el eje central de la prestación de servicios, buscando «brindar apoyo relacional a todas las personas».
2. Los contextos sociales generan malestar.
La precariedad, la desigualdad y la inseguridad económica son, según el documento, causas de fondo del sufrimiento emocional, a menudo descritas como «la causa de las causas». Por tanto, garantizar el apoyo económico, social y material puede reducir significativamente el sufrimiento y, por ende, la necesidad de asistencia.
3. Los mensajes sociales agravan los problemas.
Se debe desafiar el exceso de énfasis cultural en la importancia de la apariencia y la competencia. Describir las experiencias difíciles, aunque comprensibles, como problemas de salud mental que solo los expertos pueden «tratar» puede socavar la resiliencia natural de las personas, indica el texto.
4. Uso de narrativas y lenguaje en positivo.
Los autores señalan que describir los problemas como déficits o trastornos individuales incrementa la vergüenza, el estigma, el pesimismo y la desesperanza. Se debe, en cambio, promover narrativas positivas basadas en «experiencias, fortalezas y recursos compartidos».
5. Uso prudente de fármacos psiquiátricos.
Ante la constatación de una prescripción excesiva y generalizada, es preciso revertir esta tendencia y aumentar la oferta de alternativas no médicas. Si bien los fármacos tienen un papel limitado, «no pueden resolver las adversidades relacionales o sociales».
6. Priorizar la investigación en el ámbito psicológico y social.
Décadas de investigación basadas en soluciones individualizantes (médicas y psicológicas) han fracasado, según el informe. Es necesario asegurar financiación para los numerosos proyectos en el ámbito psicológico y social de éxito y avanzar en «nuevas direcciones con conciencia de lo social».
Las líneas de acción prioritarias para la transformación.
APPG Beyond Pills identifica una serie de recomendaciones específicas dirigidas a la transformación del sistema sanitario del Reino Unido (que se pueden aplicar a cualquier país), divididas en cuatro áreas clave:
1. Servicios: La provisión de alternativas.
Los autores instan al Gobierno a actuar para que los servicios se centren en las causas psicológicas y sociales del sufrimiento humano. Esto incluye:
- Impulsar las intervenciones sociales y comunitarias: Los autores solicitan ampliar las intervenciones sociales y comunitarias, especialmente para problemas de salud mental leve y moderada. Esta medida está apoyada en los resultados favorables sobre su coste-beneficio en la población, de acuerdo con la literatura científica.
- Financiar centros comunitarios desmedicalizados: Se propone crear centros de salud mental y bienestar locales que integren la prescripción social, el apoyo al estilo de vida y las intervenciones psicológicas y sociales.
- Crear servicios para apoyar a los usuarios en la abstinencia de psicofármacos: Se considera un imperativo moral financiar y ofrecer una «línea telefónica de ayuda y un sitio web nacional, accesible las 24 horas» para la retirada y la abstinencia segura de fármacos psiquiátricos.
- Revertir la prescripción innecesaria de antidepresivos: El grupo parlamentario insta a suspender la prescripción de psicofármacos a nuevos pacientes con problemas de salud mental leve, asegurando el cumplimiento de las guías de prescripción segura y la gestión de la abstinencia.
2. Regulación: transparencia y conflictos de intereses.
Para abordar los obstáculos causados por la influencia de la industria farmacéutica, se proponen reformas regulatorias esenciales:
- Reformar la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA): Se resalta que la cercanía de la MHRA con la industria farmacéutica ha comprometido su capacidad para salvaguardar la salud pública. Los expertos enfatizan la necesidad de una regulación «rigurosa e independiente al objeto de restablecer la confianza pública y garantizar la seguridad de los pacientes».
- Implementar una «Sunshine Act»: El informe exige promulgar una ley de transparencia en el Reino Unido, equivalente a la ya existente en Estados Unidos, para obligar a los profesionales médicos a informar públicamente sobre los pagos que reciben de la industria farmacéutica.
3. Educación y formación: el enfoque socio-psico-bio.
El documento indica que la reforma exige una reevaluación crítica de la formación de los profesionales sanitarios, tanto en el pregrado como en el posgrado, incluyendo los siguientes aspectos:
- Integrar el Aprendizaje Socioemocional (SEL): Se propone que la formación socioemocional se convierta en un componente esencial del currículo nacional, puesto que ofrece una respuesta prometedora a los crecientes desafíos de salud mental que enfrentan menores y jóvenes.
- Mejorar la formación de profesionales de la salud: Se requiere integrar módulos sobre la prescripción adecuada, la desprescripción segura, y los enfoques holísticos como la prescripción social y la medicina sobre el estilo de vida, resaltando «la comprensión de la salud mental integrada en los contextos sociales, económicos y ambientales».
4. Concienciación pública: desmedicalizar el lenguaje.
Finalmente, el grupo parlamentario llama a la desmedicalización del lenguaje de salud mental en los ámbitos público y profesional. El informe argumenta que encuadrar el malestar como «‘trastorno’, ‘enfermedad’ o ‘disfunción’ mental también puede dificultar la recuperación y aumentar el estigma». La medicalización no debe ser una condición previa para recibir asistencia y apoyo en salud mental.
Conclusiones.
En conclusión, el documento representa una llamada a revisar el sistema de salud mental y la forma de abordar los problemas de salud mental, argumentando que el enfoque tradicional, centrado en lo biomédico y farmacológico, ha fallado al abordar una crisis creciente que afecta a millones de personas. En resumen, el documento exige un cambio de paradigma para atender la salud mental, orientándose hacia un enfoque «más holístico y centrado en la persona que aborde los factores sociales, económicos y psicológicos» que explican el sufrimiento.
Fuente.
El informe está disponible en la página Web del Grupo parlamentario Beyond Pills y también se puede descargar aquí.
